El sector de la construcción se ha visto afectado por la crisis económica local y global que ha hecho estragos en el área de créditos, de compra-venta e incluso de alquiler de pisos individuales y casas en Barcelona, con lo cual muchas áreas derivadas sufrieron pérdidas que han durado por más de un quinquenio.

Afortunadamente, los signos de recuperación económica han permitido que en Barcelona se incremente la movilidad inmobiliaria.

Ello representa que otros sectores económicos también hayan visto incrementada su actividad, como por ejemplo, el de la certificación energética.

El obtener el certificado energético en Barcelona es obligatorio, como en el resto del país, para la compraventa o alquiler de una propiedad: casa, piso, local comercial o inclusive un edificio completo.

Como ya sabemos, cuando se hace la evaluación de una edificación ya existente, al documento se le agregan una serie de recomendaciones para poder mejorar la calificación energética de un inmueble. Ahora bien, si construimos un inmueble desde cero, podemos planificar con suficiente antelación los elementos que nos permitirán obtener la más alta calificación energética posible.

En el caso de las construcciones en Barcelona, esta planificación se hace también tomando en cuenta los nuevos parámetros de construcción y urbanización que han ido modificando la imagen de la ciudad. Aun así, en España en general y en Catalunya en particular aún hace falta avanzar en la planificación previa de una vivienda para poder alcanzar condiciones óptimas de eficiencia energética requeridas por la normativa a escala europea.

A continuación revisaremos algunos estudios que se hacen de forma previa en España y otros que se realizan en otros Estados de la Unión Europea, y que sin duda podrían inscribirse de manera eficaz en la planificación urbanística de Barcelona, para lograr alcanzar un desempeño óptimo y ecológico que sería 100% compatible con la nueva visión urbana de la ciudad.

Barcelona: buscando combinar belleza con ecología y diseño de primer nivel

Un ejemplo de cómo la ciudad de Barcelona se ha esforzado en las últimas fechas en unificar la histórica belleza de la ciudad con una planificación inteligente, es el Barrio 22@. EL 22@ aglutina todos los servicios que puede necesitar una ciudad, buenas comunicaciones, hoteles, centros comerciales, centro de convenciones y lugares de ocio para todas las edades y público. La remodelación de esta zona llevó a la apertura de una parte de Barcelona al mar y con ello a aprovechar todas las posibilidades que ofrece.

Una ciudad dinámica y en constante cambio como Barcelona, se encuentra continuamente en proceso de buscar ideas, propuestas y sugerencias innovadoras que le permitan no estancarse y continuar en el camino del crecimiento económico y el desarrollo social. Es en ese contexto que tenemos el surgimiento e implementación del proyecto del 22@, como una respuesta de la administración local a la necesidad de contar con más fuentes de empleo en el sector secundario (y así no depender tanto del sector terciario, es decir, de servicios) y en cierta forma, aterrizar en un autodenominado distrito innovador. Todo el proyecto partió hacia la reordenación a escala urbana del área, con dos objetivos en mente: darle vida al viejo distrito industrial de Barcelona y a la vez, impedir que se convirtiera solamente en un espacio residencial de lujo. Más bien la idea consistía en planificar urbanísticamente con un suelo diverso en usos: áreas residenciales, industriales y comerciales.

Además de toda esta planificación urbana tan interesante, en este distrito y para su construcción, se ha implementado la idea de un estudio térmico, es decir, una planificación con vista a la eficiencia energética atacada desde distintos ángulos desde la planeación misma del distrito y por supuesto, de sus edificaciones. Dentro de este estudio térmico se visualizaron.

  1. El uso de materiales aislantes térmicamente que permitiesen la economía de energía tanto en la calefacción invernal como en la climatización veraniega (mucho más necesaria en Barcelona que la propia calefacción).
  2. La orientación y altura de las edificaciones para aprovechar al máximo la luz solar.
  3. El diseño de las calles y de la colocación de árboles y áreas verdes con el mismo objetivo de optimizar el uso de la luz solar el mayor tiempo posible.
  4. La vinculación con el entorno natural para lograr que el flujo de viento no resultase obstructor con la circulación de corrientes marinas que permiten amortiguar los cambios de clima y con ello, usar menos energía en climatización.
  5. El diseño de edificaciones con superficies vítreas y ventanas en una proporción que fomente igualmente el uso de fuentes naturales de energía para iluminación, ventilación y calefacción.

Como podemos ver, el ejemplo que da la planificación y ejecución de este barrio barcelonés es un indicativo de lo que se puede lograr si al realizar una construcción desde cero se toman en cuenta las pautas de la eficiencia energética.

Barcelona busca encontrar el equilibrio entre ecología, funcionalidad y diseño

Barcelona busca encontrar el equilibrio entre ecología, funcionalidad y diseño

Licencia de obra mayor: ¿necesidad de estudios previos?

Un aspecto en el que podemos apreciar que todavía falta mucho por avanzar en cuanto a la planificación adecuada de una construcción para lograr que alcance la eficiencia energética desde el comienzo en Barcelona, es la carencia de la exigencia de un estudio térmico a la hora de pedir la Licencia de obra mayor. Este documento es el permiso oficial requerido para construir una casa nueva desde cero, y en él se demandan muchas cosas específicas, como por ejemplo un Estudio de Seguridad e Higiene en el Trabajo, pero no se demanda un estudio térmico específico que dé las recomendaciones generales concretas que permitirían a ese inmueble contar con una alta eficiencia energética desde el principio.

En otros países de la Unión Europeo (el Reino Unido y Francia, por ejemplo), no se puede demandar la Licencia de Obra Mayor sin contar con este tipo de documento. El problema sería que al intentar implantarla, esta idea podría enfrentar la misma reticencia que el propio certificado de eficiencia energética, que en un principio era visto por muchos ciudadanos como un simple y engorroso trámite más.

El estudio térmico es un análisis realizado por el mismo tipo de especialistas que evalúan y realizan el certificado energético, pero lo que hace es un análisis del terreno y con los planos ya aprobados en mano, recomendando las líneas a seguir en varios aspectos como son: ventanas, materiales, tipo de aislamiento, tipo de calefacción y producción de agua caliente sanitaria, ventilación automatizada, climatización y ubicación geo-espacial de la obra. El respeto de esta serie de recomendaciones da como lugar la planeación y, como consecuencia, la construcción de una casa bien planeada en el sentido bioclimático, por lo cual cada detalle se piensa mejor y las casas son desde el comienzo más eficientes en términos de energía y más cómodas para sus habitantes.

Algunos aspectos que desde hace aproximadamente dos años toman en cuenta este tipo de estudios previos realizados por nuestros vecinos europeos son:

  1. El tratamiento de puntos térmicos
  2. El tratamiento de la permeabilidad al aire de la construcción
  3. La producción de energías renovables
  4. La obligación de medir y estimar el consumo de energía
Aspectos que abarca un estudio térmico francés

Aspectos que abarca un estudio térmico francés de acuerdo a las normas vigentes: claves para el uso eficiente de la energía y el confort térmico de los habitantes.

Como podemos ver, este tipo de planteamiento produce como resultado una vivienda que alcanza (sobre todo si se incluyen finalmente varios usos de energías renovables) una calificación energética superior desde el principio. Ello resulta ideal para las grandes planeaciones urbanísticas como la que mencionábamos antes, que se están realizando en grandes ciudades y con metas ecológicas altas como Barcelona. Recordemos además que en una transacción inmobiliaria, cada vez es más importante no sólo presentar el certificado energético como requisito, sino que éste tenga una buena nota energética que garantice una economía continua para el comprador. Así que la realización de estudios térmicos como el que hemos descrito no es algo descabellado o que pudiese involucrar un trámite burocrático oneroso y absurdo, sino que puede representar la piedra angular de un sector de la construcción cada vez más enfocado a la buena relación con el medio ambiente y por ende, al uso eficiente de la energía.

Evaluación de una casa nueva: construir de forma eficiente

Hasta ahora hemos discutido el importante papel que la planificación térmico-energética previa tiene en el sector de la construcción, sobre todo en una ciudad que como Barcelona, cada vez está pensando mejor su planificación urbanística de cara a las demandas ecológicas de sus habitantes y del mundo actual.

Pero además de la planificación, otro punto que pudiese resultar ideal es que antes de la evaluación directa realizada por el certificador energético, pudiera realizarse una evaluación más sectorial de algunos de los elementos fundamentales que determinarán la eficiencia energética del inmueble.

Nuevamente podemos tomar como ejemplo lo realizado en países como Alemania y Francia, que exigen a los propietarios de una nueva construcción que realicen ciertos estudios concretos que son derivados al certificador energético que finalmente emite el certificado.

Por ejemplo, hablando de la impermeabilidad al aire. Sabemos que los pilares de la eficiencia energética son el uso de energías renovables y el aislamiento térmico. Sin embargo, poco pensamos que éste a su vez, se apoya en dos cuestiones colaterales de gran importancia: la ventilación y la impermeabilidad al aire.

Siendo los objetivos principales reducir el consumo energético haciéndolo más eficiente y lograr a su vez el confort térmico de los habitantes, además de mejorar la calidad del aire que respiren en el interior del inmueble, una construcción bien planeada en un sentido bioclimático utiliza no solamente los materiales aislantes adecuados, ya sea en el interior o en el exterior de la obra, sino que también presta atención a la ventilación y a la impermeabilidad al aire de la obra concluida.

El concepto de impermeabilidad al aire es nuevo, pero el hecho de reducir las fugas de aire es un gran paso en el logro de una casa “pasiva” energéticamente, es decir, que use mucha menos energía al ser capaz de reciclar la que obtiene tanto de combustibles formales como del propio ambiente que la rodea. No se puede seguir pensando de forma simplista que un buen aislamiento térmico se traduce de forma inmediata en un consumo reducido de energía. Pequeños detalles como las fugas de aire no detectadas y no previstas desde un principio pueden hacer que este esquema se venga abajo y una casa bien planeada no tenga el desempeño energético previsto.

Una evaluación de la impermeabilidad del aire antes de dar por concluidas las obras, es un examen cuya duración podría ser inferior a una hora, y que por el contrario, al ser realizada en combinación con el técnico evaluador energético, puede permitir la corrección oportuna de diversas fugas de aire caliente y reafirmar que una construcción eficiente energéticamente no es aquella que se hace al vapor, sino que implica una gran dosis de planeación y dolorosamente, ciertas evaluaciones adicionales serían muy oportunas en un país que como España, cuenta con un ochenta por ciento de casas que son altamente ineficientes energéticamente.

Para poder llegar al punto en que estas evaluaciones previas puedan realizarse, demanda de nosotros como sociedad una valoración más minuciosa de la importancia de tomar medidas generales que busquen alcanzar un uso racional de la energía a escala nacional. Los esfuerzos particulares como los del Ayuntamiento de Barcelona al diseñar barrios con una expectativa elevada de eficiencia energética son valiosos y han de ser tomados en cuenta, pero una visión más global y ciertas evaluaciones previas al uso de nuevas construcciones podrían ser una herramienta valiosa en el arduo camino del uso eficiente de la energía.