Como propietarios, si queremos alquilar nuestra vivienda o local tenemos la obligación de obtener el certificado de eficiencia energética. Como casero puedes pensar que, al tratarse de un contrato privado, ningún organismo competente estará vigilando que dispongas de él pero cuidado que, una vez firmado tu contrato de alquiler, el inquilino podría denunciarte y podrías enfrentarte a multas por alquilar sin el certificado energético de hasta 6.000 euros.

Como inquilinos, ya sea de un piso o de un local comercial, por ley es preciso que podamos consultar el certificado energético alquiler, de forma que estemos pendientes del consumo energético del inmueble que vamos a alquilar. Sin embargo, pocos pensamos en revisar a profundidad este certificado que en ciertas ocasiones va acompañado de una serie de recomendaciones hechas al dueño del piso para mejorar el desempeño en cuestión energética del inmueble.

Evidentemente como futuros inquilinos, no nos corresponde el empezar trabajos para cumplir con dichas recomendaciones, pero ello no impide que podamos revisarlas para intentar cumplir con la parte que nos corresponda. En general, esta parte suele limitarse a la compra de electrodomésticos que posean una calificación energética adecuada y en usar sabiamente los recursos energéticos del piso o local.

El beneficio en buscar y cumplir con todas estas recomendaciones no sólo se verá reflejado en nuestra factura de consumo, sino también en nuestra conciencia ecológica.

Recordemos que una importante razón para conservar y hacer más eficiente el uso de la energía es preservar la salud y el bienestar de todas las formas de vida del planeta entero. El uso de combustibles fósiles y otras formas de energía, son contaminantes por naturaleza en muy diversas formas, por ejemplo, contaminando el aire al quemar los combustibles fósiles. Por otro lado, la energía nuclear es limpia y no contamina, pero genera desechos nucleares, que son peligrosos y que necesitan de alguna forma deshacerse de ellos. En la actualidad, este desperdicio se entierra en basureros nucleares, tanto bajo tierra como en superficies externas. Además, el agua que se utiliza para enfriar los reactores se recicla y vuelve a fuentes naturales, pero normalmente está veinticinco grados más caliente que el promedio de las aguas en estado natural, con lo que el daño es fuerte. La energía solar es una fuente limpia y renovable de energía, pero la producción de los paneles solares crea contaminantes y productos de desecho en el proceso. El agua, como hemos dicho, sufre cambios de temperatura cuando se la utiliza como agente principal o subagente en la producción de energía.

La lista de las formas en qué nuestro consumo de energía puede afectar al medio ambiente es larga. Todos los recursos de la naturaleza y formas de vida se ven tocadas por nuestro uso de las diferentes formas de energía que surten a nuestro hogar. Así que el simple hecho de determinarnos a economizar y hacer su uso más eficiente, son suficientes para disminuir el impacto negativo que podemos tener sobre el medio ambiente en general.