En España, la cantidad de viviendas que poseen una etiqueta energética A, B o C no llega ni cerca del 10%. ¡Sorprendente! ¿No lo crees?

Esto es algo realmente preocupante si se quieren alcanzar los objetivos planteados en cuanto a la reducción del consumo energético en el país.

De hecho, la gran mayoría de las viviendas cuentan con un Certificado de Eficiencia Energética con una calificación D, E, F o G, motivo por el cual la Unión Europea busca la manera de promover aún más las rehabilitaciones de viviendas con el fin de hacerlas más eficientes.

Negociaciones de la Directiva de Eficiencia Energética de la Edificación En Europa

Se están llevando a cabo negociaciones por parte de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios con el objetivo de ajustar las categorías de calificación en los certificados de eficiencia energética.

La idea es que las obras de mejora que se realicen permitan que los inmuebles en España, en general, sean un 15% más eficientes. En pocas palabras, la Unión Europea establecerá estándares mínimos de eficiencia energética para las viviendas, aunque aún no está claro cómo aplicará dichos estándares.

No obstante, a pesar de la falta de claridad, se ha adelantado que los propietarios de viviendas con una calificación baja tendrán que realizar mejoras para alcanzar al menos la etiqueta F en 2030, y que todas las viviendas tendrán que cumplir con un etiquetado «E» para el 2033.

Algunos señalan que se debe abordar su rehabilitación con urgencia para poder cumplir con esto, mientras que, por otro lado, otros voceros señalan que esas viviendas deberían pasar a rehabilitación solo cuando existan condiciones que la desencadenen. Por ejemplo, en el caso que el inmueble se ponga a la venta o al alquiler, entonces sería preciso realizar las modificaciones necesarias para subir los niveles en la escala energética.

Obras nuevas más eficientes

El panorama para las nuevas obras es aún más estricto, ya que a partir del 2028, las viviendas de obra nueva deben ser de cero emisiones.

No solo no se podrán construir edificios poco eficientes, sino que se deberá reducir al máximo la huella de carbono, utilizando únicamente los materiales más aptos en este sentido.

Las desventajas de lograr los objetivos

Las desventajas de lograr los objetivos son evidentes, ya que el aspecto económico será una barrera para muchos propietarios que se verán en la necesidad de invertir en reformas para mejorar su etiquetado energético.

Por lo tanto, si se desea que este proceso sea exitoso, las entidades gubernamentales tendrán que seguir incentivando las reformas energéticas a través de ayudas.

Beneficios de las nuevas exigencias

Por otro lado, las nuevas exigencias en materia de eficiencia energética también tienen beneficios significativos. Las normativas de eficiencia energética para edificios y viviendas están evolucionando para abordar el impacto ambiental y la necesidad de reducir el consumo energético.

Estas regulaciones están diseñadas para promover la construcción y operación de edificios más sostenibles desde el punto de vista energético.

Por lo tanto, alcanzar una calificación de «F» en 2030 y una calificación de «E» en 2033 indicaría un avance hacia un mayor rendimiento energético y una mayor eficiencia, lo que a su vez tendrá beneficios desde distintos ángulos:

  • Reducción de Consumo Energético: Al requerir calificaciones energéticas mínimas, se impulsará la adopción de prácticas de construcción y renovación que reduzcan el consumo de energía en las viviendas, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental.
  • Ahorro Económico: Una mayor eficiencia energética en las viviendas puede conducir a facturas de energía más bajas para los residentes, lo que a su vez puede mejorar la asequibilidad de la vivienda a largo plazo.
  • Innovación Tecnológica: Estos requisitos podrían estimular la inversión en tecnologías y materiales de construcción más eficientes desde el punto de vista energético, fomentando la innovación en la industria de la construcción.
  • Reducción de Emisiones: Al reducir el consumo de energía en viviendas, se pueden disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a los objetivos de mitigación del cambio climático.
  • Mejora del Confort: Los edificios más eficientes suelen ofrecer un mayor nivel de confort interior, con una mejor regulación de la temperatura y una menor pérdida de calor o frío.

En líneas generales, las regulaciones que exigen calificaciones energéticas mínimas para las viviendas están diseñadas para promover la sostenibilidad y la eficiencia energética. Estas medidas no solo benefician al medio ambiente, sino también a los propietarios y ocupantes de las viviendas al reducir los costos de energía y mejorar la calidad de vida en el hogar.

¿Cómo saber la calificación energética de mi vivienda?

La calificación energética de una vivienda se establece mediante un certificado de eficiencia energética.

Este certificado proporciona información sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2 de la vivienda, así como recomendaciones para mejorar su eficiencia energética.

Solicita un Certificado de Eficiencia Energética

Para conocer la calificación energética de tu vivienda, debes contratar a un técnico certificador energético autorizado. Estos son profesionales que evaluarán los diversos aspectos del inmueble para determinar su eficiencia energética y emitir el certificado correspondiente.

El certificador energético realizará una inspección de tu vivienda, teniendo en cuenta aspectos como la orientación, los materiales de construcción, el sistema de climatización, la iluminación, entre otros. Recopilará información detallada para calcular el consumo energético y las emisiones de CO2.

Posteriormente, realizará el cálculo de la Calificación Energética, mediante el uso de programas de cálculo de eficiencia energética y metodologías específicas. Esta calificación se representa mediante una letra en una escala que va desde la «A» (más eficiente) hasta la «G» (menos eficiente).

Emisión del Certificado de Eficiencia Energética

Una vez realizado el cálculo, el profesional emitirá un certificado de eficiencia energética, y en este documento se incluirá la calificación energética de tu vivienda, así como datos técnicos sobre la evaluación realizada.

Es obligatorio registrar el certificado de eficiencia energética en el registro correspondiente antes de poner en venta o alquiler una vivienda. Este registro da validez al documento y ayuda a mantener un control y seguimiento de la eficiencia energética de los edificios.

La clave para las rehabilitaciones está en las recomendaciones de mejora

Junto con la calificación, el certificado de eficiencia energética proporcionará recomendaciones para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda. Estas sugerencias pueden incluir medidas como mejorar el aislamiento, cambiar ventanas, actualizar el sistema de calefacción, entre otros. Es a partir de ellas que se debe realizar cualquier tipo de rehabilitación para garantizar que las medidas tomadas conduzcan al éxito.

Realmente el certificado no solo sirve para asignar una letra en la escala, sino que proporciona información muy valiosa para tomar medidas que no solo pueden ahorrar energía, sino también mejorar el confort de tu hogar y reducir tus gastos en energía a largo plazo.

Medidas comunes para mejorar la calificación energética

Existen diversas medidas que puedes tomar para mejorar la calificación energética de tu vivienda, y las mencionaremos a continuación:

  • Mejora del Aislamiento: En ocasiones es necesario reforzar el aislamiento en paredes, techos y suelos, con el fin de reducir la pérdida de calor en invierno y la entrada de calor en verano, lo que disminuye la necesidad de calefacción y refrigeración.
  • Sustitución de Ventanas: Se pueden instalar ventanas de doble o triple acristalamiento con marcos eficientes para ayudar a reducir la transferencia de calor y la pérdida de energía, mejorando el confort interior.
  • Renovación de la climatización: Se pueden cambiar a sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes, como bombas de calor o calderas de condensación, que permiten disminuir el consumo energético.
  • Utilización de Iluminación LED: Llevar a cabo el reemplazo de las bombillas tradicionales por luces LED implica un menor consumo de energía.
  • Uso de Aparatos Electrodomésticos Eficientes: Hay que optar por electrodomésticos con etiquetas de eficiencia energética, como la clase A+++ para reducir el consumo de electricidad.
  • Instalación de Paneles Solares: Instalar paneles solares contribuye a la generación de energía solar y reduce la dependencia de la red eléctrica convencional, generando ahorros a largo plazo.
  • Control de Temperatura: Se puede instalar termostatos programables y termostatos inteligentes que permiten ajustar la temperatura de manera eficiente según las necesidades puntuales.
  • Uso de Grifos y Duchas Eficientes: Las nuevas tecnologías enfocadas en la eficiencia son nuestros grandes aliados para reducir el consumo. Se pueden instalar grifos y duchas de bajo flujo para reducir el consumo de agua caliente, lo que a su vez disminuye el gasto energético.
  • Mejoras de la Envoltura del Edificio: Realizar el sellado de grietas y fisuras en paredes y techos para evitar infiltraciones de aire no deseado.
  • Uso de Energías Renovables: Además de los paneles solares, se puede estudiar la posibilidad de usar otras fuentes de energía renovable, como la geotermia o la biomasa.
  • Optimización de Electrodomésticos: Procurar que los electrodomésticos permanezcan en buen estado y evitar dejarlos en modo standby para reducir su consumo.

Además de plantearse la rehabilitación energética, es importante practicar hábitos de uso eficiente, como apagar las luces al salir de una habitación, desenchufar dispositivos cargados y evitar un uso excesivo de la calefacción o el aire acondicionado.

¿Cómo y dónde acceder a las ayudas para la rehabilitación energética?

Para optar a las ayudas es necesario realizar rehabilitaciones enfocadas en acciones como el aumento del aislamiento de la fachada y de la cubierta, renovación de las ventanas, cambios en el sistema de calefacción o aire acondicionado, entre otras.

También son financiadas las obras dirigidas a la conservación del edificio, mejoras de la habitabilidad o la accesibilidad del inmueble, siempre y cuando dichas reformas contribuyan al objetivo de ahorro energético, mejora del confort y la calidad de vida.

La distribución de las ayudas es responsabilidad de las comunidades autónomas, por lo que es en las Oficinas de Rehabilitación de la comunidad autónoma en la que se ubique el inmueble donde se puede obtener más información sobre estos programas.

Ayudas para rehabilitación energética 2023

En cuanto a las ayudas para la rehabilitación energética en 2023, en 2018 se creó en España el Plan Estatal de Vivienda, que incluía ayudas para la rehabilitación, pero este fue reemplazado por el actual Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, que está en efecto en este año 2023, sin embargo, el mismo no contempla este tipo de ayudas.

En compensación, las ayudas destinadas a reformas y rehabilitación forman parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Para ello, se asignaron 3.430 millones de euros, financiados a través de los Fondos Next Generation de la Unión Europea, de los cuales 3.000 millones se destinan como subvenciones directas para la rehabilitación residencial.

Estas ayudas fueron establecidas como proyecto de ley a través del Real Decreto Ley 19/2021 y se materializaron en la Ley 10/2022, del 15 de junio, que impulsó la actividad de rehabilitación edificatoria.

Este programa de ayudas se divide en distintas actuaciones:

  • Mejora de la Eficiencia Energética en Viviendas: Se proporcionan ayudas para financiar mejoras en la eficiencia energética de viviendas habituales y permanentes. Con estas mejoras se persigue reducir al menos un 30% el consumo de energía no renovable y lograr un descenso mínimo del 7% en la demanda de calefacción y refrigeración.
  • Rehabilitación de Edificios: Son ayudas destinadas a financiar mejoras comprobables en la eficiencia energética de edificios residenciales y viviendas unifamiliares, con especial énfasis en la envolvente edificatoria que separa el interior del exterior.
  • Reducciones en el IRPF: Se han establecido tres deducciones en el IRPF para quienes ejecuten obras destinadas a mejorar la eficiencia energética en sus viviendas.
  • Reducciones en el IVA: El IVA, que suele ser del 21% para reformas, se reduce al 10% en determinados casos, incluyendo obras de rehabilitación y reforma.

En general, son iniciativas que buscan estimular la rehabilitación y mejora de viviendas, contribuyendo a la sostenibilidad y eficiencia energética, además de representar un impulso a la economía y al bienestar de la población.

Conclusiones sobre la necesidad de mejorar la calificación energética de una vivienda

Mejorar la calificación energética de una vivienda se presenta como una necesidad crucial en la búsqueda de un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

La mejora de la calificación energética implica un menor consumo de energía no renovable y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Esto contribuye de manera directa a la mitigación del cambio climático y a la preservación de nuestro entorno natural.

Independientemente de que las mejoras iniciales impliquen una inversión, a largo plazo, la eficiencia energética resultante se traduce en un menor consumo energético y, por ende, en ahorros significativos en las facturas de energía.

Además, una vivienda con una mejor calificación energética tiende a ser más confortable y habitable, lo que permite aumentar el valor y la demanda de la propiedad en el mercado inmobiliario.

Hay que tener en cuenta que las regulaciones y directrices respecto a este tema cada vez serán más estrictas, lo que quiere decir que mejorar la calificación de una vivienda será una obligación legal.

Finalmente, la mejora de la calificación energética es un paso importante hacia la responsabilidad individual y colectiva en la lucha contra el cambio climático.

En conclusión, mejorar la calificación energética de una vivienda no es simplemente una opción, es una necesidad urgente.

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