El próximo 6 de abril de 2022 comienza la presentación de declaraciones de Renta del año 2021 y, como cada año, toca rendir cuentas con la Agencia Tributaria (AEAT).

Independientemente de que el resultado de la declaración de la renta sea a ingresar o a devolver, la AEAT te da la opción, hasta 31/12/2022, de aplicarte una deducción en el IRPF por mejoras en la eficiencia energética de tu inmueble.

En pocas palabras, el Estado te paga parte de las obras por querer mejorar el consumo energético de tu inmueble. Es decir, si consigues que tu inmueble consuma menos energía, el Estado te premia con una deducción.

¿Por qué me ayudan con las obras de mejora de eficiencia energética?

Lo estamos viviendo. El precio de la energía está por las nubes. Cada vez cuesta más conseguir recursos energéticos y la Unión Europea es consciente del problema que está paralizando la economía. Además, los europeos somos dependientes energéticamente de otros países.

El objetivo, por parte de la Unión Europea, está claro: hay que reducir la demanda de energía. Si conseguimos reducir el consumo energético de la Unión Europea conseguiremos reducir la demanda de energía y, si conseguimos reducir la demanda de energía, también conseguiremos influir en el precio de la energía a nivel mundial.

Todavía hay mucho camino por recorrer pero hay que empezar ya por cambiar el modelo energético de la Unión Europea y fomentar la transición energética hacia un modelo que, por ejemplo, fomente las energías renovables (solar, eólica, hidráulica…).

No obstante, antes de empezar, debemos analizar quién es responsable del consumo energético a nivel europeo y si quién consume esa energía lo hace de la forma más eficiente posible. El hecho es que las edificaciones europeas son unas de las principals responsables del consumo de energía y, la mayoría de ellas (el 80%), están obsoletas y se construyeron sin tener en cuenta criterios de eficiencia energética.

Por ello, desde la Unión Europea, y gracias las modificaciones normativas oportunas, se fomenta que se realicen obras o mejoras que permitan mejorar la eficiencia energética de los inmuebles.

¿Qué acciones puedo realizar para mejorar la eficiencia energética de mi vivienda?

La respuesta correcta es: depende.

Sí, depende de cómo esté tu vivienda en este momento: ¿Es una edificación nueva? ¿Se han hecho mejoras o obras? ¿Se han cambiado ventanas? ¿El sistema de calefacción o refrigeración ha cambiado?

Podrás beneficiarte de una deducción sobre la renta si consigues mejorar porcentualmente el consumo energético de tu vivienda. Todo se mide respecto el origen (primer certificado de eficiencia energética) y su mejora (segundo certificado de eficiencia energética).

En definitiva, si tu vivienda, actualmente, es muy ineficiente desde el punto de vista de eficiencia energética tendrás muchas opciones de mejorar. Ahora bien, si cuentas con una vivienda de nueva construcción que disponga de una calificación energética con letra «B» o «A» será difícil mejorar la eficiencia energética puesto que ya partes de una muy buena base.

Cada vivienda es un mundo y necesita ser analizada detenidamente para averiguar qué acciones podrían realizarse para mejorar la eficiencia energética.

Nuestra recomendación es que obtengas un certificado de eficiencia energética para averiguar las recomendaciones que se muestran en él para que puedas mejorar la eficiencia energética del inmueble.

¿Cómo demuestro que he conseguido reducir mi consumo energético?

Muy fácil, mediante el certificado de eficiencia energética o certificado energético podemos calcular el consumo energético de un inmueble en condiciones normales de funcionamiento.

Como hemos comentado, harán falta dos certificados de eficiencia energética. Uno antes de realizar la mejora energética y otro después con el que se pueda calcular porcentualmente la mejora conseguida en términos de ahorro de energía y reducción de emisiones de CO2.

Aprovecha la ocasión y déjate aconsejar por certificadores energéticos que te ayudarán a conseguir que consumas menos energía en tu vivienda, ahorres dinero (el precio de la energía está por las nubes) y reduzcas tu huella de carbono en el planeta.