Como ya te hemos mencionado en este blog, el debate energético se encuentra, en esta segunda década del siglo XXI, en un punto álgido y complejo. Ya sea por la certificacion energetica, por la eficiencia en el consumo de energía o por la emisión de gases de invernadero, la energía y su uso son un tema candente y relevante para toda la sociedad.
Ello ha traído al centro de la escena a las fuentes de energía renovable como un aspecto esencial en la toma de políticas de parte de empresarios, gobierno y de la sociedad en general. El conocimiento es un punto de partida esencial para poder participar tanto del debate como de la toma de medidas certeras y bien encaminadas.
Entonces, discutamos algunos detalles de estas fuentes de energía renovable. Empecemos por la energía solar. Esta energía viene del sol y viaja hasta la tierra en forma de radiación electromagnética. La cantidad total disponible de energía solar en la Tierra se ve afectada por variables como la presencia de nubes y la distancia entre la Tierra y el sol. Una vez que la energía entra a nuestra atmósfera, se mide en watts por metro (es decir, cuanta energía ingresa y a qué capacidad). La energía solar puede recolectarse con paneles solares que la convierten en energía utilizable. La energía solar es abundante y continua, y al absorberse el gasto inicial en los paneles solares, es muy fácil recolectar la propia energía. Su uso doméstico más común es en la calefacción, enfriamiento y en la producción de electricidad.
Otra forma de energía renovable es la que viene de la tierra. Ésta se presenta en dos formas: en la propia Tierra y en la forma de energía geotérmica. Cuando las temperaturas que se encuentran bajo la superficie terrestre se utilizan de forma natural para generar de forma natural procesos de calefacción o enfriamiento, se dice que usamos energía terrestre. La energía geotérmica es un poco diferente, puesto que proviene de corrientes de vapor o agua caliente bajo la corteza terrestre. El objetivo principal de ambos tipos de energía es utilizar a la propia tierra como fuente energética. Ambas pueden utilizarse tanto para la calefacción y enfriamiento como para la producción de electricidad, pero no pueden usarse en todas las regiones, puesto que hacen falta grietas naturales en la superficie terrestre para que puedan hacerse instalaciones adecuadas.
Una forma de energía renovable que ha sido usada desde hace milenios es la que proporcionan las corrientes de agua.
En las instalaciones hidroeléctricas, se utiliza y potencia con diques y canales el poder del flujo del agua para instalar turbinas que generan energía eléctrica, valiéndose de la fuerza que produce el fluir del agua y su caída debido a la gravedad. Ahora bien, este tipo de energía requiere que exista una fuente abundante de agua y que existan las condiciones para la instalación de las plantas, como ríos caudalosos, cañones, cataratas y rápidos.
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