El cambio climático es innegable. Lo que hace varios años eran predicciones y avisos, se ha convertido en una realidad. El abuso constante de los combustibles fósiles y el poco cuidado del planeta por la sociedad en general llegó a un punto límite, y era necesario un cambio.  En su momento, la Unión Europea comenzó a realizar una serie de tratados con el objetivo de mejorar las condiciones del planeta, como por ejemplo el Certificado de eficiencia energética.

cambio climatico en nuestras manos

Estas medidas, de carácter obligatorio, buscan mejorar las condiciones en el corto, medio, y sobre todo, a largo plazo. Combatir el cambio climático es un gran desafío, y necesita del compromiso de la sociedad en su conjunto, desde las empresas más grandes hasta las personas a nivel particular. A continuación, se explicarán los desafíos que deben afrontar las empresas para adecuarse a las medidas y obtener el certificado.

¿Qué es el certificado de eficiencia energética?

Para definir de manera precisa el certificado de eficiencia energética, se trata de un documento oficial que redacta un auditor energético o técnico profesional y que detalla la información sobre el consumo energético de un inmueble. Este informe se lleva a cabo valorando los distintos niveles energéticos y determinando su consumo anual. Una vez finalizado, se le atribuye una etiqueta de eficiencia energética cuya calificación va de la A a la G (la A representa la mejor evaluación, mientras que la G es la peor).

Para plasmar esta información en números, los edificios ya construidos son responsables de lo siguiente: el 30-40% del consumo de energía total, el 30-40% de las emisiones de gases de efecto invernadero mundial, 30% de uso de la materia prima y entre 30-40% de la generación de residuos sólidos.

Debido a esto, y ante la necesidad de un cambio, la demanda de edificios sostenibles continúa en aumento. Particularmente, se puede apreciar en el desarrollo de las etiquetas ecológicas en todo el planeta. Además, el número de certificados creció de manera importante en los últimos años. El enfoque de ciclo de vida tomo vital importancia, el cual está diseñado para tener presente todo el ciclo de vida de los edificios, desde el comienzo con la extracción de las materias primas, hasta su final con la demolición y el reciclaje. Para esto, se están desarrollando normas, políticas y reglamentaciones.

¿Por qué los edificios?

En la mayoría de los países, los edificios son responsables de casi la mitad del uso de energía, un 40% para ser más precisos. Debido a que la demanda de construcción nunca cesa, sino que  sigue aumentando, la cifra crece al mismo tiempo. Los principales elementos que consumen energía son la refrigeración y la calefacción. Al tener un aislamiento insuficiente, una gran parte de esta energía es desperdiciada. Por eso, es fundamental el uso de técnicas de aislamiento y optimización energética, ya que se pueden generar ahorros en el funcionamiento de hasta el 80%.

La vida útil de un edificio es larga, y puede variar entre 50 y 100 años, o incluso más. Por eso, es imperiosa la mejora de la eficiencia energética de los edificios antiguos ya existentes, sumado a que las nuevas construcciones presenten los requerimientos energéticos óptimos. Estos deben ser de consumo energético bajo, además de un nivel de mantenimiento y una actualización lo más constante posible al realizar una refacción en el inmueble.

edificio verde

La implementación de esta medida influyó de gran manera en distintos rubros. La dinámica de  compra y venta de inmuebles se modificó y el mundo de la construcción tuvo que cambiar sus parámetros de funcionamiento. Por supuesto, también las empresas se vieron involucradas, pero ¿cuáles fueron estos cambios?

Cómo afectó a las instituciones

Desde que la medida se hizo efectiva en 2016, aquella empresa que disponga de más de 250 trabajadores o cuyos ingresos superen los cincuenta millones de euros debe realizar una auditoría energética obligatoria cada cuatro años con el objetivo de reducir su consumo energético, la dependencia energética exterior, la importación de combustibles fósiles y las emisiones de gases productores del efecto invernadero. El único caso en que una empresa está exenta de llevar  a cabo la auditoria es si ya poseen sistemas de gestión ambiental con certificado de eficiencia energética.

Beneficios

Con la implementación del certificado de eficiencia energética obligatorio, las empresas dejaron de lado cierto egoísmo que las caracteriza. En su mayoría, los empresarios buscan obtener ganancias, y muchas veces no prestan atención a las formas, ni se frenan a pensar como están contribuyendo en la contaminación ambiental. A su vez, también mejoran su  rendimiento energético y pueden llegar a reducir costos. Por un lado, ayudan a mejorar la sociedad donde conviven, y por el otro, también obtienen beneficios. Se trata de una ganancia doble. Sin embargo, es un proceso lento, que va avanzando paulatinamente y cuyos resultados se verán más pronunciados a largo plazo. Además, no todas las instituciones realizan el mismo esfuerzo ni se preocupan al mismo nivel.

Datos oficiales

En el año 2017, Endesa público un informe analizando la situación del consumo energético de las empresas en España, y su potencial para aplicar medidas que promuevan la eficiencia y sostenibilidad. A priori, los resultados indicaban que el consumo energético por parte de las empresas se fue reduciendo, mientras que aumentaba el grado de eficiencia en el uso de la energía. Sin embargo, si se miraba más profundo, solo el 18% de las empresas había implementado medidas de mejora de la eficiencia energética, y que una de cada dos podía mejorar su contratación de energía. El 57% de ellas se encontraba en el rango de 30 y 100KW de potencia contratada.

En ese informe, se detalla «la necesidad de un cambio en el comportamiento energético de las empresas para propiciar un desarrollo sostenible y competitivo mediante estrategias capaces de fomentar el ahorro y la eficiencia energética, especialmente en el caso de los edificios»  y citaba como ejemplo, la Directiva 2010/31/UE, la cual «ha supuesto la introducción del concepto de edificios de consumo casi nulo.»

Dentro de las principales medidas que eran elegidas por las empresas para mejorar su eficiencia energética, se encontraban: la optimización de la potencia contratada, la instalación de sistemas más eficientes de iluminación, la reducción de los consumos «stand-by» o fantasmas, y el control de la energía reactiva. Todas estas medidas son beneficiosas para el medio ambiente, ya que contribuyen de forma significativa a la reducción de las emisiones de carbono hacia la atmósfera.

Como conclusión, el informe era positivo, porque demostraba que el ahorro de energía y la eficiencia energética por parte de las empresas iban en aumento, pero que los resultados podían ser  mejores y con mayor cantidad de empresas participantes.

El pasado mes de febrero, «Johnson Controls Building Technologies & Solutions»  presento su informe anual sobre eficiencia energética, llamado «Energy Efficiency Indicator Survey 2018» y del cual fueron participantes organizaciones comerciales, industriales e institucionales, junto a gerentes, ejecutivos de nivel C, vicepresidentes y directores. Este escrito permite obtener varios datos de relevancia, los cuales en su mayoría son positivos.

Para comenzar, el dato de mayor relevancia es que el 56% de las empresas españolas tiene como objetivo aumentar durante este año su inversión en energía renovable y en soluciones de eficiencia energética. Es una cifra muy importante, ya que esta en concordancia con las cifras globales y con la misma previsión que los números de Estados Unidos. En cambio, el 37% de las compañías manifestó que mantendrá el nivel de inversión de años anteriores.

Importancia otorgada a la eficiencia energética

Otra cifra del estudio que resulta alentadora es el nivel de atención que las organizaciones españolas le otorgan a la eficiencia energética. El 69% de los encuestados remarcó que le otorgaran una importancia mayor respecto al nivel de años precedentes.

Certificado de eficiencia energetica

Como mejores medidas para aumentar la eficiencia energética, las organizaciones españolas eligen como opción principal las mejoras en los sistemas de calefacción, ventilación y climatización de sus edificios, seguido de los programas de comportamiento centrados en la energía, y la integración de sus sistemas de seguridad.

Respecto a las razones que llevan a la negativa de invertir en eficiencia energética en instalaciones o edificios, el 40% de los encuestados españoles manifestó como factor principal la falta de experiencia técnica para evaluar o ejecutar este tipo de proyectos. El 22% de los entrevistados nombro la falta de fondos para pagar las mejoras como segunda causa, mientras que la incertidumbre con respecto al ahorro y el rendimiento fue la tercera (15%).

El estudio también determinó los cinco grandes beneficios a la hora de integrar soluciones de eficiencia energética:

1. Ahorro de costes energéticos

2. Reducción de emisión de carbono

3. Atracción y retención de empleados

4. Atracción y retención  de clientes

5. Referencia positiva para los inversores

Desafíos institucionales a enfrentar

El sistema de construcción de un edificio debe tener presente elementos bioclimáticos, esto significa por ejemplo, aisladores de gran calidad. Las políticas de eficiencia energética del edificio deben ser perfeccionadas lo mayor posible. Es muy importante el asesoramiento energético por parte de servicios profesionales. Esto no es fácil de obtener.

En cuanto al uso de energías renovables, toda energía que se utilice debe provenir de fuentes limpias si se quiere ser lo más eficiente energéticamente. Para ello,  se necesita una instalación de equipos de alta eficiencia energética, como enfriadoras del agua o calderas de condensación. También se trata de algo muy costoso y que lleva su tiempo.

La auditoria energética es un servicio muy útil para detectar irregularidades en la eficiencia energética de los edificios. No solo se logra un modelo energético más saludable para el medio ambiente, sino que un consumo mas óptimo logra un ahorro económico de gran importancia. El estudio no puede ser realizado por cualquier persona, debe ser llevado a cabo por un auditor o técnico autorizado y certificado. Esto lo transforma también en un desafío, ya que deben encontrar un buen auditor, cosa que no es fácil, y además se necesita dinero para pagarle al profesional por su servicio.

Tras realizar la evaluación, se determinan cuáles serían las medidas ideales para mejorar la eficiencia del edificio. Este proceso no es gratuito, se debe abonar el servicio a una empresa especializada o a una persona en particular, por lo que en un principio se consideraba un gasto. Sin embargo, tras mirarlo desde otro punto de vista, se trata realmente de una inversión. Al llevar a cabo el análisis energético y la búsqueda de la mejoría, la eficiencia mejora en un valor promedio de 20%. Esto se traduce en un mejor rendimiento y en menores costos, por lo tanto, la empresa también obtiene beneficios. No es un gasto, es una inversión. En cuanto al costo de una auditoria, este puede variar de gran manera según las características propias de las instalaciones, sumado a los distintos puntos de energía que disponga, los cuales deben cubrir al menos, un 85% del consumo total del edificio. Es prácticamente imposible determinar un precio, por lo que es necesario pedir un presupuesto para cada situación particular.

Otro desafío de las empresas es encontrar especialistas actualizados a las necesidades actuales. Por ejemplo, aquel profesional que se encargaba de instalar puertas y ventanas, no solo debe tener los conocimientos sobre el metal y la madera, sino que debe ampliar su horizonte y saber como funciona la impermeabilidad del aire, sobre fugas de luz y calor, la utilización de materiales aislantes, entre otros. Esto hace que las empresas tengan problemas al encontrar profesionales que lleven a cabo al trabajo de manera perfecta, y también está el problema del dinero que estos cobran. Ante la demanda de especialistas en eficiencia energética, el precio que fijan para realizar el trabajo es alto.

Otras áreas, como la fontanería y la electricidad también sufrieron una revolución. La llegada de las nuevas tecnologías y la forma de producción en ventilación, calefacción, y agua caliente cambio de forma drástica, y tanto fontaneros como electricistas deben adaptar sus propuestas de construcción hacia la eficiencia energética.

Conclusión

La eficiencia energética se resume en la relación entre el nivel de consumo de energía y los productos o servicios obtenidos, por lo que cuando se pone en marcha este plan, también se logra un efecto en el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, al reducir la emisión de gases de invernadero. Por lo tanto, los beneficios son variados, aún cuando los desafíos estén presentes.

En primer lugar, desde el punto de vista económico: al lograr un mejor consumo de energía, se abaratan los costos. Luego, desde un punto de vista ambiental: al optimizar la energía, se reduce la demanda y se utilizan menos recursos naturales, logrando un efecto positivo sobre ríos y suelos. Además, se reduce la emisión de gases nocivos, como el dióxido de carbono, que contaminan la atmósfera y producen calentamiento global. Por último, y no menos importante, socialmente: la calidad de vida de las personas mejora al gastar menos dinero en energía.