El parque inmobiliario español es un gran productor de gases de invernadero. Por siglos, las construcciones de viviendas no siguieron ningún parámetro de eficiencia energética, no cuentan con aislamiento térmico y utilizan, aun actualmente y con toda la reglamentación existente alrededor del certificado de eficiencia energética, sistemas de calefacción y producción de agua caliente sanitaria que no están tecnológicamente a tope y que desperdician una gran cantidad de energía.
El sector de la construcción en la actualidad trabaja por crear propiedades inmobiliarias que no tengan estas fallas estructurales y poner en el centro de sus objetivos el consumo de energía, de forma que sean construcciones que apunten a un futuro más sustentable.
Los objetivos europeos son ambiciosos en términos energéticos, pero ello es enfocado a reducir la producción de gases contaminantes a efecto invernadero no sólo pensando en el año 2020 (cada vez más próximo), sino también con objetivos a medio y largo plazo de reducción cada vez más significativa del uso indiscriminado de la energía.
Todas estas metas planteadas tanto a escala europea como española, son muy demandantes y desafiantes en cierta medida, y requieren una colaboración de toda la industria y el sector de la construcción y, por lo tanto, éste se ha visto transformado y modificado y lo será cada vez más. Las casas y los inmuebles no se construyen como se hacían antes y ello es una gran oportunidad para todo el sector, aunque implique también una amplia dosis de retos y desafíos.
¿Por qué del cambio en el paradigma de la construcción?
En la construcción de una gran cantidad de edificios, de barrios completos o incluso de zonas arquitectónicas que han sido diseñadas y construidas en base a diversos conceptos de eficiencia energética y tecnologías ambientalmente «amigables» o conscientes, se nota cómo las cuestiones que antes eran prioritarias dejan de serlo. Estos conceptos diferentes del sector se definen por sus propios nombres. Los más reconocidos son: edificios eficientes energéticamente, edificios y estructuras de bajo consumo energético, casas de bajo consumo, edificios cero-consumo energético, estructuras pasivas energéticamente, arquitectura bioclimática, casas saludables, construcciones inteligentes, edificios de alta tecnología o bien, construcciones neutras en términos medioambientales.
Actualmente, las normas europeas fuerzan a todos los actores involucrados en la construcción a pensar los inmuebles de una forma diferente. Todo cambia: desde la orientación con que se diseña una casa hasta los materiales que se utilizan. Todas las profesiones ligadas al mundo de la construcción han cambiado en las últimas décadas y este cambio se ha acelerado desde la aprobación de la norma Directiva 2010/31/UE (refundición de la Directiva original, 2002/91/CE), y de los reglamentos españoles que de ésta se derivan.
Lo que podemos observar es que la eficiencia energética influye seriamente en la forma en que se está intentando renovar el parque inmobiliario y con el que se diseñan los nuevos inmuebles, porque implica no sólo una disminución drástica en la emisión de gases contaminantes, sino porque representa un gran ahorro económico a mediano y largo plazo. A los gobiernos, instituciones, empresas y particulares les interesa economizar recursos. A nadie le gusta perder dinero o invertir dinero que no produzca una ganancia. La eficiencia energética en una construcción potencia el ahorro, disminuye los gastos e impacta positivamente el confort en el uso de un inmueble.
Es por ello que la legislación ha cambiado, los permisos de construir se otorgan cuando hay una serie de requerimientos mínimos a cumplir, e incluso para una reforma, gracias a los incentivos fiscales, la eficiencia energética pasa a primer plano.
Estas razones son el por qué detrás de los cambios…pero en la práctica, estos cambios han implicado una multitud de pequeñas modificaciones cotidianas.
Cambios en la cotidianidad del sector
La especialización de las empresas y profesionales que trabajan en el sector de la construcción ha sido un proceso paulatino a lo largo del siglo XX. Antes, un mismo profesional era quien construía una casa completa, por dentro y fuera, instalaba puertas y ventanas y sólo se requería la mano de obra especializada en fontanería y electricidad.
Actualmente, el sector se ha diversificado muchísimo y hay artesanos especializados para cada uno de los aspectos de la construcción. Ello en sí ya ha sido un cambio entre la forma tradicional de construir y una manera más profesionalizada y puntual de hacerlo. Pero en los últimos 20 años, la discusión medioambiental ha empujado aún más esta especialización.
Un especialista en la instalación de puertas y ventanas ya no puede sólo limitarse al trabajo del metal y la madera, sino que debe también conocer de impermeabilidad al aire, de fugas caloríficas y luminosas, de instalar un triple vitral, de usar materiales aislantes. Esta serie de conocimientos hacen que una empresa y sus profesionales no puedan abarcar otras áreas de la construcción, a riesgo de no realizar bien su trabajo.
Sucede lo mismo con empresas y profesionales de otras áreas, que han tenido que profundizar su savoir-faire de forma mucho más aguda que en el pasado. En fontanería y electricidad el cambio ha sido drástico, las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y la forma de producción de agua caliente sanitaria, calefacción y ventilación, han revolucionado completamente el sector. Los electricistas y fontaneros deben ser a su vez especialistas en eficiencia, en propuestas tecnológicamente adaptadas a cada construcción.
El uso de energías limpias es mucho más minucioso que el uso de las tradicionales. Hay que determinar la más adecuada para el tipo de construcción, cuando anteriormente sólo se precisaba instalar un sistema de calefacción a gas o en todo caso eléctrico y listo. Actualmente, las condiciones de insolación, el viento, la luz y la sombra, el que una casa esté o no rodeada de árboles, todo es importante al momento de elegir sea el uso de energía eólica, solar o geotérmica para complementar otras energías, y también para saber qué forma de calefacción y producción de agua caliente sanitaria es la ideal para sacar provecho de las condiciones de la construcción.
Con ello, desde arquitectos e ingenieros, hasta albañiles, instaladores, electricistas y fontaneros, todos han tenido que modificar su forma de trabajar. Ello ha llevado también a que aparezcan nuevas profesiones, especializaciones y áreas de trabajo alrededor del mundo de la construcción. Una revolución poco silenciosa que ha afectado a todos y cada uno de los artesanos y profesionales del área, y que sigue cambiando nuestra forma de entender cómo se debe construir una casa.
Nuevas profesiones alrededor de la energía
Estos nuevos conocimientos y las nuevas habilidades que los artesanos profesionales del medio de la construcción deben dominar, dan nacimiento también a nuevas áreas de desempeño laboral. El ejemplo más claro es el que nosotros en certificadodeeficiencianergetica.com, el de los certificadores y auditores energéticos. Dada la necesidad no sólo de invertir en la renovación, modificación y construcción especialmente dirigida hacia el uso eficiente de la energía, sino de su certificación energética técnica especializada, existen actualmente muchos especialistas que ofrecen sus servicios a un precio competitivo al público.
Arquitectos e ingenieros, entre otros profesionales, siguen formaciones que les permiten no sólo auditar y evaluar el desempeño energético de un inmueble, sino también emitir los papeles oficiales que garantizan y realizar parcialmente los trabajos de instalaciones térmicas, de selección de energías renovables, de proposición de reformas, de mejoras técnicas, etc.
De hecho, hay tantas ofertas especializadas que en ocasiones es difícil elegir el técnico adecuado, tanto para particulares como para empresas inmobiliarias, por lo cual se ha abierto también un nicho de mercado para sitios como el nuestro, que propone un comparador de técnicos especializados en la certificación energética, brindándoles a los profesionales una ventana para mostrar sus servicios, y a los particulares interesados, una buena forma de encontrar el técnico ideal para su proyecto.
Hace veinte años, un sitio como el nuestro con la enorme agenda de excelentes profesionales con que contamos, habría resultado inimaginable. Su sola existencia es una prueba de las grandes modificaciones que ha enfrentado el sector de la construcción (y podríamos decir que también el sector inmobiliario).
Formación continua y nuevas habilidades requeridas para los profesionales del sector de la construcción
La cuestión es que el sector de la construcción ofrece un enorme potencial para realizar ahorros derivados del uso eficiente de la energía. Desde el año 2020, los inmuebles a casi nulo consumo (NZEB por sus siglas en inglés) serán una norma en el ya muy cercano año 2020. El reto más importante para poder canalizar este potencial, es precisamente desarrollar las habilidades de los profesionales de todos los niveles del sector para que se puedan alcanzar los objetivos que el uso adecuado de la energía supone.
Es precisamente de cara a este desafío que la Unión Europea lanzó desde el año 2011 la iniciativa Build UP Skills. Su objetivo era incrementar la cantidad de profesionales desarrollando plataformas nacionales de formación y generando oportunidades de capacitación de cara al Horizonte 2020, desarrollando programas multi-nacionales de educación continua en el sector.
Es importante que las habilidades a incentivar de cara a la eficiencia energética deben considerar toda la cadena del sector de la construcción, incluyendo diseñadores, arquitectos, ingenieros, a quienes fungen como gerentes de construcción directamente en las obras, a los técnicos, instaladores e incluso a quienes apenas están aprendiendo un oficio en el área.
Todas estas profesiones enfrentan un desafío nuevo y continuo de cara a estos edificios que apuntan al casi cero consumo. La capacitación se ha ido dando y seguirá profundizándose en cuanto a materiales y productos, la integración de energías renovables, los nuevos sistemas y procesos, la propia certificación, y el uso de herramientas informáticas para el modelado de edificios.
Este tipo de programas se acompaña con iniciativas que hacen que se incremente la demanda de mano de obra calificada, creando nuevas oportunidades de empleo y beneficiando a mediano y largo plazo a la competitividad económica de la propia UE.
Toda esta formación permite que todos los actores del sector se desempeñen dentro del margen de la búsqueda de la sustentabilidad a largo plazo de la propia industria.
Actualmente, la construcción no depende únicamente de los vaivenes del mercado inmobiliario. La renovación, el descubrimiento de nuevas formas de pulir y afinar el uso eficiente de energía se convierte en un motor adicional del sector, permitiendo que crezca la innovación.
Formaciones tan diversas como:
- El manejo de herramientas informáticas especializadas para detectar el estado de conservación de un inmueble respecto a su última evaluación energética.
- La creación de modelos desde lo arquitectónico como desde lo comercial para el diseño de edificios con la producción energética fotovoltaica integrada.
- El diseño de muros y tejados verdes.
- La evaluación del impacto de la pobreza energética.
- El uso de nanomateriales en la producción de energía fotovoltaica y eólica.
- La detección de formas de financiamiento en la formación de los profesionales del sector.
- El uso y manejo de materiales innovadores en el aislamiento térmico y en puertas y ventanas.
Y éstos son sólo ejemplos de qué tan intensos son los cambios en el sector. Todos quienes de alguna forma lo integramos, vemos y comprendemos la importancia de la educación y formación continua, de cara a normas y objetivos cada vez más agudos en cuanto a su exigencia medioambiental.
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