Al conseguir el certificado energético y la etiqueta energética, es posible que solicitemos un dossier adicional con recomendaciones relativas a cómo ahorrar energía.
Estas pueden ser o bien muy básicas, o recomendaciones profundas y bien delineadas respecto a cómo rediseñar, arreglar o en definitiva construir una casa que sea altamente eficiente en cuestión de energía.
En este sentido, existen estudios que han delineado pautas respecto a cómo diseñar y construir un edificio que sea eficiente energéticamente. Un edificio eficiente en este aspecto puede definirse como una edificación diseñada para proporcionar una reducción significativa de la energía requerida para producir calor y enfriamiento, independientemente de la energía y de los equipos que se seleccionen para calentarlo y enfriarlo.
Lo anterior puede lograrse mediante los siguientes elementos:
1. Arquitectura bioclimática: la forma y orientación del edificio, protecciones solares, sistemas solares pasivos.
2. Desarrollo de un edificio de alto rendimiento: mediante el aislamiento térmico, ventanas y ventilaciones de alto desempeño, formas de sellar contra la entrada de aire, y evitando las brechas térmicas.
3. Ventilación controlada de alto desempeño: aislamiento mecánico, recuperación del calor.
Solamente cuando el edificio ha sido diseñado para minimizar la pérdida de energía, tiene sentido empezar a buscar una fuente energética (incluyendo las energías renovables) y los equipos de calefacción y enfriamiento. Este enfoque se denomina el enfoque trifásico de la energía. Las tres fases del mismo son:
a. Reducir la demanda de energía al evitar su desperdicio y diseñando medidas de ahorro de energía.
b. Utilizar fuentes renovables de energía en lugar de combustibles fósiles.
c. Producir y utilizar la energía proveniente de combustibles fósiles de una forma tan eficiente como sea posible.
La arquitectura bioclimática considera el clima y el ambiente como elementos que pueden ser de mucha ayuda para lograr el confort visual y térmico dentro de la edificación. El diseño bioclimático toma en cuenta el clima local para hacer el mejor uso posible de la energía solar y otras fuentes ambientales, en lugar de intentar evitarlas. El diseño bioclimático incluye los siguientes principios:
– La forma del edificio debe ser compacta para reducir las superficies de contacto con el exterior, el edificio y, especialmente, sus aperturas tienen que tener la orientación adecuada (de preferencia hacia el sur) y los espacios interiores serán diseñados de acuerdo a sus requerimientos de calor.
– Se aplican técnicas adecuadas a la parte exterior del edificio y a sus aperturas para protegerlo del calor solar tanto en invierno como en verano. Los sistemas solares pasivos colectan la radiación del sol como una forma gratuita de calefacción e iluminación. El edificio se protege del sol del verano fundamentalmente con la sombra, pero también utilizando materiales y colores adecuados.
El aislamiento térmico es una opción económica y disponible de forma sencilla, que parte de tecnología probada que permite economizar energía y dinero, reduciendo las emisiones de dióxido de carbono desde el momento en que se instala.
Todas estas son las posibles recomendaciones (entre muchas otras) que pueden llevar a la remodelación o construcción de un edificio eficiente energéticamente.
Un buen artículo,un artículo claro,con terminologías y explicaciones sencillas, para que todo el mundo las comprenda. Excelente mas que todo porque son materiales totalmente reforzados para el area de la construcción, ya que lo que se quiere es hacer el mejor trabajo que se pueda.