Una buena calificación energética se traducirá en una reducción impositiva
El uso eficiente de la energía tiene múltiples ventajas. Ya sea con una construcción nueva o gracias a reformas puntuales realizadas en un piso ya existente, la obtención de una buena calificación energética en el momento de tramitar el certificado de eficiencia energética se traduce en una mayor visibilidad en el mercado inmobiliario (haciendo más fácil alquilar o vender un inmueble), en un ahorro significativo en las facturas de gas o combustible y electricidad, y también en una disminución de nuestro impacto contaminante en nuestro entorno.
Además de todo lo anterior, en la actualidad se abre la posibilidad de que los inmuebles que cuenten con las mejores calificaciones plasmadas en la etiqueta que forma parte de su certificado energético, tengan una reducción de hasta el 20% en el pago de los impuestos catastrales (IBI).
Esta iniciativa, misma que explicaremos a continuación con mayor detalle, nace como una respuesta institucional a la necesidad de potenciar la reducción de emisión de gases como el dióxido de carbono y contaminantes en general, puesto que la normativa a escala europea cada vez hace más énfasis en que es preciso reducir el impacto contaminante que tenemos como sociedad. Ya la obligatoriedad del propio certificado era un paso para presionar un poco a la población a tomar conciencia de que un hogar en su conjunto es un consumidor constante de energía, con lo que contamina silenciosamente todo el tiempo. Pero aun así, son muchos los ciudadanos que no cobran conciencia de la importancia en el uso adecuado y eficiente de los recursos energéticos, por lo que a escala nacional se piensa motivar a los Ayuntamientos a “premiar”, por decirlo de alguna forma, a aquellos inmuebles que mejor se desempeñen en cuestión de energía, reduciendo su carga de impuestos.
Aquí en certificadodeeficienciaenergetica.com te ofrecemos un desglose detallado de esta buena noticia.
¿En qué impuesto impactará la reducción? El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)
Empecemos por explicar en qué consiste esta propuesta. En septiembre del 2015 se dio a conocer que el Ministerio de Hacienda abrirá la posibilidad a los Ayuntamientos de efectuar una reducción de hasta un 20% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (mejor conocido como IBI) a aquellas edificaciones que sean más eficientes energéticamente, de acuerdo a una enmienda que Serpa ha presentado por una facción parlamentaria a los Presupuestos Generales de Estado del año 2016 en el Senado, y que entrará en vigor el primero de enero del año 2016. El requisito para obtener esta significativa reducción impositiva será acreditar con la presentación del certificado energético la buena calificación del inmueble.
La mencionada enmienda se dirige a una modificación de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, y gracias a este cambio, las ordenanzas fiscales de cada Ayuntamiento podrán establecer y regular una bonificación sobre la cuota íntegra del IBI urbano. Evidentemente, entre mayor eficiencia, mayor será la bonificación.
Este impuesto, el IBI, es uno que tiene carácter directo y local, gravando la titularidad y derechos reales que se tienen sobre un determinado bien inmueble. Fundamental en la fijación de este impuesto es el Catastro, que es el órgano que posee la potestad para clasificar bienes y establecer su titularidad.
La determinación de la «base imponible del impuesto» se hace en base al valor asignado por el propio Catastro, organismo encargado de hacer valoraciones y actualizaciones a los bienes inmuebles registrados. Cuando el ajuste a la base imponible del impuesto se ha determinado, corresponde a la ley de Haciendas Locales fijar los gravámenes mínimos y máximos para cada inmueble de acuerdo a su clasificación y la tipología del municipio.
La mayor importancia de este impuesto es que constituye la base de las recaudaciones de las Haciendas Locales. Serán por lo tanto las propias Haciendas Locales que de acuerdo a la ley que las regula, podrán establecer con libertad exenciones y aplicar coeficientes de reducción o ampliación. La recaudación de este impuesto constituye aproximadamente el 50% de los recursos en los Ayuntamientos.
Para consultar el texto del Boletín Oficial del Estado referente a las Haciendas Locales y el IBI, se puede acceder a los siguientes sitios:
Naturaleza de la reducción impositiva
De acuerdo a esta propuesta legislativa, entre más alta sea la calificación energética de un inmueble (ya sea un piso, una casa o un local comercial, e incluso un edificio completo), tal y como se encuentre asentada en su certificado de eficiencia energética mayor será el descuento. En la siguiente tabla podemos observar los porcentajes propuestos:
Como podemos observar, la reducción es significativa, sobre todo para los inmuebles en lo alto de la tabla de calificaciones energética.
Recordemos que un inmueble calificado “A” en su etiqueta energética es no sólo porque sus emisiones de dióxido de carbono son reducidas, si no porque hace un uso adecuado y eficiente de las fuentes energéticas, e incluso, utilizando fuentes renovables de energía. De tal forma que no es fortuita esta reducción impositiva, pues ya sea que se trate de una construcción nueva o que se hayan realizado reformas en una construcción pre-existente, el adecuar una edificación para ser cada vez más eficiente energéticamente es una inversión considerable. Sí, es una inversión que regresa en forma de ahorro y confort, pero aun así, resulta un gasto grande y que no sólo beneficia al propietario, sino a toda la comunidad.
Siguiendo con esta lógica, vemos como la reducción en los impuestos que finalmente van a quedarse en un ámbito más local, como es el caso del IBI, es decir, que se invertirán en trabajos y servicios de un ámbito comunitario, se busca para personas que han realizado una inversión importante que economizará recursos naturales y energéticos a la comunidad y que además, contaminará menos su entorno cercano. Es una relación de causalidad que beneficia tanto al usuario individual que paga menos impuestos a cambio de un hogar económico y térmicamente confortable, como a la comunidad que se ve más respetada en cuanto a naturaleza y uso de la energía.
Objetivo: fomentar la eficiencia energética
El certificado de eficiencia energética es un requisito sin el cual no se puede ni vender ni alquilar un bien inmueble. El objetivo de hacer obligatorio este trámite es el hacer que las casas y edificaciones más eficientes en términos de energía sean los que más rápido salgan del mercado, fomentando con ello las reformas y construcciones que busquen la eficiencia.
Siguiendo con esta misma línea de trabajo, gubernamentalmente se ha buscado ir más allá y no sólo sancionar a quien no certifique su vivienda antes de intentar venderla o encontrar quien la alquile, si no premiar a quien lo haga.
¿Qué podemos hacer si deseamos alcanzar este interesante descuento? Bueno, ello dependerá de nuestra situación. ¿Vas a construir una casa nueva, de cero? Seguramente la empresa constructora te propondrá diversas alternativas para desde un comienzo, alcanzar mínimamente una calificación “B” en la etiqueta energética. Algunas de las ideas que seguramente te propondrán son:
- Elegir una orientación sur para la construcción, adecuada para aprovechar al máximo la luz y el calor del sol, consiguiendo reducir significativamente el consumo de electricidad para iluminación y también disminuir la necesidad de usar la calefacción, sobre todo en zonas frías.
- Realizar un adecuado aislamiento térmico en todos los muros de la construcción. Ésta podrá ser interna o externa, pero resulta fundamental para beneficiarse al máximo del calor del sol y de la frescura de la sombra en las diversas estaciones, es decir, tener una casa templada usando al mínimo la calefacción y los aires acondicionados.
- Instalar desde un principio una caldera o forma de calefacción y producción de agua caliente sanitaria que sea, así mismo, altamente eficiente en términos de energía. Calderas termodinámicas, bombas de calor que utilizan el aire frío y caliente del exterior, son sólo algunas opciones en este rubro.
- La utilización de una fuente de energía renovable. Puede ser por ejemplo, paneles solares o la utilización de biomasa. Cabe aclarar que sin el uso de una fuente de energía renovable, es difícil tener una calificación de “A” en la etiqueta energética.
En el caso de que ya poseamos un piso previamente construido, las opciones para realizar reformas encaminadas a conseguir una mayor eficiencia energética pueden encontrarse en el reporte que entrega un certificador energético. Estas recomendaciones no tienen un carácter obligatorio, pero sí que tienen un gran carácter utilitario si lo que buscamos es mejorar el desempeño energético de un inmueble. Recordemos que el certificador energético hará una evaluación dedicada y precisa de todas las características de la edificación, proponiendo las mejoras concretas que le permitirán mejorar su desempeño energético y por ende, su calificación.
Uno de los principales objetivos gubernamentales al incentivar la eficiencia energética es cumplir los compromisos que tiene España a escala europea, tanto en la reducción de emisiones como el dióxido de carbono, como en el de uso de energías renovables.
A este respecto, cabe especificar que España en la actualidad se ubica muy bien en el camino de cumplir con los objetivos en materia de energías renovables para 2020. Por ello, si todo sigue como hasta ahora, España cumplirá con el objetivo del 20% para 2020, de acuerdo con la tendencia actual y las previsiones. Estas previsiones positivas provienen del hecho de que en el año 2014 se alcanzó un 17% de renovables ante un 12.1% de la ruta prevista para alcanzar el objetivo en 2020. A finales del 2015, España ha cumplido todos los compromisos en materia de energías renovables estipulados desde el año 2012 en virtud de la pertenencia del país a la Unión Europea. Los esfuerzos realizados en este sector le han valido a nuestro país un avance significativo incluso frente a otros países de la zona, como el Reino Unido, que apenas ha alcanzado un quince por ciento.
De esta forma podemos observar que la reducción impositiva propuesta, se enmarca dentro de una estrategia más amplia a escala nacional e incluso europea por fomentar en todo sentido el uso de energías renovables, el uso racional y eficiente de la energía y la disminución de las emisiones contaminantes.
Toda esta política medioambiental adquiere, gracias a esta propuesta de reducción impositiva, un carácter más social y se inscribe dentro de una visión ecológica más cercana a la población, que de esta forma, se sentirá más inclinada a realizar una certificación energética, más allá del hecho de que este trámite es obligatorio.
Para finalizar cabe enfatizar el hecho de que por muy eficiente energéticamente que sea una vivienda, ésta no podrá beneficiarse del descuento correspondiente salvo que cuente con un certificado energético emitido por un técnico certificado y validado oficialmente. Si quieres aprovechar esta excelente noticia en enero del año 2016, puedes aprovechar y certificar tu vivienda en este momento, buscando un certificador cercano a tu domicilio en el comparador que te ofrecemos aquí en certificadodeeficienciaenergetica.com
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