El Consejo Europeo y el Parlamento han alcanzado un acuerdo provisional sobre una propuesta de revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios.
Se ha logrado un pacto entre las partes involucradas para establecer nuevas normas para impulsar la eficiencia energética en Unión Europea (UE).
La meta es poder garantizar un futuro más sostenible y por este motivo se ha dado el visto bueno para así sembrar las bases de una nueva ruta hacia la era de la eficiencia energética.
Uno de los objetivos fundamentales es que los nuevos edificios sean de cero emisiones de aquí a 2030 y que a su vez los edificios existentes se transformen en edificios de cero emisiones de aquí a 2050.
Si te interesa saber: ¿Qué cambios se han propuesto? ¿Cuáles son las novedades? Te lo explicaremos de manera detallada y resumida para que puedas estar al tanto de lo que se avecina en materia de eficiencia energética.
Nuevas normas de eficiencia energética en UE ¿A quiénes involucra?
El pacto es un esfuerzo conjunto de varias partes, entre ellas la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (DEEE) quienes alinean sus energías con la UE por descarbonizar los edificios en toda la región.
A través del Pacto Verde Europeo se elevará el nivel de vida de las personas en todos sus espacios, es decir desde donde habitan hasta en los sitios donde laboran.
La reducción de las facturas energéticas será un resultado inminente de las acciones que se promueven a través de los acuerdos.
De manera simultánea se reforzará la independencia energética de Europa, para estar en sintonía con el Plan REPowerEU.
En cuanto a lo que se refiere al sector construcción se plantean aportes para conseguir cambios significativos y muy contundentes.
El acuerdo está en sincronía con la Directiva sobre Eficiencia Energética (UE) 2023/1791, reforzando de esta manera la consigna de que «la eficiencia energética es prioritaria».
Propuestas y algunos aspectos claves
-
Reducción de consumo de energía en residencias
Se espera conseguir una reducción en el consumo de energía de 16% para el año 2030 y llevar este porcentaje a un 20 o 22% para 2035 en residencias.
Cada Estado miembro fijará su ruta o estrategia para reducir el consumo medio de energía primaria en esos porcentajes. La idea es que exista flexibilidad para que cada estado se adapte a sus circunstancias nacionales, por ende, cada uno de ellos será libre de elegir las medidas a adoptar y los edificios a los que estas se aplicarán.
-
El ojo puesto en los edificios menos eficientes
Se debe concentrar la atención en edificios menos eficientes, en ellos se plantea conseguir, por lo menos, un 55% de reducción de energía a través del impulso de las reformas.
Se propondrán una serie de medidas que ayudarán a los gobiernos de la región a impulsar el rendimiento energético de los edificios particularmente en aquellos edificios menos eficientes.
-
Edificios no residenciales
La normativa plantea una mejora gradual mediante normas mínimas de eficiencia energética. Para el caso de los edificios no residenciales, se plantean mejoras del 16% para 2030, 26% para 2033.
-
Las excepciones
Los países miembros pueden liberar de la obligatoriedad de las propuestas a categorías de edificios residenciales y no residenciales, es decir se exceptúa por ejemplo los edificios históricos, así como las viviendas vacacionales.
-
Certificados de Eficiencia Energética
El Certificados de Eficiencia Energética será un modelo común de la UE para así mejorar la lectura y toma de decisiones.
Los certificados de eficiencia energética serán uniformes en toda la Unión Europea, con los mismos criterios
-
Pobreza Energética
Se hará énfasis en la erradicación de la pobreza energética a través de los incentivos financieros dirigidos a personas vulnerables.
-
Arrendatarios
Se trata la protección a inquilinos, es decir, los Estados miembros también deberán garantizar que existan salvaguardias para los arrendatarios, para evitar que ocurran masivos desalojos en hogares vulnerables producto de los aumentos considerables de los alquileres posterior a las renovaciones.
-
Medidas para una mejor planificación
La Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (DEEE) revisada incorpora medidas destinadas a mejorar la planificación estratégica de las renovaciones, junto con instrumentos que aseguran la implementación efectiva de dichas mejoras.
¿Qué acciones tendrían que llevar a cabo los Estados miembros?
Serían las siguientes:
- Planes nacionales de descarbonización en parques inmobiliarios
Desarrollar planes nacionales de renovación de edificios para establecer estrategias nacionales con el objetivo de conseguir la descarbonización de los parques inmobiliarios.
Se debe abordar de manera simultánea aspectos claves para conseguir esta meta, como la financiación y la formación de trabajadores altamente calificados que sean capaces de atender las necesidades del sector.
- Pasaporte de renovación de edificios
Implementar sistemas nacionales de pasaporte de renovación de edificios para guiar a los propietarios en renovaciones graduales hacia edificios con emisiones netas cero.
- Puntos de contacto centralizados
Establecer puntos de contacto centralizados para propietarios de viviendas, pymes y todos los actores involucrados en la cadena de valor de la renovación. Se debe facilitar la obtención de apoyo y conseguir una orientación personalizada.
Eliminación progresiva de calderas y el uso de combustibles fósiles
Como es sabido, la UE es dependiente de otros países de recursos fósiles, como el gas. Por ello, las nuevas normas para impulsar la eficiencia energética en UE apoyan la eliminación progresiva de calderas que utilizan combustibles fósiles. De esta manera, los europeos dejaremos de pagar por recursos fósiles sobrevalorados y que, a largo plazo, van contra sostenibilidad del planeta.
A partir del 1 de enero de 2025, no se otorgarán subvenciones para la instalación de calderas independientes alimentadas con combustibles fósiles.
La Directiva revisada proporciona una base legal clara para que los Estados miembros establezcan requisitos para los generadores de calor basados en las emisiones de gases de efecto invernadero, el tipo de combustible utilizado o la cuota mínima de energías renovables para calefacción.
Además, se insta a los Estados miembros a implementar medidas específicas para la eliminación gradual de los combustibles fósiles en sistemas de calefacción y refrigeración, con el objetivo de eliminar por completo las calderas alimentadas con combustibles fósiles para 2040.
Promover la movilidad sostenible
Se estimulan las prácticas de movilidad sostenible mediante disposiciones relacionadas con el precableado, los puntos de recarga eléctrica y las áreas de estacionamiento para bicicletas.
De hecho, será obligatorio el pre cableado en edificios nuevos y renovados, con la idea de simplificar el acceso a la infraestructura de recarga.
A su vez, se impondrán requisitos más rigurosos en cuanto al número de puntos de recarga, tanto en entornos residenciales como no residenciales.
Los estados deben abocarse a reducir los obstáculos existentes para la instalación de puntos de recarga. Se exigirá que los puntos de recarga permitan la carga inteligente y, cuando sea aplicable, la recarga bidireccional.
Adicionalmente, las disposiciones garantizarán la disponibilidad adecuada de plazas de estacionamiento para bicicletas.
Nuevos edificios cero emisiones ¿será posible?
En el acuerdo de la nueva norma se plantea que los edificios nuevos sean de cero emisiones. Esto será aplicable a partir del 1 de enero de 2028 para edificios de propiedad pública y posteriormente (desde el 1 de enero de 2030) para todos los demás edificios nuevos, tanto residenciales como no residenciales.
Es decir, se exigirá que generen cero emisiones in situ. No se aprobará el uso de combustibles fósiles, con la posibilidad de considerar ciertas exenciones.
También serán responsables los Estados miembros de asegurar que los nuevos edificios están equipados para la energía solar, lo que implica su capacidad para albergar instalaciones solares fotovoltaicas o térmicas en sus tejados.
En el caso de edificios públicos y no residenciales existentes, la integración gradual de la energía solar deberá iniciarse a partir de 2027, siempre que sea factible.
Opiniones contrarias sobre las «Nuevas normas para impulsar la eficiencia energética en UE»
Aunque el acuerdo ha tenido receptividad, hay quienes objetan algunos puntos. Por ejemplo, La Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) manifestó su decepción alegando cierta «pérdida de ambición» de la directiva europea de eficiencia energética en edificios.
Destacan que, aunque los planteamientos de la normativa son necesarios, no son suficientes para los cambios que se demandan.
Consideran que se deja sin efecto muchas de las mejoras destinadas a facilitar la rehabilitación de viviendas e hicieron énfasis en la importancia de la rehabilitación energética de viviendas para reducir las emisiones de edificios, que representan el 36% de las emisiones en Europa.
La federación enfatiza que la eficiencia energética es la única herramienta que permite atacar la raíz del problema de la pobreza energética.
En ese sentido consideran que las partes involucradas: Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo no han planteado lo suficiente para hacer más accesible la rehabilitación para los consumidores europeos.
La directiva no establece obligaciones para los bancos y entidades financieras de vincular sus carteras hipotecarias a un certificado energético específico, este es un aspecto que podría frenar la inversión en la rehabilitación de viviendas y dificultar el acceso a créditos y financiamiento para la eficiencia y rehabilitación de viviendas por parte de los consumidores.
Sin embargo, aplaudieron la inclusión de la obligación para los Estados miembros de establecer ventanillas únicas de rehabilitación energética, considerándose un avance para proporcionar a los consumidores información clara y precisa sobre las necesidades de rehabilitación, así como el acceso a profesionales cualificados y a ayudas para la rehabilitación.
¿Cuál es el próximo paso?
Hemos señalado que se trata de un acuerdo provisional, para hacerlo realidad se precisa la adopción formal por parte del Parlamento Europeo y del Consejo. En el momento que esto ocurra, se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrará en vigor.
Conclusiones sobre las nuevas normas para impulsar la eficiencia energética en UE
Las nuevas normas para impulsar la eficiencia energética en la Unión Europea representan un paso significativo hacia un futuro más sostenible.
Reflejan un claro compromiso con la transición hacia prácticas más ecológicas. Establecer estándares más altos para la eficiencia energética contribuirá a reducir las emisiones y a abordar los desafíos ambientales.
La prioridad dada a la eficiencia energética en edificios apunta a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Hogares más eficientes no solo reducirán las facturas de energía, sino que también proporcionarán entornos más cómodos y saludables.
La normativa aborda diversos aspectos, desde el precableado para la movilidad sostenible hasta la obligación de edificios de cero emisiones. Este enfoque integral busca abordar múltiples áreas para lograr un impacto positivo general.
La introducción de medidas que faciliten la renovación de edificios es crucial. Establecer ventanillas únicas y eliminar obstáculos para la instalación de puntos de recarga son pasos clave para fomentar la adopción de prácticas más sostenibles.
Sin embargo, algunas voces, como la Federación de Consumidores y Usuarios, lamentan la pérdida de ambición en ciertos aspectos de las normativas. La falta de mejoras claras en la compresibilidad de los certificados energéticos y la ausencia de obligaciones para los bancos han generado preocupaciones.
En general, estas nuevas normas reflejan el compromiso de la Unión Europea con un futuro más verde, aunque la implementación efectiva y la atención continua a los detalles serán cruciales para lograr resultados tangibles.
¿Necesitas obtener el Certificado de Eficiencia Energética? ¡Te ayudamos!
Deja tu comentario