En el blog de certificadodeeficienciaenergetica.com ya te hemos hablado de la importancia, más allá de su obligatoriedad, del certificado de eficiencia energética. Las ramificaciones ecológicas, económicas e incluso de confort que se pueden derivar de la correcta implementación de la certificación energética, son muy interesantes y nos afectan a todos.
Pero en este portal también recibimos muchas visitas de los certificadores energéticos que son el alma de nuestro comparador. Esos trabajadores, técnicos especializados y conocedores del ámbito de la eficiencia energética que ofrecen sus servicios en todos los rincones de España, y que también enfrentan dudas, ya que quieren realizar cada vez mejor su trabajo en un mercado tan competitivo.
Es por eso que en esta ocasión nos dirigimos a todos vosotros: técnicos certificadores que también necesitáis un espacio para expresar vuestras dudas y compartir consejos, para optimizar vuestro trabajo e incluso la relación con los clientes.
Y si hablamos de optimizar tiempo y recursos, un primer paso ideal es sacarle el máximo jugo y provecho a la primera visita que realizaremos al piso, casa, inmueble o local comercial como certificadores. Y es que de hecho, este camino para realizar de la mejor forma posible un certificado energético, empieza con una buena primera cita que tenga cuenta de todos los elementos y permita preparar el trabajo. Aquí algunos consejos al respecto.
Preparar con anticipación
Una vez que el cliente se ha puesto en contacto con nosotros, es el momento de preparar el dossier de la certificación energética con anticipación. Un dato con el que sin duda contaremos y que nos puede ser de gran utilidad, es sencillamente la dirección. Gracias a ella, podemos consultar la sede electrónica del catastro, portal en el que se puede realizar la consulta de datos catastrales, referencia catastral, consulta de expedientes y comprobación de la vigencia gráfica de las certificaciones catastrales descriptivas y gráficas. Todo ello resulta muy útil, al igual que puede ser utilizar la aplicación Goolzoom, que es una extensión de Google Maps, pero con información catastral.
Esta búsqueda previa de datos nos facilita el trabajo de recolección en el piso, además de que habla bien de nuestro trabajo y profesionalidad. Así mismo, antes de llegar a esta primera cita, ya podremos haber solicitado algunos documentos como por ejemplo, el plano de vivienda. Esto no evitará tener que trabajar en mediciones, pero sí permitirá corroborar la exactitud de los datos presentados, así como la precisión del trazado. Otro elemento que se puede pedir al cliente con anticipación son los nombres y catálogos de las instalaciones. Si éstas son antiguas, con más razón podemos ocupar el tiempo de preparación y no llevarnos una sorpresa negativa en esa primera cita en el lugar a certificar.
Hay más cosas que preparar. Otra parte importante del expediente a prever son los documentos que como certificadores debemos aportar, como por ejemplo el carnet de acreditación o colegio profesional, las hojas de tomas de datos y el plano catastral. El tener todos estos documentos adecuadamente ordenados y listos nos facilitará el trabajo en esa primera cita in situ.
Una imagen vale más que mil palabras
Este viejo refrán es verdad también al realizar un certificado de eficiencia energética. Y es que aunque el mayor peso en este documento lo tengan las cifras, las fotografías que acompañen al reporte final pueden ser de gran importancia no sólo para dar validez a nuestro trabajo, sino también para que el cliente entienda con detalle cuáles son las mejoras propuestas.
Al existir una gran confusión respecto a lo que hace el certificador energético (mucha gente cree que sólo van a ver los electrodomésticos, por ejemplo), las fotografías permitirán ejemplificar consejos que hablen de términos que para el cliente serán un tanto nebulosos, como puede ser “puente térmico” o “patrón de sombras”.
Pero ésa no es la única utilidad de las fotografías que tomemos en ese momento, pues el hecho de tomar fotografías perpendiculares a las fachadas (todas si se puede) y en distintos ángulos para enlazarlas posteriormente en un programa tipo CAD (AutoCAD) en el que podremos hacer un croquis de forma sencilla y de esta forma, calcular el porcentaje de marcos, superficie de puertas y ventanas, superficie de fachada entre otros detalles a calcular. De hecho, podemos encontrar programas que puedan ajustar la perspectiva de la foto para obtener una imagen más fiel a la realidad. Todo ello, aunado a la preparación previa, en la que habremos podido estudiar bien el terreno y de hecho preparar un croquis gracias a las referencias catastrales, nos permitirán diseñar un patrón de sombras adecuado y avanzar con el trabajo de forma óptima.
Las fotografías también sirven para realizar las fichas individuales de elementos cruciales para el desempeño energético de un inmueble, como son las puertas, ventanas y los puentes térmicos. Además, son un “salvavidas” a futuro, pues si hay algún elemento que no hemos medido adecuadamente en la visita, el tener abundantes fotografías permite realizar una simulación bastante acertada y nos evitará el tener que retornar al inmueble (lo que además no hablaría bien de nuestra profesionalidad).
Profesionalidad
Ya habíamos indicado que el preparar un expediente completo habla muy bien de nuestra capacidad profesional. Pues bien, hay otros detalles que debemos tener en cuenta para dar la mejor imagen posible: la puntualidad es una de ellas y el saber presentar nuestro servicio, otra de gran importancia. Y es que debemos recordar que la gente no sabe a ciencia cierta que hace un certificador energético, y que a pesar de que ya le hayamos explicado en el primer contacto lo que vamos a hacer, el cliente puede sentirse intimidado por nuestra presencia. Una breve re-explicación de cómo funcionará la visita y el resultado que se obtendrá, nunca está de más y es útil tanto para el cliente como para nosotros, pues el contar con un clima más distendido sin duda facilitará nuestro trabajo.
Medidas
Una excelente idea para realizar las mediciones en el piso es llevar contigo las herramientas adecuadas, y en cuanto a éstas una buena sugerencia es utilizar un medidor láser. En sí, existen numerosas y muy precisas herramientas de medición, la elección que cada técnico realice deberá depender de su pericia técnica y de la forma específica que tenga de realizar su trabajo. Evidentemente, no es una elección anodina, pues dependiendo de las medidas adecuadas y precisas tomadas en esta primera visita podremos o no ingresar los datos al software adecuadamente y obtener el certificado y los consejos a ampliar que deberemos entregar al cliente.
Además de las herramientas, hay que recordar cuáles son las dimensiones a tomar: longitudes de fachadas por orientación, tamaños de las ventanas (incluyendo un código que permita identificarlas), la altura libre de cada estancia del piso o casa, la superficie de elementos tipo balcón o terraza que puedan generar sombras, el espesor de los muros, etcétera. Estos datos son el principal elemento que habremos recabado al finalizar la primera visita, pues es lo que el programa que utilicemos nos demandará para generar el certificado. Evidentemente, debemos conocer el programa que utilicemos a profundidad para poder obtener las medidas adecuadas. Si el inmueble colinda con espacios no habitados, habrá que poner especial atención a sus dimensiones.
Los elementos “fuera de lo común”, como pueden ser huecos, toldos, medidas de cristales, colores, etcétera, deberán contar con una ficha específica en nuestro archivo. Así mismo, es necesario registrar con lujo de detalle las dimensiones y distancia que media entre la edificación que vamos a certificar y la que se encuentra enfrente. Si no tomamos bien todas estas medidas, no será sencillo obtener el patrón de sombras adecuado.
Además de las mediciones en sí, es importante realizar registros de inspección visual de los elementos principales que incidirán en la certificación: la presencia (o ausencia) de fuentes renovables de energía, la cubierta del inmueble (sobre todo si es en el último piso), los puentes térmicos y los elementos de protección solar en huecos.
Solicitar documentos importantes
Para realizar un trabajo completo y coherente, es necesario tener todos los elementos posibles a nuestra disposición. Entonces, más allá de los primeros documentos básicos solicitados antes de visitar el inmueble, hay otros que pueden ser de gran ayuda para realizar el certificado. Entre ellos podemos destacar: las fichas técnicas o instructivos de los equipos de producción de agua caliente sanitaria, calefacción y aire acondicionado: este tipo de documentos tienen información muy valiosa como pueden ser el rendimiento, potencia, etcétera (no está de más tomar fotografías de los equipos en sí, sobre todo mostrando este tipo de indicadores); el plano del inmueble o proyecto de ejecución (que puede resultar útil para realizar una pre-medición bastante ágil, y localizar los puentes térmicos para analizarlos con detenimiento); planos de las posibles reformas que se hayan llevado a cabo; facturas de gas y electricidad. Nota especial: cuando el inmueble es un local comercial es también importante medir y promediar el uso cotidiano de agua caliente sanitaria para poder evaluar y medir la energía que se consume en su producción.
Recordemos que el certificado energético nace de los cálculos que se hacen considerando las dimensiones y características del inmueble, el nivel de aislamiento térmico y los equipos mencionados. Por ello, será valioso contar con este tipo de instrucciones y documentos.
Pedir datos personales
Finalmente, el certificador no debe olvidar solicitar los datos personales del propietario, puesto que la comunidad autónoma nos los solicitará para poder registrar el certificado, trámite que arroja como resultado la etiqueta energética. Lo ponemos como punto a parte en esta serie de consejos puesto que debe ser una toma de datos muy detallada. El certificador puede invertir, en preguntas muy minuciosas, hasta una hora de «entrevista», más allá del tiempo que ya ha invertido realizando todas las medidas pertinentes.
Como podemos ver, hay una serie de pasos muy concretos que pueden ayudar a un certificador energético ya sea novato o experimentado a realizar adecuadamente esta primera visita al inmueble a certificar y sacarle el mayor jugo posible al tiempo pasado ahí. Antes de retirarse, no está de más que esclarezca la forma de pago y la entrega de recibos o facturas al cliente, dejándole nuevamente todos sus datos, de forma que éste se sienta cómodo y seguro de que el trabajo realizado ha contemplado todos los elementos posibles.
Preparar con anticipación, medir, analizar, fotografiar y registrar son las acciones que, llevadas a cabo con la secuencia adecuada y la pericia de un técnico certificado, permitirán entregar un dossier que no sólo incluya la etiqueta energética, sino una serie de consejos valiosos y bien explicados para mejorar a futuro la eficiencia energética del inmueble.
El trabajo de los certificadores energéticos no es sencillo, además de que demanda una continua actualización pues la normativa energética europea sigue evolucionando para encontrar la forma de optimizar el uso de los recursos energéticos. Recuerda: el certificado energético es un trámite obligatorio, pero también una pieza más en el rompecabezas de la eficiencia energética, que es la única forma en que la humanidad pueda seguir contando con la energía que precisa la vida moderna.
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