La certificación energética de oficinas se ha posicionado como una herramienta valiosa al proporcionar información detallada sobre la eficiencia energética, el consumo de energía asociado y las emisiones de CO2 resultantes de dicho consumo en oficinas.
Este es un documento oficial que debe ser redactado por un técnico competente y es necesario para vender o alquilar una oficina en España.
Según lo establecido, incialmente, en el ya derogado Real Decreto 235/2013, de 5 de abril, se tenía que presentar el certificado energético para poder vender o alquilar viviendas, locales u oficinas.
Con la publicación del Real Decreto 390/2021, de 1 de junio, se produjo un cambio normativo en certificación energética que, entre otros, extendió la obligatoriedad a aquellas construcciones con una superficie útil total superior a 500 m2 y destinadas a otros usos.
Certificado Energético de una oficina
El certificado de eficiencia energética de una oficina sirve para recopilar, de manera objetiva, las características energéticas de una oficina. Se elabora calculando el consumo energético que cada edificio durante un año, en condiciones normales de funcionamiento y ocupación.
En base a ese cálculo el inmueble se podrá calificar energéticamente con una u otra letra, la escala va de la A para las más eficientes hasta la G para las menos eficientes.
Se toman en cuenta la producción de agua caliente, la calefacción, la iluminación, la refrigeración y ventilación. De igual modo se consideran los elementos como los materiales de cerramiento exterior, carpinterías, el tipo de ventanas o los sistemas de climatización.
Las oficinas o empresas con edificios de más de 500 m2 están obligadas, por Ley, a obtener un certificado de eficiencia energética aunque no sean objeto de venta o alquiler.
Pasos para conseguir el certificado energético de una oficina
- Contrata a un técnico competente certificado
Para obtener el certificado energético, el primer paso es contratar a un técnico competente y acreditado por el organismo competente de la comunidad autónoma en la que se encuentre la oficina.
- Inspección y recopilación de datos
El técnico realizará una inspección detallada del edificio de oficinas, recopilando datos sobre la envolvente del edificio, el sistema de calefacción, refrigeración, ventilación, iluminación y agua caliente, entre otros.
- Cálculo de la calificación energética
Utilizando los datos recopilados, el técnico estimará la calificación energética del edificio en una escala que va desde la letra A (más eficiente) hasta la letra G (menos eficiente), proporcionando información detallada sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2.
- Emisión del certificado energético
Después de llevar a cabo la exhaustiva evaluación y cálculos correspondientes, el técnico procederá a emitir el certificado energético. Este documento esencial deberá contener detalles precisos sobre la clasificación energética del edificio, así como sugerencias específicas para optimizar su eficiencia energética. Es imperativo que dicho certificado sea debidamente registrado ante el organismo competente, garantizando así la validez y legalidad del proceso.
Edificios que deben tener un certificado energético
- Comercial: tiendas, supermercados, grandes almacenes, centros comerciales y similares.
- Residencial público: hoteles, hostales, residencias, pensiones, apartamentos turísticos y similares.
- Sanitario (hospitales, centros médicos…)
- Cultural: teatros, cines, museos, auditorios, centros de congresos, salas de exposiciones, bibliotecas y similares.
- Actividades recreativas: Casinos, salones recreativos, salas de fiesta, discotecas y similares.
- Restauración: bares, restaurantes, cafeterías y similares.
- Transporte de personas: estaciones, aeropuertos y similares.
- Deportivos: gimnasios, polideportivos y similares.
- Lugares de culto, de usos religiosos y similares.
Edificios que están exentos de certificado energético
Edificios protegidos oficialmente por su valor histórico o arquitectónico, en aquellos casos que las medidas de eficiencia a implantar representen una alteración de su aspecto.
Construcciones provisionales con un plazo previsto de utilización igual o inferior a dos años.
Edificios industriales, de la defensa y agrícolas no residenciales, o partes de los mismos, de baja demanda energética
Edificios destinados a demolición o para la realización de ciertas reformas.
Edificios independientes, es decir, que no estén en contacto con otros edificios y con una superficie útil total inferior a 50 m2. Un ejemplo de ello son los trasteros y garajes porque se consideran espacios no habitables y por tanto, no hay que realizar el certificado energético de dichas estancias.
Las oficinas con una superficie inferior a 50 m² están, de hecho, obligadas a obtener el certificado de eficiencia energética si se pretende ponerlas en venta o alquiler. Esto se debe a que los futuros compradores o arrendatarios tienen el derecho fundamental de conocer el consumo energético estimado de la oficina en condiciones normales de funcionamiento.
¿Cuánto cuesta hacer un certificado de eficiencia energética para una oficina?
El precio varía en función del trabajo a realizar y dónde se debe realizar. Los costes de desplazamiento del técnico influyen mucho en el precio. Hay que recordar que el técnico, por Ley, tiene que realizar la visita “in situ” a la oficina para poder verificar todos los datos que deberá añadir en el programa de certificación energética.
En definitiva, realmente existen muchos factores que intervienen en la formulación del precio de este documento tales como: ubicación, tipo de inmueble, superficie en metros cuadrados…etc. Todos estos aspectos tendrán influencia decisiva sobre el precio que puede fijar la empresa o técnico competente.
Nuestra recomendación es que pidas presupuesto, gratis y sin compromiso, para obtener el certificado energético de tu oficina.
oficina
¿Qué datos se requieren para efectuar el certificado energético de una oficina?
En primer lugar, además de los datos básicos del propietario, se requieren los datos catastrales de la oficina, en concreto, se necesita la referencia catastral, que es como el DNI de un inmueble. Este dato suele aparecer en el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). También es posible conseguir la referencia catastral accediendo a la web del catastro e introduciendo los datos requeridos.
Para facilitar el trabajo del técnico es posible que también se solicite copia de las escrituras públicas de compra de la oficina. De este modo, se puede constatar, entre otros, qué tipo de inmueble es y evitar confusiones. Se dan casos en que una vivienda ha sido reconvertida a oficina o en local y/o combinaciones de estas.
El análisis del certificador energético. La toma de datos
El certificador energético debe conocer el año de construcción, la superficie habitable y la altura útil (de suelo a techo) para saber los volúmenes. Lógicamente, la demanda energética será diferente en una oficina pequeña a una grande.
Durante la visita del técnico certificador, se recogerán datos que definan la oficina a nivel objetivo, es decir, tipología de cerramientos, sistema de calefacción y/o refrigeración, tipo de aislamiento de la fachada…
También es importante para el técnico aclarar si se trata de un certificado energético de una parte del edificio o de la totalidad del mismo. Asimismo, el técnico tiene que saber el perfil de uso del establecimiento y el horario de uso.
En el análisis, el certificador energético estimará la demanda de agua caliente sanitaria que requiere el recinto, deberá definir la envolvente del inmueble considerando el tipo de fachadas, suelo y techos posee y qué orientación tiene.
En definitiva, el técnico debe reconocer la composición de las fachadas, el espesor, y la existencia o no de aislamiento térmico. Considerará las características y orientación de las ventanas y puertas que dan al exterior para estimar las pérdidas de energía, ya sea de calefacción o de aire acondicionado.
Evaluará los puentes térmicos, es decir, aquellas zonas donde el aislamiento de nuestra envolvente puede debilitarse.
Otro factor que influye en el resultado de un certificado energético es el tipo de energía empleada, El número y el tipo de luminarias, así como considerará cualquier contribución energética que posea la oficina como: energía solar, energía fotovoltaica para generar electricidad, energía eólica o geotérmica, etc.
Y, finalmente, también estudiará el patrón de sombras que pueden afectar a la edificación.
¿Cuánto tiempo tarda solicitar el certificado energético de una oficina?
Una vez que el técnico competente realiza la inspección del inmueble a certificar, los plazos para la entrega del certificado de eficiencia energética dependerán básicamente de dos factores:
- Tiempo de elaboración, por parte del técnico profesional o certificado, normalmente suele ser de 3 días aproximadamente. Por ello es recomendable consultar con el profesional previamente los lapsos de entrega.
- Trámite ante Comunidad Autónoma, el documento se debe registrar y cada Comunidad Autónoma puede establecer sus propios criterios de registro, lo cual influirá en el tiempo de entrega.
La recomendación es que se debe solicitar el certificado energético o certificado de eficiencia energética con una antelación mínima de 30 días antes de la firma del contrato si se está en un proceso de compra venta o se va a firmar un contrato de arrendamiento
Mejorar la eficiencia energética en oficinas
El certificado energético describe el desempeño energético del inmueble, proporcionando además recomendaciones del técnico para potenciar su eficiencia energética. De este modo, el propietario puede evaluar la viabilidad de implementar estas sugerencias, con el objetivo de elevar, en la medida de lo posible, la calificación energética del inmueble.
La eficiencia energética en oficinas es crucial para reducir costes, minimizar el impacto ambiental y también para realizar mejoras del entorno laboral.
Consejos para mejorar la eficiencia energética en una oficina
- Iluminación eficiente:
Reemplaza las bombillas tradicionales por luces LED de bajo consumo, instala sensores de movimiento para apagar las luces en áreas desocupadas y aprovecha al máximo la luz natural.
- Equipos de oficina eficientes:
Opta por equipos de oficina energéticamente eficientes, como computadoras, impresoras y otros dispositivos electrónicos con la etiqueta Energy Star. Apaga o desconecta los equipos cuando no estén en uso.
- Aislamiento y ventilación:
Mejora el aislamiento para reducir la pérdida de energía y considera la instalación de sistemas de ventilación eficientes para mantener una temperatura confortable sin un consumo excesivo de energía.
- Control de la temperatura:
Utiliza termostatos programables para regular la temperatura de manera eficiente y evitar configuraciones extremas de calefacción o aire acondicionado. Fomenta el uso de ropa adecuada para la temporada para que los empleados se sientan cómodos sin depender demasiado de la calefacción o el aire acondicionado.
- Concientización de los empleados:
Educa a tus empleados sobre la importancia de la eficiencia energética, se deben fomentar prácticas sostenibles, como apagar las luces al salir de una habitación, utilizar papel de manera responsable y reducir el consumo de recursos en general.
- Promueve el teletrabajo y reuniones virtuales:
Opta por el teletrabajo cuando sea posible y organiza reuniones virtuales en lugar de desplazamientos físicos, lo que reducirá el consumo de energía y las emisiones de carbono.
Ventajas de contar con el certificado de eficiencia energética en una oficina
Contar con un certificado energético para una oficina no solo es necesario para cumplir con un requisito, sino que puede proporcionar una serie de ventajas importantes:
- Conciencia energética:
El certificado energético fomenta una mayor conciencia sobre el consumo de energía en la oficina, lo que puede llevar a una gestión más responsable y a la adopción de medidas para reducir el consumo.
- Reducción de costes:
Al identificar áreas de alto consumo energético y posibles mejoras, el certificado energético puede ayudar a reducir los costes operativos a largo plazo al implementar medidas de eficiencia energética.
- Valoración de la propiedad:
Un certificado energético positivo puede aumentar el valor de una propiedad al demostrar que la misma es eficiente en términos de energía. Esto puede resultar atractivo para posibles inquilinos o compradores.
- Mejora de la imagen corporativa:
Al demostrar un compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental, la oficina puede mejorar su imagen corporativa, lo que puede ser beneficioso para atraer clientes y socios potenciales.
- Contribución a la sostenibilidad:
Al reducir el consumo de energía y las emisiones de carbono, la oficina puede contribuir a la preservación del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático.
- Mejora del ambiente laboral:
La implementación de medidas de eficiencia energética puede resultar en un ambiente de trabajo más cómodo y agradable para los empleados, lo que puede aumentar la productividad y la satisfacción laboral.
Conclusión. Certificado energético para oficinas
Un certificado energético puede proporcionar beneficios económicos, ambientales y de imagen corporativa, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para cualquier oficina que esté comprometida con la eficiencia energética y la sostenibilidad.
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