En un tiempo en qué la eficiencia energética se ha convertido en la única fuente energética que puede revertir el incremento acelerado de las demandas energéticas de la población, debido a qué no estamos hablando de descubrir, explotar o reinventar fuentes, sino de obtener más energía con menos consumo de fuentes, el uso de las energías renovables, a escala habitacional, de transporte e industrial, se ha convertido no en una opción, sino en una necesidad. Como ya hemos abordado aquí en este blog, la certificación energética casa, deja de ser sólo un requisito, sino una primera acción en una cadena que puede llevarnos a consumir menos energía, economizar y ayudar al planeta.
En este entorno, es fundamental girar la cabeza y observar como de eficientes son las fuentes alternativas, sustentables y renovables de energía, como por ejemplo, la energía solar.
La energía solar es suficientemente eficiente como para marcar una diferencia. Puesto que la energía solar se crea de fuentes renovables, cualquier cantidad de energía que pueda producirse es de gran ayuda tanto para los seres humanos como para el ambiente.
Para maximizar la eficiencia de la energía solar, diversos investigadores han mejorado la eficiencia de los paneles solares, que son los dispositivos que recolectan la energía del sol para poder utilizarla. Las mejoras se han hecho sobre todo implementando nuevas técnicas y utilizando materiales de mejor calidad.
Una forma de medir la eficiencia de los paneles solares es calcular el porcentaje de la energía solar que el panel convierte en electricidad. La mayoría de los paneles solares convierten alrededor del 15% de la energía solar en electricidad. Los paneles fotovoltaicos experimentales, como los paneles de concentración solar, pueden convertir hasta 40% de la energía solar incidente en electricidad. Estos paneles utilizan una combinación de bandas metálicas y espejos que se utilizan para una generación a gran escala de energía proveniente de la energía solar.
Otra forma en qué puede medirse la eficiencia de un panel solar es midiendo la densidad energética que posee. La densidad energética se mide en producción eléctrica por unidad de superficie. Cuanto más eficiente sea un panel solar, más watts producirá por metro cuadrado.
El uso de la energía solar sin paneles también resulta altamente eficiente. Quizá de forma menos cuantificable pero el uso de la energía térmica y lumínica que proviene del sol representa un ahorro considerable en el consumo de combustibles para calefacción y enfriamiento así como para alcanzar un bienestar térmico al estar en nuestra vivienda.
Una casa bien aislada, tanto en sus muros como en ventanas y puertas, que permita conservar el calor y la luz del sol, sobre todo en los meses invernales, y una buena ventilación ayuda a no perder luz del sol, pero a no acumular demasiado calor en la temporada estival. Todo es cuestión de eficiencia.
No sé como no lo había encontrado, gracias por la aportación.