La lucha contra el deterioro del medio ambiente nunca se detiene, sino que es un proceso largo y continuo en búsqueda de mejorar el estado y el cuidado del planeta. Es necesario un trabajo en conjunto y con un mismo objetivo entre los distintos países, ya que las acciones individuales no son suficientes.

En ese sentido, los países europeos siguen las órdenes y consejos que brinda la Unión Europea. El objetivo principal es buscar el avance de las energías renovables, la eficiencia energética y la disminución de la emisión de dióxido de carbono al medio ambiente. Por eso, la UE trabaja para lograr acuerdos entre los países pertenecientes e intentar mostrar el camino que lleve hacia un futuro alentador con respecto al certificado energético. Sin embargo, al final del día, cada país es responsable de aportar su grano de arena para el bien común.

El número de inversiones en Europa

Uno de los principales métodos para fomentar las energías renovables y el cuidado del medio ambiente es por medio de inversiones. Como todas las actividades del mundo, los proyectos de energías renovables necesitan dinero e inversiones para poder funcionar. Para ello, son necesarios dos factores clave: que los distintos gobiernos otorguen escenarios favorables para las inversiones desde el marco legal, y por otro lado que resulten rentables, para atraer mayor cantidad de empresarios que quieran ajustarse al certificado energético.

Respecto a los números de inversiones del primer semestre del año, ha salido un informe de la compañía Bloomberg NEF con todos los datos al respecto. Esta empresa se dedica a la recolección de toda la información sobre energías renovables a nivel mundial desde hace diez años. Dentro de Europa, los números no son tan buenos como se podía esperar.

En su conjunto, la inversión en energías renovables en Europa en los primeros seis meses del año disminuyo en un 4% en comparación al mismo periodo, pero del año pasado, sumando un total de 22.200 millones de dólares.  Traduciendo esos números a nivel individual, se puede ver que los países más importantes han decaído en sus niveles de inversión. En primer lugar, Alemania tuvo un decaimiento de 42%, sumando un total de 2100 millones invertidos. En segundo lugar, el Reino Unido contabilizo un total de 2500 millones, que suponen una disminución del 35%. En tercer lugar, están los Países Bajos, que también bajaron su inversión en un 41%, con 2200 millones en total.  Por último, se encuentra Francia, que presenta los números más bajos: solo 567 millones invertidos, para un total de 75% menos en relación al año anterior.

Cambiando de perspectiva y enfocándose en los puntos positivos, hay dos países en particular que se destacan por su crecimiento. Uno de ellos es Suecia, que aumento sus inversiones en un 212% hasta 2500 millones. El otro es Ucrania, con un crecimiento del 60%, logrando un total de 1700 millones.

El crecimiento en España

Sin embargo, hay un país que se destaca de gran manera sobre el resto, y es España. Los números no mienten, y es que el país español ha casi triplicado sus inversiones en energías renovables durante los primeros seis meses del año. Para ser más específicos, se ha alcanzo la suma de 3700 millones, lo que representa un crecimiento del 235% sobre los números del ciclo del año anterior. Gran parte de estas inversiones se reflejan en la energía fotovoltaica, es decir, la energía proveniente del sol y captada a través de los paneles solares. De esta forma, España se transformó en uno de los líderes en lo que respecta a este tipo de energía y a los requerimientos del certificado energético.

Dos razones justifican este crecimiento. Primero y principal, el marco legal que afecta a la energía fotovoltaica. En los últimos años, se han eliminado ciertas leyes y decretos que resultaban desfavorables para el crecimiento de esta energía renovable. Actualmente, se ha creado un marco legal que facilita el acceso y la instalación de los paneles solares, tanto en edificios grandes, empresas y en domicilios particulares. La segunda razón tiene que ver con el precio de los paneles solares. En el último tiempo, los recursos necesarios para utilizar la energía del sol se han ido abaratando, permitiendo que mayor número de personas decidan incursionar en la energía renovable, desde empresarios hasta las propias familias.

La rentabilidad de las energías renovables

Este fenómeno no es propio de España, sino que se ha extendido en varios países europeos y hasta a nivel mundial. Los costos de las energías renovables, principalmente la fotovoltaica y la eólica, se han ido reduciendo y alcanzo un nivel de rentabilidad similar a la de otro tipo de energías contaminantes. Incluso en algunos casos, han superado esos niveles.

En uno de los principales informes sobre rentabilidad de energías renovables, se ha explicado un proceso que consta de tres etapas. Según Tifenn Brandily, su autor, hay tres pasos muy importantes. El primero tiene que ver con abaratar los costos de las energías renovables como los parques eólicos cuando se comparen con energías más sucias como el carbón y el gas. Como segundo paso, se puede alcanzar una paridad en lo que se refiere a costos y precios. Por último, se pueden volver todavía más baratas que las energías existentes. Hoy en día, se muestra que se alcanzó la fase uno para una gran parte del mundo, mientras que lugares como California, China y otras partes de Europa ya están en la fase dos. Según sus proyecciones, se espera alcanzar la fase tres a nivel mundial hacia el año 2030.

El futuro de la energía eólica marina

Una de las áreas menos explorada es la energía eólica marina, o la energía que se produce con el movimiento de las olas del mar.  Por un lado, por sus costos monetarios, y por el otro, porque necesitaban avances tecnológicos. Sin embargo, esto parece comenzar a cambiar y la energía marina puede transformarse en una herramienta clave en la búsqueda de la eficiencia energética.

Según el mismo informe sobre rentabilidad, este tipo de energía disminuyó su precio en un 32% respecto al año pasado, y 12% desde que comenzó el 2019. Además, las nuevas turbinas de potencia que se están probando alcanzan los 10MW de generación, por lo que se ahorrarían aún más gastos. Por ello, países como Holanda y Dinamarca ya están apostando fuerte por la energía marina.

Energía Marina en el Reino Unido

En el Reino Unido está sucediendo algo muy interesante.  La empresa Simply Blue Energy se ha asociado con su par sueca CorPower Ocean para desarrollar proyectos pioneros en energía marina, aprovechando las olas de las costas del propio Reino Unido e Irlanda.

El principal avance que lograron tiene que ver con su dispositivo, llamado Wave Energy Converters, que son boyas que aprovechan el movimiento de las olas en dos direcciones para generar energía. De esta manera, se produce cinco veces más energía que con el sistema tradicional, además de ser un dispositivo más pequeño y más barato. Y como ultima ventaja, posee protección contra tormentas, lo que mejora su supervivencia y disminuye posibles costos de mantenimiento.

Sin embargo, el director comercial de CorPower Ocean, Anders Jansson explica cuáles son los problemas a los que se enfrentan. El primero es político, ya que el acceso a la información es primordial para lograr un avance. Si bien el Reino Unido tiene un proceso transparente para obtener información, aún no es fácil escalar de forma rápida y eficiente. También existe un problema de índole económica para llevar a cabo proyectos. Por ejemplo, si bien la energía de las olas es altamente aprovechable, aún no hay un plan financiero para llevar a cabo la comercialización de esa energía. Es importante lograr que esa tecnología se vuelva rentable antes de llevar a cabo proyectos relacionados.

Proyectos en común a corto plazo

La Unión Europea cuenta con un programa llamado Proyectos de Interés Común o PIC. Como su nombre bien lo indica, se trata de proyectos que se envían desde cada país y que generan un beneficio en conjunto dentro de la UE.

Para ello, cada TSO o Gestos de Red de Transporte de los distintos países, diseña y envía sus proyectos a la lista de PICS para que sean analizados y elegidos o descartados, según sea correspondiente. Las infraestructuras eléctricas más grandes, que conecten países entre sí, suelen tener la prioridad.

En España, ya hay cuatro proyectos de interconexión eléctrica y son:

  • El cable submarino del Golfo de Vizcaya, con Francia.
  • Dos conexiones transpirenaicas también con Francia. Una de Navarra hasta Landes y otra desde Aragón hasta Francia.
  • Interconexión con Portugal, desde Galicia hasta el norte del país luso.

Los proyectos de almacenamiento energético se han comenzado a tomar en cuenta y España logro tres proyectos de bombeo hidráulico. Estos son el proyecto de Navaleo en León, con una potencia de 552MW; el de Girones & Raïmats en Cataluña, de 3400MW y Mont Negre en Zaragoza, de 3300MW.

Estos proyectos son muy importantes para aumentar el almacenamiento energético que espera el gobierno español.  Si se llevan a cabo, se duplicaría la potencia de bombeo actual de cara al 2030. Es más, con un solo proyecto que se lleve cabo, se cumpliría con la cuota necesaria que se estableció en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

El plan de energía de los próximos diez años

Se acerca el final de plazo establecido por la Unión Europea para enviar el plan energético que comenzara a funcionar desde el 2021 hasta el 2030. La fecha exacta es el 31 de diciembre de 2019, y el informe debe detallar cuales son los objetivos, medidas a tomar, contribuciones y demás, para cumplir con los cinco puntos clave establecidos: des carbonización, eficiencia energética, seguridad, mercado interior e investigación, innovación y competitividad. La comisión de la Unión Europea será la encargada de la evaluación de los planes y brindará consejos o recomendaciones al respecto, e incluso podrá tomar medidas si el plan no es suficiente para el crecimiento mínimo.

El último acuerdo entre los miembros de la Unión Europea y la Cámara establece ciertos puntos clave:

  • Un objetivo de eficiencia energética de 32,5% para el 2030.
  • Una cláusula de revisión de actividades en el 2023.
  • Un incremento del ahorro energético por año del 0,8%. Esto puede impulsar la renovación de inmuebles y tecnologías más eficientes.
  • La presentación de un Plan Nacional Integral de Energía y Clima cada diez años.
  • La obligación de que cada país utilice una parte de la eficiencia energética para ayudar a las personas más vulnerables, aquellos que se encuentran sumergidos en la pobreza energética.

Para que el acuerdo quede oficializado aún falta, ya que debe ser refrendado por el Pleno del Parlamento Europeo, y además, por los ministros de cada Estado Miembro de la UE.

El problema del carbón

A pesar de los avances en la búsqueda de la eficiencia energética y el cuidado del medio ambiente, aún hay ciertas prácticas que van en contra de los objetivos planteados. Una de ellas tiene que ver con el uso del carbón.

Uno de los principales inconvenientes radica en Polonia, país europeo que utiliza el carbón como principal materia prima y es uno de los pilares de su economía.  Denominado el país del carbón, el 80% de la electricidad y calefacción nacional se genera con este combustible contaminante, y no parece que la situación vaya a cambiar en el futuro.

 Al ser una fuente de energía barata, el carbón es un elemento clave en la economía del país. Tanto por las empresas que se dedican a la minería, distribución y demás, como para las personas comunes, que obtienen sus fuentes de trabajo a partir de las actividades referidas al carbón.

Sin embargo, Polonia no es el único ejemplo. En un informe del Overseas Development Institute, los países del G20 continúan gastando más de 64mil millones de dólares al año en carbón, además de subsidiar a la industria de este mineral. Varias potencias europeas forman parte del G20, e incluso la Unión Europea forma parte, representando al grupo de países que la forman.