El fin de las calderas de gas y diésel en las viviendas
Las calderas de gas y diésel muy pronto serán asunto del pasado. De hecho, ya esta dentro de la agenda de la Unión Europea evitar e incluso prohibir el uso de las mismas. En marzo del año 2023el Parlamento Europeo aprobó ciertas enmiendas relacionadas con la eficiencia energética e inevitablemente el uso de calderas con combustibles fósiles se verá afectado. La realidad es que para poder aspirar a tener una región con edificios más sostenibles será imperativo dejar de lado a estas calderas que son altamente contaminantes como las calderas de gas y diésel. El objetivo es promover alternativas más limpias, tales como las calderas de biomasa, que utilizan materia orgánica renovable y las calderas de energía solar o eléctricas, que no producen gases contaminantes. Seguimos usando calderas de gas y diésel en pleno siglo XXI Las calderas de gas y diésel nacieron tras la creación de los motores de combustión interna, es decir, tienen su origen a finales del siglo XIX y/o principios del siglo XX. El gas natural necesario para estas calderas es una mezcla de hidrocarburos, como el metano, que se consigue en yacimientos subterráneos. Mientras que el diésel es un combustible líquido derivado del petróleo crudo, que tomó relevancia a finales del siglo XIX. Su uso se extendió debido a su eficiencia para hacer funcionar a los motores sustituyendo el uso de los motores de vapor de la época. Aunque ya ha pasado suficiente tiempo como para pensar en alternativas menos contaminantes, aún en pleno siglo XXI en España es muy común el uso de calderas de gas y diésel. Estas son las causantes de la liberación de gases contaminantes que, añadidos a las partículas que se generan por [...]