¿Cuál es el objetivo final del certificado energético?
La edificación es el sector que más energía consume en nuestra sociedad. De hecho se ha comprobado que representa hasta un 40% del consumo total según las Directivas Europeas. Todos los procesos legislativos orientados a la rehabilitación energética del parque edificatorio existente tienen el claro objetivo de reducir este consumo en lo posible.
El conjunto de medidas necesarias para alcanzar la meta 20/20/20 (reducir un 20% el consumo de energía, reducir un 20% las emisiones GEI, e incrementar un 20% las energías renovables de aquí a 2020) pretende desarrollarse en 3 fases bien definidas:
- Certificación energética: El procedimiento parte del certificado de eficiencia energética, un documento que informa a propietarios, compradores y arrendatarios de una vivienda o local sobre su consumo potencial de energía. Gracias a este informe podremos conocer también las opciones de mejora más viables y rentables para ahorrar en las facturas de luz y gas. Es decir, estaremos al corriente de cuánto gastan nuestros edificios y hasta dónde podemos ahorrar. Solo conociendo nuestro consumo sabremos cómo reducirlo. El objetivo es motivar a los propietarios de los edificios que más consuman a abordar los proyectos de reforma para mejorar su calificación.
- Rehabilitación energética: Esto pretende hacer que se arranque el sector de la rehabilitación fomentando el crecimiento del empleo en la construcción, uno de los más afectados por la crisis. Estamos hablando de una nueva industria que no solo puede ayudarnos a solucionar los excesos en el consumo energético sino paliar el profundo problema del desempleo.
- Autoconsumo energético: Una vez reducida la demanda de nuestros edificios y optimizadas las instalaciones para consumir el mínimo de energía, estaremos en posición de plantearnos la posibilidad de producir nuestra propia energía (o la mayor parte). No serviría de nada ponerse un panel solar en la cubierta de tu vivienda si el consumo va a ser tan elevado que el propio panel no podría cubrir toda la demanda.
En resumen: El objetivo es primero llevar a los edificios al mínimo gasto posible y después, la poca energía que necesitemos, producirla nosotros mismos con energías renovables adaptadas al hogar.
Todo esto está planteado a gran escala y muchos pensaréis que la influencia de vuestra vivienda dentro de todo el conjunto edificatorio mundial es insignificante. Nada más lejos de la realidad, pero aquí cobra más importancia que nunca el concepto “piensa global, actúa local”. La única forma de reducir las emisiones del conjunto parte necesariamente de intervenir en todos y cada uno de nuestros edificios siempre con una visión de conjunto.