Sí a la Certificación Energética para todas las viviendas

Sí a la Certificación de Eficiencia Energética para todas las viviendas y edificios existentes.

Hoy en día, ¿quién compraría un vehículo nuevo sin consultar su consumo de combustible? O, ¿un coche de segunda mano que no tuviera la ITV pasada?

Pues bien, lo mismo ocurrirá a partir de ahora con la vivienda, ya que el día de mañana tampoco nadie concebirá adquirir una casa sin su Certificado de Eficiencia Energética o su Inspección Técnica del Edificio en regla.

Estas revisiones serán realizadas por técnicos competentes profesionales de la construcción y se llevarán a cabo de manera obligatoria para todo el parque edificatorio de nueva construcción y existente dentro de unos pocos años, tal como se viene haciendo también en otros países de la Unión Europea desde hace ya tiempo y serán una garantía adicional para el propietario y los futuros compradores.

Siguiendo con la analogía inicial de vehículos y viviendas, un coche normal puede costarnos alrededor de 15.000 € y durarnos unos 10 años de vida aproximadamente, y para este, sí entendemos como normal y estamos acostumbrados a realizarle sus revisiones anuales e ITV periódicas. En cambio, para nuestra vivienda, con un valor medio de 250.000 €,  que es para toda la vida y es donde vivimos… ¿no lo íbamos a hacer?

El Certificado de Eficiencia Energética es como un “chequeo médico” de nuestra vivienda, que nos indica su consumo energético y el gasto económico medio que nos supone vivir en ella en condiciones de confort normales.

Sin olvidar el importantísimo aspecto ecológico de intentar disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación medioambiental que producen nuestros edificios, el Certificado de Eficiencia Energética también nos sirve para detectar deficiencias en la envolvente térmica o en las instalaciones, para poder subsanarlas o mejorarlas y, en definitiva, para conseguir un mayor ahorro económico para el propietario.

Ahora bien, si sabemos que tiene tantas ventajas realizar estos “diagnósticos” de consumo y opciones de ahorro de los edificios y que es tan beneficioso para el medioambiente y los usuarios… ¿por qué no los realizamos para todas las viviendas existentes desde ahora? ¿Por qué esperar a que una ley nos obligue a todos? ¿Sólo sabemos reaccionar a golpe de multas y sanciones económicas?

Seamos inteligentes, ahorremos en nuestro consumo y animémonos a certificar energéticamente nuestras viviendas independientemente de que estén a la venta o no.

Ahora sólo nos toca concienciarnos y ponerlo en práctica.

 

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