Pautas en el diseño ambiental de inmuebles
Según las características dominantes de temperatura, amplitud térmica, viento y humedad relativa de la región es posible, a través de la arquitectura, modificarlas de modo que se puedan lograr condiciones interiores cercanas a la zona de confort humano.
El conocimiento de las condiciones climáticas de la zona tales como tª, gradiente de tª, humedad relativa del ambiente, velocidad y dirección del viento en determinadas épocas del año son la base que han de servir de guía en todo el proceso de diseño de modo que partiendo de la relación existente entre estas variables climáticas y las condiciones fisiológicas humanas se obtenga bienestar y confort.
En aquellas zonas donde la tª es elevada será necesario disponer una adecuada protección solar para evitar sobre calentamientos por ganancias debidas a la radiación solar; contrariamente a lo que sucede en climas fríos, donde un adecuado soleamiento a lo largo del día será bien recibido.
En aquellas zonas donde el viento incide de manera considerable hay que diferenciar lo que sucede en invierno a verano, puesto que una velocidad de viento en verano produce una sensación de refrescamiento, y en invierno con tª cercanas al límite interior de confort produce sensación de frio. Favorecer la ventilación cruzada o diseñar espacios espacios protegidos estará delimitado por las condiciones zonales de la región derivadas del estudio de las condiciones del viento.
Grandes amplitudes térmicas conllevan la necesidad de contar con grandes masas térmicas que permitan acumular energía en los momentos de mayor temperatura para luego restituirlo al ambiente cuando esta descienda.
Al contrario con alta temperatura a lo largo del día, los edificios constituidos por elementos de poca masa térmica serán preferibles pues evitaran que se acumulen energía en la envolvente que de acumularse se restituiría al ambiente provocando el incremento de tª cuando la temperatura todavía resultase confortable.