La gran sorpresa del Plan Vivienda 2013-2016
La semana pasada tuvimos la oportunidad de asistir al I Congreso de Estrategias de Rehabilitación Energética celebrado en Madrid.
En las dos jornadas del congreso se abordaron varios temas relacionados con la rehabilitación energética, la normativa, el aislamiento térmico de la envolvente, la importancia de los huecos en las fachadas, casos reales de edificios rehabilitados energéticamente con éxito, sistemas de ventilación de alta eficiencia, rehabilitación de instalaciones, herramientas para la auditoría energética, rehabilitación energética de barrios,…
Entre tantas presentaciones técnicas se agradecía observar casos de éxito de rehabilitaciones energéticas ya terminadas, como la rehabilitación de la sede UPONOR, proyectos muy prometedores, como el PDEHU, o grandes ideas de rehabilitación integral apoyadas en la comunicación directa con los vecinos como es el caso de Puerto Chico, donde se demuestra la eficacia de una rehabilitación urbana integral basada en la participación ciudadana y en las buenas ideas arquitectónicas frente al lavado de cara que supone la sencilla aplicación de una ITE, suponiendo un gran desembolso para los vecinos sin ofrecer más retorno en la inversión que una imagen renovada a edificios con serios problemas de integración urbana aún por resolver.
Este tipo de actuaciones arrojan un rayo de esperanza sobre los que día a día apostamos por los beneficios de la rehabilitación energética. Ya sea por desconocimiento, dejadez o falta de incentivos, el mundo de la eficiencia energética se tacha muchas veces de estafa, falacia o vendehúmos. Si bien resulta difícil convencer a un ciudadano en la situación actual de que merece la pena realizar una inversión que en el transcurso de cerca de diez años recuperará con creces, lo que es indiscutible es que este tipo de intervenciones no sólo reportan enormes beneficios para la salud y el medio ambiente, sino que además pueden ayudarnos a mantener el confort en nuestros hogares durante todo el año sin tener que preocuparnos por los constantes aumentos en los precios de la energía.
La gran sorpresa cayó como un jarro de agua fría al final de la primera jornada: el esperado Plan Estatal de Fomento del Alquiler de Viviendas, Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana 2013-1016 no va a poder contar con las ayudas que se prometieron en un principio por falta de liquidez en las Comunidades Autónomas. Como comentó Pilar Pereda, secretaria del COAM, esto resulta especialmente decepcionante tanto para los técnicos como para los ciudadanos que veían en esta nueva ley una perfecta oportunidad para mejorar la conservación, la accesibilidad y la eficiencia energética de sus viviendas.
Lo más sorprendente ha sido la rapidez con que se ha dado marcha atrás a la propuesta ya que apenas han pasado 2 meses desde que se anunciaba a bombo y platillo. A estas alturas ya a nadie le sorprende una promesa incumplida por parte del gobierno. Lo que cuesta entender es por qué se propone un conjunto de ayudas cuando se conoce de antemano la imposibilidad de abordarlas. Otra cosa que también da mucho que pensar es por qué no se ha difundido tanto esta noticia como la del anuncio inicial de las posibles subvenciones.
Un informe ha revelado que por cada 100€ destinados a subvencionar actuaciones de mejora en los edificios, se recuperan 111€ vía impuestos. ¿Por qué no empezar a tomar medidas eficaces y rentables que pueden beneficiarnos a todos y sacarnos rápidamente de una situación fácilmente mejorable? ¿Es más aconsejable recurrir a la financiación que a la subvención? Ya son demasiadas dudas por resolver…