Como realizar pruebas al certificar un inmueble

escrito por eValua

Es fundamental conocer lo más detalladamente la composición del edificio o inmueble a certificar. En la mayoría de los casos y más hoy día con el nuevo código técnico, los propietarios tienen más información sobre su inmueble.

Esta información que va desde el libro del edificio, al libro de mantenimiento del edificio así como planos de compra de la inmobiliaria o planos de la misma constructora, en la mayoría de los casos siempre son mucho más fiables los planos y datos que provienen de la constructora, puesto que han formado parte de la documentación de obra. Por el contrario en la documentación del  libro del edificio muchas veces son una copia del proyecto que no siempre corresponde con la realidad ejecutada.

Hay cierta ayudas que vienen para facilitar la toma de datos y que no requieren un gran desembolso, así por ejemplo en la medición de vidrios podremos encontrar en el mercado distintos medidores de espesor del vidrio, que aprovechan las cualidades de este (reflexión y refracción) para determinar el espesor del vidrio o acristalamiento de doble hoja. Todos sabemos que en los falsos techos, a través de ellos podemos verificar que tipo de forjado conforma la estructura del edificio como a través de la rejilla de retorno de la mayoría de inmuebles con instalación de climatización por conductos.

En nuestra experiencia en edificios existente es vital para conseguir un valor  más real y detallado conocer la composición de las fachadas y muros medianeros. Para ello además de lo anteriormente citado  se unen dos puntos más a este aparatado. Por un lado puede  resultar muy útil poder descartar composiciones de cerramientos, solo con conocer la edad de edificio y el espesor de los muros, puesto que unido esto a la experiencia en el campo de la construcción,  nos dará una pauta segura a cerca de la composición de los cerramientos conociendo las tipologías constructivas que suelen ser lineales en el tiempo y zona geográfica.

Aun así, en el caso de conocer ciertos casos,  que por su singularidad o apreciación en este punto, cuando las edificaciones han sido reformadas o rehabilitadas, es recomendable disponer de una cámara termografíca que nos mostrará zonas de pérdidas energéticas, puentes térmicos o fugas.

Otro método más económico es acudir  a la realización de catas. Puede parecer a priori desproporcionado a priori pero nunca más lejos de la realidad. Aquí interviene la pericia y el buen hacer del certificador, que de una forma sencilla y detallista puede comprobar el cerramiento de fachadas, y  económicamente muy inferior al coste de una cámara termográfica.

Existen en el mercado cámaras de inspección  flexibles y de longitud variada , estas cámaras tienen la virtud de disponer de una lente  con un diámetro aproximado de 10 mm con iluminación , solo con un poco de pericia podemos ver la composición de muro. Para ello debemos encontrar una toma de corriente que este en el paramento de estudio, tras su desmontaje podremos comprobar que tenga una abertura o hueco al interior del cerramiento, sino podemos realizarlo con un destornillador o pequeño taladro con el fin de poder introducir la cámara por el hueco, con la ventaja que este hueco queda oculto por la toma una vez vuelta a montar. Siempre teniendo la precaución de cerrar el hueco abierto. Además con esta cata podremos incluso verificar el espesor de del aislamiento si el cerramiento lo tuviese. La práctica en este tipo de pruebas es fundamental, para realizarla en breve tiempo, fácilmente  y de manera muy efectiva.

Para concluir solo redundar en la idea de que un ben certificador debe unir tanto la experiencia en el campo de la construcción como los útiles adecuados y la pericia adecuada con el fin de conseguir un trabajo irrebatible y preciso, solo alcanzable con mucha dedicación.

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