¿Por qué el certificado energético?

Un estudio elaborado por el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía, dice que el 26% del consumo energético en España se realiza dentro de las casas particulares.

Si nos fijamos en este informe, vemos que un 32% del gasto es para calefacción, un 26% para agua caliente, un 28% para aparatos eléctricos, un 8% para cocinar, un 6% en luz y un 1% en aire acondicionado.

Si juntamos sólo la calefacción y el agua caliente vemos que se supera el 50% del consumo energético en los hogares españoles. Es eso lo que hace tan importante tener un certificado energético en las viviendas, no sólo de nueva construcción, sino también en las existentes. Podremos saber lo eficiente que es o no nuestro sistema y tomar las medidas oportunas, si procede.

Sustituyendo el sistema de calefacción y agua caliente por uno más eficiente el ahorro de energía que conseguimos es importante; tanto que en unos pocos años podemos tener amortizada la inversión. Pero no sólo cambiar este sistema es suficiente. Los huecos de las viviendas (ventanas y puertas) también tienen un papel importante. De nada sirve tener el sistema de calefacción más eficiente del mercado, si se nos pierde gran parte de la energía por los puentes térmicos de las ventanas.

Otro gran devorador de energía en los hogares son los aparatos eléctricos. Éstos ya llevan tiempo familiarizados con la etiqueta energética. Como hemos visto antes, suponen un 28% del consumo, por lo que hay que tomarlo en cuenta a la hora de comprar un electrodoméstico.

Estas y otras mejoras se ofrecen cuando hacemos una certificación energética de la vivienda, lo cual nos ayuda a ahorrar y a ser más eficientes.

Como vemos, es importante el estudio de un certificado energético. A la hora de contratar a un técnico certificador, tenemos que estar seguros de que es un buen profesional, ya que se verá reflejado en el trabajo que realice. Los precios a la baja que vemos en la red no tienen sentido, porque un buen certificado lleva horas de elaboración, además de gastos de desplazamiento, por lo que tiene que tener una relación el precio con el trabajo que se oferta. Un precio muy bajo probablemente esté asociado a un certificado deficiente.

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