Calificación energética baja: Si me sale mal ¿qué pasa?
El mayor número de preguntas que Tecnotec ha recibido de particulares y promotores respecto al Certificado de Eficiencia Energética de Edificios Existentes ha sido, si me sale mal ¿qué pasa?, Nuestra respuesta siempre ha sido pues no pasa nada o a lo mejor mucho. Si a quien le vende o alquila, no le importa gastar más que la media, en la factura de la luz, gas, etc, pues no pasa nada, pero si mira estos aspectos, tal vez se decante por comprar o alquilar otra casa, local o edificio. Una vez dicho esto se quedan más tranquilos, al no ver un gasto económico inmediato. Pero nosotros creemos que cada vez será más difícil vender o alquilar con una calificación energética baja. Esta afirmación la hacemos en base a la Directiva 2012/27/EU y a la Directiva 2010/31/UE que analizamos en los aspectos que pueden afectar a esta pregunta recurrente.
¿Qué nos dicen estas directivas europeas?
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La Unión Europea se encuentra muy preocupada por el consumo de energía:
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“La Unión se enfrenta a retos sin precedentes debido a la creciente dependencia de las importaciones de energía y a la escasez de recursos energéticos, así como a la necesidad de limitar el cambio climático y superar la crisis económica”.
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Los edificios constituyen el 40% del consumo energético de la Unión y se hace necesario actuar sobre ellos:
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“El ritmo de renovación de los edificios tiene que aumentar ya que el parque inmobiliario existente constituye el sector con mayor potencial de ahorro de energía”.
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“Los edificios son cruciales para alcanzar el objetivo de la Unión de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80 y un 95% para 2050 respecto a 1990”.
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Es necesario alcanzar la eficiencia energética, por ello se anima a :
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“los Estados miembros y a las regiones a hacer uso pleno de los Fondos Estructurales y Fondos de Cohesión para incentivar la inversión en medidas de eficiencia energética”, la Unión también establece mecanismos de financiación mediante “recursos asignados a eficiencia energética por el Banco Europeo de inversiones y otras instituciones financieras europeas, en particular el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa”
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Se marca una serie de actuaciones entre las que destacamos:
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“A más tardar el 31 de diciembre de 2020, todos los edificios nuevos serán edificios de consumo de energía casi nulo”.
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“Los Estados miembros se asegurarán de qué, a partir de enero de 2014, el 3% de la superficie total de los edificios con calefacción y/o sistema de refrigeración que tenga en propiedad y ocupe la Administración central se renueve cada año de manera que cumpla al menos los requisitos de rendimiento energético mínimos”.
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Los Estados miembros podrán:
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Implantar nuevos “tributos sobre la energía o sobre las Emisiones de CO2 que den lugar a una reducción del consumo de energía de uso final”.
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Establecer “ mecanismos e instrumentos financieros o incentivos fiscales que induzcan a la aplicación de tecnologías o técnica eficientes desde el punto de vista energético y que den lugar a una reducción del consumo de energía de uso final”
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facilitar “acceso a la financiación, ayudas o subvenciones”
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Conclusiones:
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Europa, tanto por razones económicas como medioambientales, debe y tiene que actuar en materia energética y los edificios constituyen parte fundamental de las actuaciones a seguir.
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Europa es consciente de la necesidad de ayudas y está dispuesta a poner medios financieros para facilitar la eficiencia energética en los edificios.
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Europa establece una serie de medidas para alcanzar la eficiencia energética en los edificios.
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Parece claro que si bien de manera directa no se va a obligar a adecuar los edificios privados existentes a unos mínimos de eficiencia energética, se va a facilitar en gran medida la adecuación de los edificios y sus instalaciones a consumos cada vez más contenidos y se va a penalizar la pasividad ante consumos energéticos elevados.