25 consejos de ahorro en iluminación
La iluminación de los hogares españoles supone el 10% de la factura eléctrica. Este consumo energético emite unos 4 millones de toneladas de CO2 y es supone un gasto de casi 2 millones de € anuales. Con una iluminación más racional y poco esfuerzo este consumo podría reducirse a la mitad.
ILUMINACIÓN ARTIFICIAL
1 Utiliza el mejor invento para el ahorro: “El interruptor” y siempre que sea posible, aproveche la iluminación natural. No deje luces encendidas en habitaciones que no esté utilizando.
2 Reduzca al mínimo la iluminación ornamental en exteriores: pérgolas, jardines, etc.
3 Mantén limpias las lámparas y las pantallas, aumentará la luminosidad, sin aumentar la potencia.
4 La limpieza y buen estado de las lámparas (bombillas) y luminarias (lámparas) de la vivienda puede dar lugar a un ahorro de hasta un 20% en el consumo de electricidad en iluminación. Una bombilla sucia o en mal estado puede llegar a perder hasta un 50% de luminosidad. También se deben limpiar las pantallas de las luminarias y todos los elementos que ayuden a reflejar y expandir la luz.
5 Las lámparas (bombillas) incandescentes son las que mayor consumo, las más baratas y las de menor duración. Sólo aprovechan en iluminación un 5-10% de la energía eléctrica que consumen, el 90% restante se transforma en calor, sin aprovechamiento luminoso. No son eficientes.
6 Use lámparas fluorescentes donde necesite más luz durante muchas horas: por ejemplo en la cocina. No es conveniente encender y apagar los fluorescentes con frecuencia, por lo que son adecuados para estancias donde el tiempo de uso es más largo, como las cocinas. Si se va a abandonar la habitación menos de 15 minutos, es mejor no apagar los fluorescentes, ya que su consumo en el arranque es elevado, se ahorra y se alarga la vida de las lámparas. Son más eficientes y más caras que las incandescentes.
7 Cuando sea precisa una luz de mayor calidad y mayor duración, para iluminar estancias especiales, cuadros, fotos, etc., utilizar halógenos de bajo consumo o LEDs.
8 Sustituye las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo (fluorescentes compactas). Para un mismo nivel de iluminación, ahorran hasta un 80% de energía y duran 8-10 veces más (10.000 h). Además transforman en luz el 90% de la electricidad que consumen. Cambie, con prioridad, las que más tiempo están encendidas. Se puede reducir hasta un 50% en el consumo eléctrico en iluminación de la vivienda.
9 Las lámparas electrónicas duran más y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Se distinguen entre sí principalmente por su peso; 100 g (4 veces menor que el de las lámparas convencionales). Además las electrónicas aguantan un mayor número de encendidos y apagados frecuentes. Son de arranque rápido por lo que es recomendable colocarlas con balasto electrónico (sistema integrado en el casquillo de la bombilla que impide el efecto de “parpadeo” y el lento encendido tradicionalmente asociados a la iluminación fluorescente).
10 Analiza la etiqueta energética de las lámparas que vayas a comprar y elige las de clase energética más eficiente.
11 Es conveniente evitar el uso de luminarias de muchas bombillas como las del tipo “araña”.
12 Adapta la iluminación a sus necesidades y da preferencia a la iluminación localizada: además de ahorrar conseguirás ambientes más confortables.
13 Es recomendable disponer de varios niveles de iluminación, ya sea con reguladores y/o usando distintos interruptores para distintas zonas de la habitación. Así se puede adaptar el nivel de iluminación al necesario en cada momento y en cada zona.
14 Coloqca reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico (no de reóstato): ahorrarás energía.
15 En estancias o locales de poca presencia; despensas, sótanos, bodegas, vestíbulos, garajes, zonas comunes, etc. es interesante colocar detectores de presencia o interruptores temporizados para que las luces se enciendan y apaguen automáticamente cuando sea necesario. De esta manera se ahorra la energía que se derrocha cuando se deja encendida por olvido.
16 Si tienes iluminación exterior en el jardín, puedes controlar su funcionamiento de forma automática mediante un programador o un interruptor “crepuscular”. Existen también aparatos que funcionan con energía solar, como los puntos de luz del jardín.
17 Puedes utilizar luces exteriores equipadas con fotocélulas o temporizadores, para que se apaguen solas durante el día.
18 Debido al alto grado de contaminación y riesgo para la salud que puede producir el mercurio que forma parte de las bombillas de bajo consumo, recomendamos máximo cuidado para que no se rompan y su eliminación mediante el emplazamiento de las mismas en los puntos de recogida para materiales de riesgo.
ILUMINACION NATURAL
19 Siempre que sea posible, aprovecha la iluminación natural. Utiliza en las ventanas y en las cortinas colores claros y tejidos que sean ligeros para permitir la penetración de la luz solar.
20 Utiliza colores claros y tenues en la decoración de las paredes y techos, ya que presentan mayores índices de reflexión de la luz que los colores oscuros. Aprovecharás mejor la iluminación natural y podrá reducir el alumbrado artificial.
21. Reserva las habitaciones más luminosas (las orientadas al Sur) para las estancias en las que pases la mayor parte del tiempo, y destina las orientadas al Norte a otros usos más ocasionales o con demandas de iluminación menos exigentes.
22 Durante el día, si el calor no es excesivo, sube las persianas para que entre luz y calor en casa. En invierno, al anochecer cierra cortinas y persianas para reducir la pérdida de calor. En verano, abre las ventanas por la noche y ciérralas por la mañana para mantener la casa fresca.
23 En las ventanas puedes instalar protecciones solares fijas y móviles (persianas, toldos, láminas solares, etc.) para controlar la entrada directa de radiación solar al interior del hogar. Evitarás así problemas de calentamiento en verano y, en consecuencia, ahorrarás energía en la refrigeración.
24 Puedes solucionar el acceso de luz natural a espacios interiores sin aperturas al exterior mediante claraboyas o instalando conductos de luz, unos canales en los que con ayuda de superficies altamente reflectantes se puede conducir la luz incidente del Sol a lo largo de varios metros a estancias completamente aisladas que, de otro modo, sólo podrían iluminarse con luz artificial.
25 Para conseguir una buena iluminación hay que analizar las necesidades de luz de cada una de las partes de la vivienda, ya que no todos los espacios requieren la misma luz, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad.