Tener una buena calificación energética en tu vivienda, local u oficina va más allá de una moda para unirse a la nueva oleada de sostenibilidad y concientización por el planeta.

La verdad es que vale la pena tener inmuebles eficientes a nivel energético porque tendrá beneficios para tu salud, economía y demás aspectos de tu vida.

Te detallamos las razones…

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El ahorro detrás de una buena calificación energética

Una buena calificación energética conduce a beneficios de ahorro de manera inmediata y también a largo plazo:

Menores costes de energía

En primer lugar, se verá reflejado en una reducción de tu facturación mensual de luz, y vale la pena recordar que este servicio es uno de los que más pesan en la actualidad en la economía de los hogares, pudiendo representar hasta un 7 y 8% de sus ingresos mensuales.

Las propiedades con una buena calificación energética, efectivamente, demandan menos cantidad de energía para cubrir los procesos internos como climatizar y mantenerse iluminados.

Menor mantenimiento y costes de reparación

El mantenimiento de los sistemas de climatización, de los equipos eléctricos e incluso del sistema de iluminación es un gasto recurrente y a veces inesperado.

Muchas veces el deterioro de los equipos ocurre por su uso ineficiente, lo cual ocasiona daños o acortamiento de la vida útil de estos sistemas.

Si posees un inmueble con buena calificación energética quiere decir que has optado por equipos eficientes y que se usan de manera racional. Un buen ejemplo de ello son los sistemas de calefacción o enfriamiento que se apoyan en termostatos inteligentes.

Beneficios fiscales

En España, los edificios con una alta calificación energética pueden ser elegibles para incentivos fiscales u otras ayudas.

Existen beneficios para quienes reducen su consumo al instalar paneles solares fotovoltaicos en sus viviendas tales como la deducción del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) en un porcentaje que va de 20% al 60% del total de la inversión realizada en mejoras de eficiencia energética.

Uno de los requisitos para conseguir este beneficio es demostrar, a través del certificado de eficiencia energética, que la demanda energética de la vivienda ha disminuido al menos un 7% después de realizar las obras en relación al último certificado expedido antes de las mejoras.

Tu propiedad valdrá más

Las inmuebles con calificaciones energéticas más altas resultan atractivas para los compradores y, por ello, podrás aspirar a un mayor valor de reventa.

El valor de mercado está relacionado con varios aspectos y uno de los que suele analizarse en la actualidad son los menores costes de operación.

Los inmuebles con alta eficiencia energética suelen tener costes operativos más bajos debido a su menor consumo de energía. Esto resultará muy atractivo para los compradores, quienes ponen en la balanza la asequibilidad a largo plazo del inmueble.

También hay que considerar que la sostenibilidad y la conciencia ambiental son temas importantes en la actualidad y los compradores pueden valorar positivamente las propiedades que tienen un menor impacto ambiental.

Si tu certificado de eficiencia energética posee buena calificación energética esto da fe del compromiso con la eficiencia y esta percepción es interesante para un segmento de compradores que valoran este contexto.

Cumplimiento normativo

Paulatinamente se están implementando regulaciones y normativas relacionadas con la eficiencia energética, por ende, tener una buena calificación energética puede ayudar a cumplir con estos requisitos, evitando multas o sanciones.

Una buena calificación energética es sinónimo de confort

Las mejoras en la eficiencia energética suelen, a su vez, venir acompañadas con mejoras en el confort interior de un inmueble e incluso de la calidad del aire que se respira.

Es un privilegio habitar en un ambiente interior más saludable y cómodo para los ocupantes, porque si se trata de un hogar permite una convivencia más armoniosa y si se trata de entornos laborales puede traducirse en beneficios adicionales, como una mayor productividad.

Control de temperatura y humedad

El aislamiento es uno de los puntos clave de las viviendas eficientes a nivel energético, por ende, conservan mejor el calor en invierno y mantienen una temperatura fresca en verano.

A su vez, el correcto aislamiento disminuye la entrada de corrientes de aire no deseadas y elimina los puntos fríos y calientes, esto da paso a uniformidad en todo el inmueble y por ello suelen ser placenteros en todos sus espacios.

En su diseño se valoran los sistemas de ventilación adecuados que controlan la humedad, creando un ambiente interior más confortable en cualquier mes del año.

Aire más puro

Otro punto a favor es que, si constan de sistemas de ventilación mecánica controlada, ya que estos filtran el aire entrante y eliminan contaminantes y alérgenos, como resultado la calidad del aire interior será más pura.

Menos ruido exterior

Los materiales de construcción utilizados en inmuebles con buena calificación energética normalmente gozan de propiedades de aislamiento acústico.

Con ello se logra una reducción en la transmisión de ruido procedente del exterior y así se crea un ambiente más tranquilo y confortable en el interior.

Iluminación natural y artificial adecuada

Estos inmuebles suelen estar diseñados teniendo en cuenta la entrada de luz natural, lo que no solo reduce la necesidad de iluminación artificial durante el día, sino que también se traduce en menos consumo y también en beneficios para la salud.

Estar expuestos en el día a la luz natural ayuda a la regulación del ciclo biológico, además es fuente de vitamina D, mejora del estado de ánimo, la productividad y rendimiento, entre otros aspectos.

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¿Cómo se logra una buena calificación energética?

Mejorar la eficiencia energética en un inmueble requiere tomar una serie de medidas y adoptar prácticas que reduzcan el consumo de energía. Algunas de las actuaciones que te llevarán a lograrlo son las siguientes:

  • Aislamiento adecuado

El aislamiento evita las pérdidas de calor en invierno y las ganancias de calor en verano. Para ello es conveniente aislar paredes, techos, pisos, ventanas y puertas.

Un buen aislamiento garantiza una adecuada temperatura interior, esta será constante y reducirá la necesidad de calefacción y refrigeración.

No hay que olvidarse de elementos como las ventanas, actualmente es buena decisión usar ventanas de doble o triple panel con vidrios de baja emisividad y marcos bien sellados porque con ellos se consigue reducir las pérdidas de calor en invierno y las ganancias de calor en verano.

Otra buena práctica, es el uso de cortinas o persianas térmicas bien sea como medida independiente o sumada a unas ventanas más competentes a nivel de eficiencia.

  • Equipos y electrodomésticos de bajo consumo

Los equipos y electrodomésticos hoy en día están diseñados para reducir el consumo de energía y mejorar la eficiencia. Una acción simple como reemplazar los electrodomésticos y equipos viejos por modelos más eficientes energéticamente, te llevará a bajar el consumo energético.

Los electrodomésticos con la etiqueta de Energy Star o en general aquellos que poseen otras certificaciones de eficiencia energética deben convertirse en los principales candidatos al momento de renovar tus equipos.

  • Uso de iluminación eficiente

Sustituye las bombillas incandescentes por bombillas LED, estas consumen menos energía y tienen una vida útil más larga.

  • Asistencia tecnológica

Usa elementos como los termostatos programables que pueden controlar la temperatura de tu hogar de manera más eficiente.

Instala dispositivos de bajo flujo en grifos y cabezales de ducha para reducir el consumo de agua caliente.

  • Concientización y cambios de hábitos

Adopta hábitos que reduzcan el consumo de energía, como apagar luces y electrodomésticos cuando no se estén utilizando, lavar la ropa con agua fría siempre que sea posible y usar la energía de manera más eficiente en general.

Lo que expresa el Certificado de Eficiencia Energética

El certificado energético no solo es una etiqueta que indica una calificación. Realmente es un documento basado en el estudio exhaustivo del comportamiento energético del inmueble.

Este debe ser realizado por un certificador energético, el cual luego de inspeccionar el inmueble realizará los estimaciones y cálculos correspondientes.

El resultado de su evaluación es un documento o informe que lleva la siguiente información:

  • Identificación del inmueble: Datos básicos como la dirección completa del edificio, su referencia catastral, y la información del propietario.
  • Identificación del técnico certificador: Nombre y número de colegiado del técnico responsable de realizar la certificación energética.
  • Descripción energética del inmueble: Características del edificio, como su año de construcción, superficie construida, orientación, materiales de construcción, etc.
  • Calificación energética: La calificación energética del edificio, que suele expresarse en una escala de letras que va desde la A (más eficiente) hasta la G (menos eficiente). Además, puede incluir la cantidad de emisiones de CO2 asociadas al consumo energético del edificio.
  • Consumo de energía y recomendaciones de mejora: Información sobre el consumo de energía del edificio y recomendaciones para mejorar su eficiencia energética, como la instalación de aislamiento, la sustitución de ventanas, el uso de energías renovables, etc.
  • Normativa aplicable: Referencia a la normativa vigente en materia de eficiencia energética que se ha tenido en cuenta para la certificación.
  • Fecha de emisión y validez: La fecha en la que se emitió el certificado de eficiencia energética y su validez, 10 años o 5 años en el caso de obtener la calificación energética más baja.

Pero también consta de una sección muy interesante que es “Las recomendaciones”. Estas están dirigidas a mejorar la eficiencia energética del edificio y pueden variar según las características específicas del inmueble, pero algunas sugerencias comunes incluyen:

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Recomendaciones que sugiere, normalmente, el certificado energético

En un certificado de eficiencia energética las recomendaciones suelen incluir medidas específicas para mejorar la eficiencia energética del edificio, generalmente son:

  • Mejora del aislamiento: Instalación de aislamiento térmico en paredes, techos y suelos para reducir las pérdidas de calor en invierno y ganancias de calor en verano.
  • Actualización de ventanas y puertas: Sustitución de ventanas y puertas por modelos con doble o triple acristalamiento y mejor sellado para reducir las pérdidas de calor y mejorar el aislamiento acústico.
  • Optimización del sistema de calefacción y refrigeración: Actualización a sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes, como calderas de condensación, bombas de calor, o sistemas de climatización con tecnología eficiente.
  • Uso de energías renovables: Instalación de sistemas de energía solar térmica o fotovoltaica para generar energía limpia y reducir la dependencia de fuentes de energía convencionales.
  • Mejora de la iluminación: Sustitución de bombillas incandescentes o halógenas por bombillas LED de bajo consumo energético, así como la instalación de sensores de movimiento y temporizadores para controlar la iluminación.
  • Optimización de electrodomésticos: Sustitución de electrodomésticos antiguos por modelos más eficientes energéticamente, con etiqueta de eficiencia energética A++ o superior.

Consideraciones finales

En resumen, una buena calificación energética conlleva una serie de ventajas significativas, una de las principales o más directas es la reducción de las facturas por el servicio de luz y gas.

Un inmueble con una buena calificación energética tiende a tener un mayor valor de mercado debido a su menor costo operativo, su apelación a la conciencia ambiental.

Adicionalmente, se obtiene un mayor confort para sus ocupantes al proporcionar una temperatura interior más estable, una mejor calidad del aire, una reducción del ruido exterior y una iluminación adecuada, lo que contribuye a un ambiente más saludable y agradable para vivir o trabajar.

Por este motivo, invertir en mejoras de eficiencia energética para obtener una buena calificación energética siempre va a ser una estrategia financiera inteligente conducir a ahorros significativos, pero además para conseguir incrementos en tu calidad de vida o a nivel de productividad e n una empresa.

La mejor manera de diagnosticar las acciones que debes realizar para convertir un inmueble en “más eficiente” es a través del certificado de eficiencia energética.

Allí aparecen las recomendaciones y medidas que debes llevar a cabo para disminuir el consumo energético.

También se deben adoptar prácticas simples que promuevan la eficiencia energética, tales como usar de manera consciente los equipos en especial los de calefacción o enfriamiento, así como el calentado, que son unos de los mayores responsables de consumos elevados.

¿Quieres saber qué medidas tomar para tener una buena calificación energética? Solicita tu Certificado de Eficiencia Energética y descubre cómo disminuir tu consumo.

Puedes contactarnos, para solicitar tu presupuesto y despejar cualquier duda que tengas sobre este tema.