La energía solar como fuente energética
El aprovechamiento energético de sol directo o indirecto, de forma artificial o natural ha sido una constante de la humanidad durante el tiempo. Aumentar el campo de actuación de la energía solar llevando su aplicación a sistemas mas dinámicos y directos, constituye un objetivo del que se ha tomado consciencia hace poco.
La Eª Solar como fuente energética, presenta una elevada calidad energética con un nulo impacto ecológico e inagotable. Como dificultes principales al aprovechamiento de este tipo de energía cabe destacar la variabilidad con la que este tipo de energía llega a la tierra como consecuencia de aspectos estacionales, geográficos y climáticos.
En cualquier caso para estos años venideros se prevé una gran demanda del uso de la energía solar, debido en gran medida al desarrollo de políticas energéticas materializadas en diferentes planes de actuación a distintos niveles.
Denominados “sistema solar térmico” a toda instalación destinada a convertir la radiación solar en energía útil, y está constituido en términos generales por un Subsistema de captación (batería de captadores solares), otro de acumulación (uno o varios depósitos de acumuladores de energía) y un último de consumo (los puntos de consumo) con dos circuitos diferenciados, el PRIMARIO y el SECUNDARIO.
La eficacia del sistema está condicionada por el propio diseño de cada uno de los componentes pero también por la interrelación entre ellos.
Todo proyectista de sistemas de energía solar ha de tener en cuenta la importancia de la calidad del diseño así como la de su realización.
El objetivo principal de una instalación solar es el conseguir el máximo ahorro de energía convencional.
La cantidad de energía solar aprovechable depende de múltiples factores algunos de los cuales pueden ser controlados en el diseño e instalación (orientación, inclinación, ubicación, etc...), pero otros se escapan a toda posibilidad de control ya que son consecuencia de la localización geográfica y de los parámetros meteorológicos.
Por otro lado es muy importante saber que aunque técnicamente es posible disponer únicamente de una instalación de energía solar térmica de baja temperatura (aquella cuya temperatura de trabajo es menor de 100º C.) para garantizar el consumo, este criterio llevaría a dimensionar instalaciones muy grandes y desproporcionadas además de inviables económicamente.
Es por ello que para realizar instalaciones solares térmicas económicamente competitivas es necesario utilizar y/o incorporar sistemas convencionales de apoyo energético que permitan garantizar el abastecimiento de energía en determinados momentos.