Por qué no se etiquetan la mayoría de calderas individuales?
Es curioso el extraño pudor de los fabricantes a etiquetar las calderas individuales de calefacción con los datos necesarios para su descripción auténtica. Para mí es ya una práctica consuetudinaria hacer foto de la caldera de la vivienda que estoy certificando, a fin de intentar localizarla en el catálogo del fabricante.
Cosa que es más o menos sencilla cuando la caldera no tiene una excesiva vejez, pero que puede resultar una labor detectivesca cuando el aparato tiene ya unos años.
Independientemente de esto, es más sencillo encontrar catálogos de propaganda, dedicados a la venta que catálogos técnicos.
Todo ello puede hacer muy antipático el imprescindible paso de reflejar con exactitud el tipo de instalación a tener en cuenta en el certificado de Eficiencia Energética.
Parecería lógico que datos tales como el tipo de caldera, la potencia, el rendimiento, etc. estuvieran a la vista como lo está en las calderas, (no en todas), de calefacción y/o agua caliente centrales. La documentación, normalmente, ha desaparecido, el dueño no sabe dónde la tiene o, en el caso de inquilino, no la ha visto nunca.
Tema similar es el de los acumuladores de ACS, en los que la falta de datos sobre aislamiento, grosor y tipo del mismo, hace imposible ser exacto en el cálculo de las pérdidas energéticas del depósito. A esto ya me he referido en otro artículo en este mismo portal.
Sería bueno que, dada la importancia de hacer un control fiable de la Eficiencia Energética de nuestras viviendas, los fabricantes se esmerasen en informar sobre estos temas inexplicablemente ocultos. Una página web con las fotos y características de los tipos de calderas y acumuladores de ACS fabricados en los últimos veinte años no es un tema ni complicado ni oneroso. La inclusión de los datos en los catálogos actuales sería un primer paso. Es absurdo tener que trabajar muchas veces con valores estimados, cuando podían ser conocidos fácilmente. En las llamadas por teléfono a los fabricantes no suele lograrse hablar con la persona adecuada en cada caso y, al menos en mi experiencia, las solicitudes de información por correo electrónico retrasan notablemente la emisión del Certificado, emisión que, normalmente, el cliente solicita con urgencia ante la firma de venta o alquiler.