¿Qué aspectos evaluará el técnico en el CEEE?
Esa es una pregunta importante a la hora de abordar el tema de la Certificación Energética de Edificios Existentes (CEEE) ya que lo que este certificado evalúa es la cantidad de kilogramos de CO2 que consume nuestro hogar, o dicho de otra forma, lo que contamina producir la energía que nuestro hogar consume.
El primer aspecto a tener en cuenta es la envolvente térmica, tanto cerramientos de fachada, suelos y cubiertas, como huecos, vidrios y carpinterías exteriores. Este primer aspecto es algo abstracto ya que durante la visita el técnico no puede conocer con seguridad la composición de los cerramientos, si posee cámara de aire, aislamiento, los materiales que la componen; sino que será por la antigüedad del inmueble y la normativa aplicable durante su construcción lo que orientará su elección.
Otro de los aspectos fundamentales en el consumo de energía en nuestro hogar son los huecos ya que la pérdida de energía (calor en invierno y frío en verano) que se produce a través de la carpintería exterior es considerablemente muy superior a la que se produce a través de fachadas. Hay que diferenciar dentro de la carpintería que el porcentaje de pérdidas del vidrio es mayor que el del marco, ya que es una superficie mayor. El técnico también debe evaluar la tipología de vidrio y el material de la carpintería. Estos aspectos seran unos de los más importantes en la calificación de la certificación energética.
Por último, el técnico deberá evaluar las instalaciones productoras de agua caliente sanitaria, refrigeración y calefacción, ya que son las principales fuentes de consumo del hogar. Cabe destacar que frente a una certificación energética tienen peor puntuación los aparatos eléctricos ya que la producción de esta energía es muy contaminante.
Lo que resta será trabajo de oficina con uno de los programas reconocidos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para la Calificación Energética de Edificios Existentes.
Tras la realización del certificado, el técnico deberá entregarlo al propietario del inmueble para que éste lo registre ante el Ministerio según corresponda en cada Comunidad Autónoma. Esta tarea puede ser encargada al técnico competente autor del certificado.