Medidas de mejora de la eficiencia energética irreales II

Como complemento al artículo "Medidas de mejora de la eficiencia energética irreales" surge el presente artículo.

Si bien es cierto que se ha desarrollado hasta un nivel bastante aceptable todo lo relacionado con la envolvente del edificio: amplio abanico de situaciones de cerramiento, lucernarios, gráfico de sombras, puentes térmicos, etc. La parte dedicada al análisis de las instalaciones se ha quedado bastante pobre. Pobre porque hay aspectos importantes que no se valoran y pobre porque ofrece la posibilidad de proponer mejoras irreales.

Respecto a los aspectos que consideramos importantes y que no se valoran, nos llama enormemente la atención que no se tenga en consideración la iluminación. Es cierto, que las luminaria pueden cambiarse rápidamente y que podemos considerarlas como que no forman parte del inmueble, sin embargo representan una fracción del consumo energético nada despreciable. De manera que podemos encontrarnos con la paradoja de tener en un mismo edificio dos viviendas idénticas en todo, que únicamente se diferencien en que el propietario de la vivienda 01 ha instalado la totalidad de sus luminarias con tecnología LED, mientras que el propietario de la vivienda 02 ha instalado todas las luminarias de la vivienda con tecnología halógena. Evidentemente la eficiencia energética de ambas viviendas es elevada, mientras que la calificación energética que obtienen es la misma.

Volviendo al tema de las medidas propuestas irreales, si sustituimos la caldera destinada a calefacción y producir ACS por una de biomasa, la calificación energética va a mejorar notablemente, aunque en un piso difícilmente pueda instalarse.

El tema de la climatización también se ajusta poco a la realidad en multitud de ocasiones. En una gran cantidad de viviendas, es mucho más significativo como se construya el retorno de aire, que la propia máquina climatizadora. Ya que el retorno de aire no lo vemos y por este motivo, típicamente se ha construido muy mal y aumentando enormemente el coste energético, en lugar de reducirlo que debería ser su función.

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