¿Es la biomasa una energía realmente renovable?

escrito por David Cano

Cuando se realiza una certificación energética se evalúa la calificación del edificio en función de la huella de carbono que deja, o lo que es lo mismo, en función de la cantidad de CO2 que es necesario generar para obtener una situación de confort.

La calificación de esta certificación es muy ventajosa cuando utilizamos una caldera de biomasa para la calefacción y ésto es debido a que se supone que esta energía es renovable, y por lo tanto se considera que las emisiones de CO2 a la atmósfera son nulas, aunque todo el mundo sabe que cuando se quema la biomasa se desprende CO2, de hecho se desprende mucho mas CO2 cuando quemamos biomasa que cuando quemamos gas natural, que está compuesto principalmente por metano. Con esto os estaréis preguntando cuál es la razón para considerar a la biomasa una energía renovable, y es que se supone que ese CO2 que se libera al quemar la biomasa lo había tomado anteriormente el árbol de la atmosfera y por lo tanto quedaría compensado.

Así que vamos a hacer unas pocas cuentas,  tomando como fuente el IDAE sabemos que la demanda de calefacción de todas las viviendas españolas es de 288.574 TJ (288574*10^12 J), si tendemos hacia la instalación del 100% de las calefacciónes a base de biomasa, debido a que te aseguras una muy buena calificación energética, y teniendo en cuenta que el rendimiento de este tipo de instalaciones ronda el 85% y que tendremos que transportar esta biomasa hasta el punto de consumo, realizado por carretera y que por lo tanto consume gasóleo, esto lo podemos traducir como un rendimiento de transporte, este rendimiento lo suponemos del 90% (fuente IDAE), tenemos que las necesidades de energía primaria de biomasa para satisfacer las demandas de calefacción españolas son de 377221 TJ, estimando el PCI de la biomasa en 3500 kcal/kg (14644 kJ/kg) obtenemos que necesitamos 19,7 millones de toneladas de biomasa anuales, lo que equivaldría a talar un bosque de chopos de 2546 km2 anualmente, madera conocida por su rápido crecimiento, si tenemos en cuenta que son necesarios entre 10 y 15 años para tener el árbol maduro necesitaríamos más de 25.000 km2 dedicados a este fin, una superficie equivalente a algo más de 3 veces la comunidad de Madrid.

Por ello no me parece razonable considerar la biomasa como una energía renovable, y creo que el cálculo de la certificación energética debería basarse únicamente en el consumo de energía primaria del edificio.

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