Consecuencias e interpretación del certificado energético
En este artículo pretendo describir de forma resumida cual es el efecto deseado por la administración a la hora de implementar la nueva ley de certificación energética de edificios existentes en los diferentes agentes implicados. En segundo lugar, doy las claves para saber interpretar los datos que obtenemos en una etiqueta energética de un edificio.
Consecuencias de la ley de certificación energética de edificios existentes
Propietario: Está obligado a hacer las gestiones necesarias para obtener el certificado de eficiencia energética de la vivienda, es decir, encargar a un técnico competente que analice energéticamente la vivienda o local que se quiere vender o comprar. La obligación es a partir del momento en que se pone en oferta el inmueble y el certificado tendrá una validez de 10 años.
Comprador o arrendatario: Se pretende que sea el gran beneficiado de la nueva ley, ya que tendrá más información a la hora de escoger su vivienda, aunque será clave que el ciudadano no experto sepa interpretar los datos que nos ofrece la etiqueta energética.
Interpretación del certificado energético
La calificación energética nos ofrece 3 datos:
Consumo de Energía Anual: Es la energía final que consume un immueble, es decir, los kwh que nos salen en las facturas de gas, por ejemplo. Es un dato importante, ya que va directamente relacionado con el dinero que nos costará vivir en una vivienda. Nos lo dan en kwh/m2 año y es dato más importante para poder comparar con otros edificios.
Emisiones de CO2 Anual: Este dato hace referencia a las emisiones en la atmosfera de CO2 derivadas del uso de la casa y no siempre es proporcional al consumo energético de la vivienda. Por ejemplo, si tenemos una casa con una demanda energética alta (mala orientación, poco aislamiento, malas ventanas, etc.) pero utilizamos una fuente de energía renovable para calefacción y agua caliente (como por ejemplo la biomasa), tendremos emisiones de CO2 prácticamente nulas pero un consumo energético alto, y pagaremos muchos euros a final de mes.
Letra del edificio: La letra del edificio (que puede ir de la G a la A) ve determinada por las emisiones de CO2 y el consumo energético. A menos emisiones, letra más alta. Para tener una referencia, un edificio de obra nueva tendrá como mínimo una E.
Como veis, desde el punto de vista del consumidor normal, es decir, sin una gran consciencia ecológica, el dato más importante es el consumo de energía. En mi experiencia como certificador, lo máximo que he obtenido para una vivienda de segunda mano es una letra E, principalmente por la ausencia de energías renovables y el mal aislamiento de los cerramientos. Las viviendas con letras más bajas suelen ser las que tienen más superficie en contacto con el exterior, es decir, áticos y viviendas unifamiliares.