Calderas de condensación para viviendas

Certificado Energetico

Seguramente habréis oído hablar de las calderas de condensación. Si alguna vez os la han recomendado os preguntaréis por qué puede ser interesante para vuestra vivienda y qué ventajas e inconvenientes puede tener frente a la caldera convencional que todos podemos tener en nuestra cocina o en nuestra comunidad de vecinos.

Las calderas de condensación aprovechan el calor latente generado al condensarse los gases de combustión. Esto es algo que solo ocurre a temperaturas lo bastante bajas para que pueda producirse este cambio de estado.

Las calderas convencionales no están preparadas para resistir la corrosión que produciría la condensación de estos gases. Por eso, para evitar que esto ocurra, deben trabajar a temperaturas mayores a los 70ºC con el incremento de consumo que eso implica.

Las calderas de condensación trabajan en cambio en torno a los 40º-60ºC, reduciendo el gasto de combustible y convirtiéndose en la solución ideal para instalaciones por suelo radiante o radiadores especialmente diseñados para funcionar a esos niveles de temperatura.

De esta forma podremos conseguir:

  • Ahorros de más del 30% frente a una caldera estándar
  • Rendimientos de hasta el 109% frente a los 70% de una convencional (supera el 100% al aprovechar otros tipos de energía más allá del poder calorífico inferior del combustible)
  • Temperaturas adaptables a la temperatura exterior
  • Bajas emisiones de óxidos de nitrógeno

Si decides instalarte una caldera de condensación tienes que tener en cuenta estas limitaciones:

  • Al trabajar a baja temperatura no es igual de eficiente en climas muy fríos. En estas situaciones será necesario impulsar el agua a mayor temperatura haciendo imposible la condensación de los humos y su máximo aprovechamiento.
  • Necesita radiadores con una mayor superficie de intercambio
  • Su precio es mayor que el de las calderas convencionales
  • Debe preverse un sistema de desagüe para evacuar los productos de la condensación
  • Para la evacuación de humo se recomienda utilizar conductos de PVC que resisten mejor la acidez de los gases condensados
  • Si se utiliza para ACS hay que tener en cuenta que para prevenir la legionela la temperatura de impulsión debe superar los 60ºC.

Para solucionar estos problemas contamos también con calderas de baja temperatura que no tienen tan altos rendimientos pero son una solución muy eficiente que se sitúa entre la caldera convencional y la caldera de condensación.

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