Medidas adicionales de eficiencia energética (I)

En este artículo se valoran algunas propuestas, las cuales no se valoran en el certificado de eficiencia energética, pero suponen un código de buenas prácticas a tener en cuenta acerca del comportamiento energético del edificio o vivienda, y pueden suponer una importante diferencia en el consumo.

Colocación de termostatos en viviendas.

Una buena ubicación en los puntos adecuados de una vivienda o edificio supone un sistema automático que regula a la perfección el control energético. Se debe partir siempre de un buen estudio donde el criterio de colocación de los aparatos sea el idóneo. De esa manera no quedarán "zonas de sombra" climática dentro del edificio. Por ese motivo, no es recomendable situar los termostatos en estas "zonas de sombra" donde el sistema no llegue al clima adecuado, ni tampoco en zonas de temperaturas extremas, ya que por proximidad de las máquinas de regulación o de la cercanía a zonas exteriores sin un aislamiento adecuado, la lectura que nos darían los termostatos sería irreal produciendo un disconfort térmico en los ocupantes del edifico y también un gasto adicional energético.

Una opción en la colocación de estos termostatos, que cada vez se utiliza más, es la sectorización de máquinas por zonas con sus debidos sensores por cada zona. Con ello se consigue regular el confort térmico en función de la ubicación pudiendo actuar en función de factores de orientación solar según la hora del día. Es un sistema que puede ser más costoso inicialmente pero a la larga supone grandes beneficios de ahorro energético.

Temperatura de confort adecuada

Este aspecto siempre supone diferencias de opiniones en función de la sensación de cada persona pero se establece una temperatura de confort se situada entre 20 y 21ºC en invierno y entre 23 y 25ºC en verano, dentro del interior de un edificio. Cuando se aumenta la calefacción o se reduce la refrigeración, por cada grado de diferencia, aumenta el consumo de energía entre el 8 y el 10%.

Aislamiento y mantenimiento de los sistemas

Los sistemas de distribución de frío/calor deben tener un aislamiento adecuado para evitar pérdidas caloríficas en el sistema de transporte climático que deriva en el confort térmico del usuario del edificio.

El mantenimiento de los mismos, es una clave fundamental también del ahorro energético para poder detectar puntos de fuga energética en la generación y distribución climática. No cabe decir que un mal aislamiento en este sistema por falta de mantenimiento o una ausencia del mismo provoca un funcionamiento del sistema de producción por encima de lo necesario consumiendo mayor energía de lo requerido, con lo que otras medidas que se han podido poner en práctica (por ejemplo termostatos) acaban siendo ineficaces. Un punto negro en un sistema puede ser la causa de que el sistema no funcione como se ha diseñado, por lo que el seguimiento y mantenimiento de una instalación es un aspecto muy importante.  

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