Por qué debemos ser eficientes?
Cada vez es más frecuente encontrar el adjetivo “eficiente” en textos técnicos y en medios de comunicación. ¿Pero qué significa eficiencia?
“Eficiencia es realizar lo mismo por menos”.
La sociedad actual ha alcanzado un grado de confort y nivel de vida al que no quiere renunciar y que se ha sustentado en una indiferencia absoluta por el coste del consumo energético que es necesario para mantenerla. Esto se debe a que se ha disfrutado de un periodo donde las fuentes energéticas eran relativamente baratas y accesibles.
Sin embargo, con el desarrollo de las economías emergentes, los denominados BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), cada vez más millones de personas están accediendo a un nivel de vida similar, lo que implica que tenemos que repartir los mismos recursos entre un número mayor de demandantes.
Resulta obvio que este comportamiento está teniendo un impacto sobre el planeta:
Por un lado están aumentando:
- Emisiones de CO2
- Desertificación
- Temperatura global
- Deforestación
- Contaminación
Y a su vez disminuyen:
- Recursos naturales renovables
- Reservas de combustibles fósiles
- Reservas de agua
- Biodiversidad
En estos momentos, la situación energética comienza a ser crítica y en el actual contexto de crisis económica el ahorro energético se impone como una necesidad de obligado cumplimiento.
Es por ello que durante los últimos años, la Unión Europea ha impuesto una política energética cuyo objetivo es alcanzar en el año 2020:
- La reducción de un 20% del consumo de energía.
- Que el 20% de la energía final consumida en la Unión Europea provenga de fuentes de energías renovables.
- La reducción de un 20% de los gases de efecto invernadero.
Gran parte del consumo energético en las sociedades avanzadas no se desarrolla en el sector industrial, sino en la edificación. El consumo medio de una vivienda en España se establece, según datos del INE, en unos 100KWh/m². Para viviendas unifamiliares, este consumo se puede incrementar hasta un 20%.
En 2006 con la entrada del Código Técnico de la edificación, se mejoran las condiciones de aislamiento de los edificios y se introducen energías renovables como los paneles solares térmicos. Sin embargo en España tenemos un gran número de edificación existente que no cumplen los requisitos mínimos de eficiencia energética
“De los 26 millones de viviendas que tenemos en España, 15 millones tienen más de 30 años y casi 6 millones tienen más de 50 años”. (Ministerio de Fomento, Gobierno de España).
“El 60% de la viviendas se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética”. (Ministerio de Fomento, Gobierno de España).
Una respuesta a este problema, entre otras actuaciones, es transformar y regenerar la edificación existente dando paso a una edificación más eficiente energéticamente, ya que edificios y barrios eficientes satisfacen las necesidades de los usuarios con un menor uso de recursos y a su vez manteniendo la viabilidad económica.
El objetivo final es que los edificios respondan al concepto de consumo de energía casi nulo, es decir, que los edificios europeos consigan reducir su consumo lo máximo posible, y a la vez, que sean capaces de generar su propia energía a partir del aprovechamiento de las energías renovables y de sistemas de cogeneración.
Tanto la tecnología disponible, como los hábitos responsables, hacen posible un menor consumo de energía, mejorando la competitividad de las empresas y la calidad de vida personal.