Eficiencia energética en climatización I
La climatización, entendida como el aporte de calor en los meses fríos y la extracción de calor (mal llamado producción de frío) durante los meses cálidos, constituye una importante fracción del consumo energético doméstico y una importantísima fracción del consumo energético administrativo y comercial.
En cuanto a la producción de calor existen diversas tecnologías extendidas, por aire y por agua principalmente. Y respecto a la fuente energética, electricidad y gas como las predominantes.
En cambio, respecto a la producción de frío (correctamente llamada extracción de calor o refrigeración en su defecto) para climatizar salas habitadas, se emplea casi exclusivamente refrigeración por aire con electricidad como fuente energética.
Una solución ampliamente empleada en viviendas a nivel doméstico, por su bajo coste de implantación, es la instalación de bombas de calor, ya que se permite con un mismo equipo tanto aportar como extraer calor. El aporte de calor es de baja calidad pero cumple con su función.
El problema de muchas de estas instalaciones es la mediocre instalación del retorno de aire. La unidad interior envía mediante conductos, aire frío o caliente a toda la vivienda. Por tanto, por algún lugar debe entrar aire a dicha unidad para que lo climatice. Lo correcto y lo eficiente sería que este retorno de aire se produjera conducido por una red de conductos similar a los conductos de impulsión. Pero por abaratar costes, no hemos encontrado multitud de viviendas en las que han empleado el falso techo de la vivienda como conducto de aspiración, en algunos casos incluso sin ninguna rejilla que comunique este espacio con la vivienda.
Al emplear el falso techo como conducto de aspiración, se está tomando aire de multitud de fuentes externas a la vivienda y por tanto sin climatizar, de manera que se está obligando a trabajar más tiempo o/y a mayor potencia a la máquina climatizadora. Esto ocurre por que encima del falso techo y aprovechando que no va a ser una zona a la vista, las intersecciones de paredes y forjados distan mucho de ser estancas, llegando a tener importantes huecos que comunican la vivienda con otras demendencias.