Cómo escoger al técnico certificador más adecuado

Certificado Energetico

Apenas han pasado unas semanas desde el lanzamiento de la certificación energética obligatoria de edificios existentes y ya podemos encontrarnos un inmenso abanico de opciones  a la hora de escoger a un certificador.

Esto es fantástico porque nos permite, como usuarios, llamar a varios profesionales para escoger al que mejor se ajuste a nuestras necesidades. Pero muchas veces nos encontramos perdidos ante el bombardeo de ofertas y no sabemos bien con qué criterio escoger. ¿Buscamos la oferta más económica? ¿Escogemos al técnico que más confianza y simpatía nos transmita? ¿Confiamos en que nos ofrezcan la mayor calificación ya desde antes de visitar nuestra vivienda?

Como en cualquier mercado, y más en uno tan incipiente y con tan inmensa oferta, se nos ofrecen promociones de lo más suculentas, pero debemos ser muy cuidadosos si no queremos tener problemas en el futuro.

Es muy tentador que el técnico me ofrezca una D o una C como calificación. Mi vivienda tendrá el aprobado y destacará entre las demás ofertas de venta o alquiler que, como me dijo un amigo muy entendido en el tema, rara vez pasarán de la F o la G… ¡Desconfiad de estas ofertas! Nunca se puede conocer a priori la calificación de una vivienda sin haberla visitado y, efectivamente, sabemos por experiencia que es muy raro que pasen de la E. Incluso después de la visita, si contrastamos la toma de datos con la información del proyecto original, podemos llevarnos más de una sorpresa. De hecho, las calificaciones más altas serán objeto de sospechas por parte de la administración y serán las primeras en ser inspeccionadas. Si se descubre que la calificación es fraudulenta la mayor parte de la responsabilidad recaerá sobre el propietario.

¿Y por qué no puedo buscarme el servicio más económico y olvidarme de problemas? Normalmente las ofertas más baratas van asociadas a técnicos o empresas que buscan el máximo beneficio en el menor tiempo. Esto es muy normal pero ¿cómo se consigue? Reducir el precio sólo sale rentable reduciendo las horas de trabajo, incluso el desplazamiento al inmueble. A menos tiempo por certificado, menos dedicación y, por tanto, menos calidad. El certificado obtendrá una calificación muchas veces inferior a la real por haber introducido datos por defecto más conservadores y, seguramente, dejará de incluir algún documento necesario para registrarlo, por lo que los inspectores del registro lo invalidarán y tendréis que volver a empezar desde el principio.

Nuestro consejo. No busquéis al técnico que os ofrezca un certificado lo antes posible al menor precio ni os dejéis seducir por altísimas calificaciones. Aseguraos de que el técnico dedicará el tiempo necesario para recabar toda la información tanto en la vivienda como en los archivos, que se ajustará lo más posible a la realidad, y que os ofrecerá unas medidas de mejora estudiadas según su precio y su capacidad de ahorro. Exigid un documento que compare todas las medidas posibles y así sabréis que os están proponiendo las más adecuadas para vuestro edificio.

¡Mucha suerte en vuestra búsqueda!

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