Cuando se habla de eficiencia energética en viviendas, locales u oficinas, uno de los documentos más importantes que entra en juego es el certificado energético. Aunque puede parecer un simple papel con números y letras, este certificado contiene información clave sobre el comportamiento energético de un inmueble.
Saber interpretar este documento es importante, independientemente que seas el propietario, inquilino o un profesional del sector inmobiliario.
Por ello, en este artículo vamos a desglosar todo lo que necesitas saber para leer, entender y aprovechar al máximo la información que te ofrece un certificado energético.

¿Por qué debes saber interpretar el certificado energético?
El certificado energético no es solo un requisito legal de acuerdo con el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio. Es una herramienta poderosa que, bien interpretada, puede ayudarte a ahorrar, a vender mejor y a vivir más cómodo. Pero su utilidad depende de quién lo lea y cómo lo aproveche. Te explicamos por qué es importante para cada perfil:
Como propietario
Si eres dueño de una vivienda o local, entender el certificado energético te permite:
- Valorar el estado energético de tu propiedad: ¿Es eficiente o está desperdiciando energía y dinero cada mes?
- Planificar mejoras: El certificado energético te ofrece recomendaciones claras sobre cómo reducir el consumo y aumentar el confort.
- Aumentar el valor de mercado: Una mejor calificación energética se traduce en mayor atractivo para potenciales compradores o inquilinos.
- Cumplir con la ley: no puedes vender ni alquilar sin tener este certificado al día.
Como profesional inmobiliario
Si trabajas en el sector inmobiliario o arquitectura, dominar la interpretación del certificado de eficiencia energética es clave para:
- Ofrecer un servicio más completo y profesional a tus clientes.
- Asesorar con argumentos técnicos y económicos: Puedes explicar por qué un inmueble con calificación C es mejor inversión que uno con calificación E, aunque sean del mismo tamaño.
- Identificar oportunidades de mejora antes de poner en venta o alquiler un inmueble.
- Mejorar tu reputación profesional, mostrando dominio de temas clave en el mercado actual.
Ten en cuenta que hoy en día muchos compradores valoran hoy la sostenibilidad y saber explicar un certificado energético puede ser la diferencia entre cerrar o perder una venta.
Como inquilino o comprador
Aunque no seas el dueño, entender el certificado energético te permite:
- Saber cuánto pagarás en servicios como luz, gas o climatización.
- Evaluar el confort térmico de la vivienda: si el inmueble conserva bien la temperatura, no necesitarás usar el aire o la calefacción constantemente.
- Tomar decisiones más informadas: no solo te guíes por el tamaño o la ubicación, también por la eficiencia.
- Negociar mejores condiciones: si el inmueble tiene baja eficiencia, podrías pedir una rebaja en el alquiler o exigir mejoras antes de firmar.
Debes considerar que un apartamento con letra A puede representar hasta un 70% menos de gasto energético al año que uno con letra G. Eso es dinero que puedes destinar a otras prioridades.
¿Cómo se elabora un certificado energético?
Antes de poder interpretar correctamente la información de un certificado energético, es importante conocer cómo se obtiene y qué pasos conlleva su elaboración. Este proceso técnico no es aleatorio: sigue una metodología oficial y está regulado por normativa nacional y europea.
El certificado de eficiencia energética no solo refleja datos estáticos del inmueble, sino que es el resultado de un análisis detallado que evalúa su comportamiento energético. Entender cómo se genera este documento te ayudará a comprender mejor el significado de su calificación, su fiabilidad y qué aspectos influyen directamente en ella.
El certificado energético es el resultado de un proceso técnico estandarizado, realizado por un profesional acreditado, que evalúa la eficiencia energética de un inmueble.
a) Contratación de un técnico certificador
El proceso comienza cuando el propietario contacta a un técnico habilitado, que puede ser un arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico, con formación específica en certificación energética.
b) Visita técnica
Un certificador energético habilitado visita el inmueble, toma medidas, evalúa la orientación, la calidad de los cerramientos, las instalaciones térmicas y otros factores que influyen en el comportamiento energético. Durante esta inspección, toma nota de aspectos clave como:
- Superficie útil y orientación del inmueble.
- Tipo de cerramientos (muros, cubiertas, suelos).
- Aislamientos térmicos disponibles.
- Tipo y características de ventanas y puertas.
- Instalaciones de calefacción, refrigeración, ACS e iluminación.
- Presencia de energías renovables, si las hay.
c) Modelado del inmueble
Mediante un software específico, el profesional simula el comportamiento energético del edificio a lo largo del año, teniendo en cuenta variables climáticas, orientación solar y otros parámetros.
Los programas informáticos para la certificación energética más comunes son: CE3X y HULC.
Estos programas simulan el comportamiento energético del inmueble y emiten los resultados de consumo y emisiones.
d) Generación del informe
Una vez realizados los cálculos, se emite el certificado energético que debe ser registrado ante el organismo competente según la comunidad autónoma.
Partes del certificado energético y cómo interpretarlas
Los certificados energéticos tienen distintos apartados, es decir, no se trata de una sola hoja sino que se trata de un documento más extenso el cual engloba información interesante sobre el comportamiento energético del inmueble y las acciones que se pueden realizar para optimizar el consumo.
Calificación energética global: las letras
La calificación energética global es el indicador principal que se muestra en el certificado de eficiencia energética en España. Resume el comportamiento energético de un inmueble en una escala de la A a la G, con un código de colores similar al que aparece en los electrodomésticos.
Se calcula a partir del consumo anual de energía primaria no renovable por metro cuadrado de superficie útil.
- La letra A, de color verde oscuro, indica una eficiencia muy alta; es decir, se trata de una vivienda que consume muy poca energía gracias a un excelente aislamiento y sistemas modernos.
- La letra B, de color verde, representa una alta eficiencia, con un consumo reducido y un notable ahorro energético.
- La letra C, en verde claro, señala una eficiencia media-alta, lo que indica que la vivienda está por encima de la media nacional en cuanto a rendimiento energético.
- La letra D, de color amarillo, corresponde a una eficiencia media. Este nivel se considera el estándar nacional, es decir, la media del parque inmobiliario español.
- La letra E, en naranja claro, ya implica una eficiencia baja, con un consumo energético superior a la media y la necesidad de realizar algunas mejoras.
- La letra F, de color naranja, se asocia a una eficiencia muy baja; normalmente, corresponde a edificios antiguos o con deficiencias constructivas importantes, lo que se traduce en grandes pérdidas de energía.
- La letra G, representada en rojo, es la peor calificación posible. Indica una eficiencia extremadamente baja, lo que significa que el inmueble presenta un consumo energético muy elevado, sin aislamiento adecuado y con sistemas obsoletos. En estos casos, se recomienda con urgencia la rehabilitación energética.
Esta sección es fundamental para comparar propiedades, prever el gasto energético y tomar decisiones informadas.
Emisiones de CO₂
Además de la eficiencia energética, el certificado energético también incluye una calificación específica sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) que genera el inmueble. Se expresa en kilogramos por metro cuadrado al año (kg CO₂/m²/año).
Esta información es útil desde una perspectiva ambiental: nos permite saber cuánto contribuye un edificio a la huella de carbono global.
Las emisiones de CO₂ son un aspecto clave a la hora de interpretar un certificado de eficiencia energética. Si en el certificado energético se indica un valor de emisiones de CO₂ bajo (por ejemplo, menos de 30 kgCO₂/m²/año), se considera un edificio muy eficiente. Si el valor se acerca o supera los 50 kgCO₂/m²/año, el inmueble podría tener un alto impacto ambiental, lo que indicaría que es necesario realizar mejoras de eficiencia energética.
En general las emisiones de CO2 son un indicador del impacto ambiental del inmueble y están directamente relacionadas con el consumo energético.
Demanda energética
Aquí se indican los valores de energía que necesita la vivienda para mantener unas condiciones de confort térmico aceptables, diferenciando entre:
- Calefacción
- Refrigeración
- Agua caliente sanitaria (ACS)
La demanda energética se expresa en kWh/m²/año. Una demanda baja sugiere que el edificio está bien aislado y que sus sistemas de climatización funcionan de manera eficiente.
Datos técnicos del inmueble
El certificado de eficiencia energética incluye información básica y técnica sobre el inmueble:
- Dirección.
- Uso del edificio (vivienda, local comercial, oficina, etc.).
- Año de construcción.
- Superficie útil habitable.
- Tipo de cerramientos (muros, ventanas, cubiertas)
- Tipo de instalaciones térmicas y su antigüedad
Todos estos datos se utilizan como base para realizar la simulación energética que da lugar a la calificación final.
Recomendaciones de mejora
Esta parte es especialmente útil para propietarios que deseen mejorar la eficiencia de su inmueble. Se incluyen sugerencias personalizadas como:
- Sustitución de ventanas por otras de doble vidrio.
- Incorporación de aislamiento térmico en fachadas o techos.
- Instalación de sistemas más eficientes (bombas de calor, calderas de condensación, paneles solares).
Junto a cada recomendación, se indica el ahorro estimado en consumo energético y emisiones, así como la mejora en la calificación energética que se podría lograr.

¿Cómo reconocer la validez y autenticidad de un certificado de eficiencia energética?
En un mercado donde es obligatorio presentar el CEE para vender o alquilar un inmueble, es fundamental asegurarse de que el certificado sea válido y auténtico. Tanto propietarios como compradores, inquilinos o profesionales inmobiliarios deben saber cómo verificarlo para evitar fraudes o errores.
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Revisa los elementos obligatorios del certificado
Un certificado de eficiencia energética válido debe incluir:
- Datos del inmueble: dirección, referencia catastral, superficie útil.
- Nombre, titulación y firma del técnico certificador energético.
- Fecha de emisión y periodo de validez (normalmente 10 años, aunque puede ser 5 años).
- Etiqueta energética oficial, con la calificación (de la A a la G).
- Recomendaciones de mejora energética.
Si falta alguno de estos elementos o parece incompleto, puede ser un certificado energético no válido o manipulado.
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Verifica el registro en la Comunidad Autónoma
Una vez emitido el certificado de eficiencia energéitca, debe registrarse obligatoriamente en el órgano competente de la Comunidad Autónoma. Este paso es lo que le otorga validez legal.
Cada comunidad dispone de una plataforma online donde puedes comprobar si un certificado energético está registrado. Solo necesitas, el número de registro (figura en el certificado) o la referencia catastral del inmueble.
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Comprueba el código seguro de verificación (CSV)
El Código Seguro de Verificación (CSV) es una cadena alfanumérica única que permite verificar digitalmente la autenticidad de un documento emitido electrónicamente por una administración pública, como el certificado energético.
Muchos certificados energéticos incluyen el Código Seguro de Verificación (CSV), que permite verificar la autenticidad del documento en la web del registro oficial. Este código suele estar en la parte inferior del certificado o en la etiqueta energética.
Ingresando ese CSV en la web de la comunidad, puedes descargar el certificado original tal y como fue registrado.
Ten en cuenta que no todos los certificados energéticos lo incluyen directamente en el documento y su uso puede variar según la Comunidad Autónoma.
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Confirma la fecha de emisión y validez
Un certificado de eficiencia energética tiene una validez de 10 años desde su emisión, salvo que el inmueble sufra reformas significativas. Si ya ha pasado ese tiempo, el certificado está caducado y debe renovarse.
Existen casos específicos donde la normativa establece que el certificado debe renovarse cada 5 años para asegurar que se siguen cumpliendo las normativas de eficiencia energética y que se adoptan las medidas necesarias para reducir el consumo de energía. Por ejemplo, en edificios de uso público o aquellos con un consumo energético elevado.
Si un certificado de eficiencia energética se encuentra fuera de su período de validez, el propietario o arrendador no podrá vender ni alquilar del inmueble sin renovar dicho certificado. De hecho, es obligatorio tener un certificado energético válido a la hora de realizar cualquier transacción inmobiliaria, de acuerdo con la legislación española.
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Exige siempre una copia firmada y registrada
No basta con ver la etiqueta en un anuncio. Como comprador o inquilino, tienes derecho a recibir una copia completa del CEE, con firma del técnico y justificante de registro.
Si no te la entregan o notas inconsistencias (por ejemplo, distintos datos entre la etiqueta y el certificado), puedes sospechar que el documento no es válido.
Casos prácticos: ¿cómo interpretar dos certificados energéticos distintos?
Para comprender de manera efectiva cómo interpretar un certificado energético, es útil analizar ejemplos prácticos que reflejen distintas situaciones. A continuación, presentaremos dos certificados energéticos de propiedades diferentes, con calificaciones distintas, para explicar cómo leer y comparar los datos relevantes.

Caso 1: Vivienda unifamiliar con calificación A
En el primer caso, tenemos una vivienda unifamiliar con una calificación energética A, la mejor posible en el sistema de etiquetado energético. Este certificado muestra que la propiedad ha sido diseñada con un alto nivel de eficiencia energética, utilizando materiales de aislamiento avanzados, instalaciones de calefacción y refrigeración de alta eficiencia, y fuentes de energía renovables como paneles solares. Al analizar este certificado, los siguientes puntos son clave:
- Consumo de energía: En la sección del consumo de energía, el valor reportado es muy bajo, indicando que el inmueble utiliza una cantidad mínima de energía primaria no renovable.
- Emisiones de CO₂: Las emisiones de dióxido de carbono son igualmente bajas, lo que refleja un impacto ambiental reducido.
- Recomendaciones: En este caso, las recomendaciones de mejora son mínimas, ya que la propiedad ya alcanza el nivel más alto de eficiencia.
La interpretación de este certificado es clara: el inmueble es altamente eficiente, lo que implica menores costes de energía y una huella ecológica reducida.
Caso 2: Piso en edificio antiguo con calificación D
En el segundo caso, tenemos un piso en un edificio antiguo con una calificación energética D. Este certificado indica un nivel medio de eficiencia energética, con un consumo de energía y unas emisiones de CO₂ superiores a la media. Al revisar los detalles de este certificado, podemos identificar varios factores importantes:
- Consumo de energía: El consumo de energía en este caso es más elevado, lo que sugiere que la propiedad tiene un aislamiento insuficiente o sistemas de calefacción y refrigeración poco eficientes.
- Emisiones de CO₂: Las emisiones también son mayores que en el primer caso, lo que refleja un impacto ambiental considerable.
- Recomendaciones: El informe incluye varias recomendaciones para mejorar la eficiencia, como mejorar el aislamiento de las paredes y ventanas, o cambiar a sistemas de calefacción más eficientes. Este tipo de mejoras pueden reducir los costos energéticos a largo plazo.
La interpretación de este certificado revela que, aunque el inmueble no es ineficiente, tiene un potencial de mejora significativo en términos de eficiencia energética.
Consideraciones finales
Interpretar correctamente la información de un certificado energético es esencial tanto para propietarios como para inquilinos, compradores o profesionales del sector inmobiliario.
Este documento no solo revela el nivel de eficiencia energética de un inmueble, sino que también ofrece valiosa información sobre el consumo de energía, las emisiones de CO₂ y las posibles mejoras que pueden realizarse para optimizar el rendimiento energético.
Es importante que, al leer un certificado energético, se comprendan los distintos aspectos que influyen en la calificación, como el aislamiento, las instalaciones y el uso de energías renovables. Una calificación alta no solo representa un menor impacto ambiental y menores costos de energía, sino que también puede incrementar el valor del inmueble en el mercado.
Por otro lado, un inmueble con una calificación baja, aunque no es necesariamente inviable, puede requerir reformas para mejorar su eficiencia energética y reducir su huella de carbono.
Por lo tanto, entender cómo interpretar un certificado energético no solo ayuda a tomar decisiones informadas, sino que también contribuye al esfuerzo por hacer que los edificios sean más sostenibles y eficientes a largo plazo.
Si necesitas conocer el comportamiento energético de tu inmueble, ¡no dudes en contactarnos¡
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