El camino hacia el apoyo real por parte de las instituciones a la eficiencia energética no es para nada sencillo. Tanto a escala comunitaria, regional, nacional y europea, las instancias gubernamentales encargadas de fomentar la eficiencia y el ahorro energéticos parecen en ciertas ocasiones, dar dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, pues sobre todo no logran explicar sus medidas a la población en general, y lo que debería ser un camino unificado entre la sociedad y sus instituciones, pasa a ser un camino tortuoso de malos entendidos.

En esta ruta compleja, el último elemento de polémica entre empresas, instituciones y consumidores, es el denominado «contador inteligente«. Los contadores son los dispositivos que permiten llevar el registro de la cantidad de electricidad que consumimos, de forma que las compañías que la distribuyen o que nos la venden directamente, puedan cobrarnos la cantidad adecuada. La situación se ha complicado pues estos nuevos contadores hacen aún más complejo el cálculo de nuestro consumo y prever lo que vamos a pagar periódicamente. Si ya normalmente recibir la factura de luz es fuente de nerviosismo y estrés para la mayoría de los consumidores, este nuevo dispositivo con las confusas explicaciones y justificaciones que lo rodean, no es un remedio sino otro clavo en el camino de la confianza y el trabajo en equipo entre el sector público, privado y consumidor en pro de la eficiencia y el ahorro energéticos.

¿Cómo funciona el contador inteligente?

Lo primero que hay que entender del contador inteligente es que muestra una gama de datos mucho mayor y ello hace que nos resulte más complicado entender bien qué tipo de información es la que estamos leyendo en el contador. De hecho, para muchas personas, el aproximarse al propio contador es un tema casi tabú, además en muchos pisos éstos se encuentran en un cuarto comunitario y además resulta (por lo mismo que no lo conocemos) un dispositivo un tanto imponente. No debe haber tal miedo, es muy importante que nos aproximemos al contador, identifiquemos su marca y su modelo y nos adentremos en la presentación y los diferentes datos que podemos leer en el mismo. A pesar de que hay ligeras variaciones en cuanto a modelos y marcas, pero en líneas generales, la información que debemos aprender a identificar y leer en un contador inteligente es la siguiente:

contador electrico

Imagen tomada del sitio: http://www.my-electro.be/fr/product/driefasige-geijkte-digitale-teller-1065a/

  1. La discriminación horaria, que es una de las características definitorias del funcionamiento del contador inteligente, que nos permite, en caso de que tengamos contratada este tipo de discriminación, contar con lecturas detalladas de los horarios diferentes. Así mismo, muestra un pequeño asterisco (*) para el periodo vigente en ese momento. Si queremos beneficiarnos de las tarifas horarias más bajas para utilizar electrodomésticos o dispositivos eléctricos que consuman mucha electricidad, éste es un elemento que debemos aprender a leer de manera imprescindible.
  2. Potencia contratada. Es decir, es el límite que será aplicado por este dispositivo para controlar nuestro consumo. ¿En qué momento resulta más importante poder leer este dato? Cuando hemos contratado una rebaja de potencia. Es relevante que pongamos atención en este tipo de detalles si queremos usar de forma adecuada (para nuestro consumo y nuestro bolsillo), este dispositivo.
  3. Cierres mensuales y previos. El contador inteligente te permite ver el cierre mensual (el consumo realizado) y compararlo con el consumo de los 2 a 12 meses previos dependiendo del modelo. Muy útil cuando vamos a alquilar un piso y queremos estimar su consumo promedio.
  4. Energía activa consumida. Dato importante dependiendo del tipo de facturación que hayamos seleccionado. Por ejemplo, si estamos en tarifa 3.0 tendremos que cuidar de no sobrepasar un tercio de la activa, pues ello implica una facturación adicional. ¿Suena difícil de entender? Un poco, pero estudiando nuestra factura y nuestro contador inteligente, podemos aprender a identificar este tipo de trampas aparentes que pueden generar una facturación adicional.
  5. Activación del Interruptor del Control de Potencia (ICP). Otro elemento que dependerá tanto de la Comunidad como de la tarifa contratada. Es una de las piezas que han causado más controversia porque es un elemento muy sensible. Los antiguos contadores contaban también con un ICP, pero que tardaba más tiempo en leer los picos de potencia, en tanto que ahora las variaciones son registradas de inmediato, lo que se traduce en que para no perder suministro ni tener problemas, muchos consumidores han optado por contratar una potencia más elevada y ello implica forzosamente un mayor pago.
  6. Consumo instantáneo. Parece un poco paranoico, pero es un dato que verdaderamente podemos leer en este tipo de contadores. Esta lectura tan precisa puede servirnos como una alternativa para un monitor de consumo de energía que nos permite “leer” el consumo de cada dispositivo eléctrico con el que contamos en el hogar. Puede resultar un tanto fastidioso si el contador está en el exterior.
  7. Maxímetro. Como el nombre lo indica, este elemento indica el máximo de las potencias en periodos de 15 minutos. Es importante notar que no impide que el ICP haga su función, pero sí puede ayudar a quienes contratan potencias más altas a evaluar el comportamiento de su consumo.
  8. Intensidad. Este ítem es sobre todo importante para las instalaciones trifásicas, pues el consumo debe equilibrarse de una forma bien repartida.

Como podemos ver, el contador inteligente es antes que nada y sobre todo un dispositivo muy complejo que hace lecturas mucho más detalladas de la cantidad y tipo de consumo energético de los hogares. El primer paso para poder deducir en qué nivel nos afecta y si en realidad encarece el pago que estamos haciendo por un servicio al cual no podemos renunciar es conocerlo en profundidad.

Por ejemplo, a pesar de existir distintos modelos y marcas en el mercado, todos cuentan con el mismo software: lo que hace inteligente al contador es este programa, no es en sí el dispositivo, aunque evidentemente puede variar con el hardware específico. El software implementa la curva UNE-203017 y ello es uniforme en todos los modelos. 

El mayor problema de los contadores inteligentes

Hay muchos elementos de polémica en torno a estos dispositivos. Puede parecer que están rodeados de ideas negativas (por ejemplo, que son nocivos para la salud), pero el problema más serio que parece rodear a su introducción es que hacen más caro el consumo eléctrico de los usuarios en general. Ello proviene de la noción de que el ICP es más sensible, lo que puede “obligar” al consumidor a contratar una potencia mayor y ello puede implicar un gasto de hasta 50 euros más de forma anual. La cuestión es: ¿es verdad? ¿El hecho de que esta parte del contador sea más exacta en serio es la culpable de que paguemos más? Aquí en certificadodeeficienciaenergetica.com somos especialistas en eficiencia, más no en consumo, pero en otros sitios (particularmente en algunas consultoras energéticas) han realizado experimentos al respecto y en consumo del hogar, el ICP del contador inteligente no “salta” más rápido que los antiguos ICP.

De hecho, el contar con un maxímetro accesible al usuario, aunque complicado de comprender en un primer momento y este ICP tan preciso, pueden permitir calcular de una forma bastante certera cuál es el margen de potencia que realmente utilizamos en casa para poder contratar ésta y no otra superior (o inferior). El cálculo y el uso de estos datos procesados por el procesador inteligente pueden ser más complejos en instalaciones trifásicas.

El verdadero problema que se desprende del uso de los contadores inteligentes es el cambio en la facturación que ha acompañado a su instalación en cada vez más Comunidades en vista de su futura obligatoriedad. Debido a este cambio en la factura, hay un incremento en el precio fijo que se paga simplemente por estar conectado a la red de la distribución de energía eléctrica. Esta parte del precio final que paga el consumidor se denomina término energético. Esta proporción fija del costo que se paga periódicamente por el uso de la electricidad antes suponía tan sólo un 35% de la factura y en la actualidad, existen asociaciones de consumidores que denuncian un incremento de un 20 hasta el 25% más.

Como podemos ver, más que el propio contador inteligente, la problemática del aumento viene desde la modificación en la forma en que se fija el precio (de una manera variable y dinámica), hasta la diferenciación porcentual en la determinación periódica del importe a pagar. Y ello es importante (y tiene riesgos) porque parece castigar a los consumidores que más eficientemente se comportan, pues por más bien pensado que esté su diseño energético, éste no podrá tener una incidencia directa en un ahorro a la hora de pagar la factura. Pero no nos alarmemos. De todas las situaciones es posible obtener una consecuencia positiva.

¿Hay forma de aprovechar lo que proponen los contadores inteligentes y ahorrar en el consumo energético?

Más allá de la alarma que hay en este momento respecto a los contadores inteligentes en contraposición a los analógicos, respecto a las diversas formas en que puede incrementar el pago de las facturas, sí hay una forma en que se puede sacar ventaja de la minuciosidad con que mide la forma de nuestro consumo particular. Y no, no es sólo el seleccionar el precio por franjas horarias más ventajoso y programar el lavar la ropa en horario nocturno o durante el fin de semana. La noción más importante que puede aportarnos este contador para un pago más certero de lo que consumimos es precisamente el experimentar, medir y adecuar nuestro consumo para poder determinar la potencia que más nos conviene. Desde auditar de forma casera gracias al contador el consumo de nuestros electrodomésticos y dispositivos de funcionamiento electrónico (como los radiadores si contamos con calefacción eléctrica) hasta valorar los picos de tensión reales y la potencia que manejamos en las distintas épocas del año, es una forma en que podremos sacar ventaja de un cambio en las disposiciones oficiales en el sector y la implementación que las compañías distribuidoras hacen de éstas.

Obligatoriedad y normativa

El contador digital inteligente será obligatorio para todos los consumidores españoles que contraten una potencia inferior a 15 kW, siguiendo la normativa europea para el año 2018. Serán las compañías que distribuyen la energía eléctrica las encargadas del cambio. El mantenimiento del contador variará en 27 céntimos.

Respuesta de los consumidores

Desde el hecho de que la mayoría de las lecturas tan minuciosas y precisas que hace el contador digital inteligente sólo puedan consultarse por Internet, hasta la polémica de si el personal encargado de la lectura del contador perderá su empleo, pasando por la relación entre la nueva forma de facturar la luz, el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) y el ya comentado debate respecto a si los nuevos contadores reaccionan de forma más fácil al cambio de potencia, hay demasiado ruido mediático y pocas explicaciones concisas y concretas respecto a la forma en que este dispositivo puede convertirse en un aliado de la eficiencia energética o de cómo la certificación energética y la información por ésta proporcionada puede resultar útil para llegar al ahorro que nominalmente otros países europeos han alcanzado gracias a la implementación del uso de estos contadores.

Es por ello que asociaciones de consumidores y organizaciones no gubernamentales se han dado a la tarea de generar información y explicaciones que normalmente deberían corresponder a las empresas distribuidoras del servicio eléctrico. Independientemente de quién juzguemos que debe ser el emisor de este tipo de información, lo cierto es que sólo el conocimiento puede darnos las armas, como consumidores o especialistas del ramo energético para determinar el mejor uso posible de estos nuevos contadores para que sean útiles y no nos lleven a pagar más por un servicio de primera necesidad.